08/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Música, interrumpida

01/02/2008
Shieh Jhy-wey,ministro de GIO (Huang Chung-hsin)

Antes, Chiang Huei y Huang Yi-ling surgieron como los principales cantantes en idioma taiwanés, e iban de hotel en hotel en el Distrito de Beitou en Taipei para cantar en japonés para los turistas japoneses, que acudían al área de las aguas termales a darse baños calientes, visitar los burdeles legales y disfrutar de otros entretenimientos. Incluso después que la prostitución fue declarada ilegal en Beitou, y Chiang y Huang se volvieron famosas estrellas de la música, continuaron trabajando en los años ochenta, como miembros de sus respectivos tríos nakasi en hoteles, salones de música y restaurantes.

Nakasi se deriva de la palabra japonesa que significa “fluir”, por lo que no sorprende que los actores nakasi tuvieran gran movilidad. De hecho, su estilo de vida itinerante al principio de sus carreras, era compartido por muchos cantantes de música holo o taiwanesa, conocidos actualmente, y era típico de todo el ambiente de la producción de música holo de la época. Mientras que una gira ajetreada era vista como un estilo de vida opcional, con mucha frecuencia era una respuesta resignada a la censura gubernamental de las empresas del entretenimiento.

Li Kun-cheng, crítico de música y compositor, indica que debido a la prohibición rigurosa sobre las canciones “inadecuadas”, muchos compositores y productores musicales eligieron no someter sus obras al procedimiento de supervisión requerido para la circulación pública. En su lugar, se cargaron camiones con álbumes clandestinos que fueron vendidos en los mercados nocturnos, y no en las tiendas discográficas regulares. “Estos músicos exhibían un complejo sentido de lucha social en sus composiciones”, dice Li, “de allí el estilo emotivo, mundano o melancólico, que es evidente hoy en muchas de las melodías holo”.

Comienzo en la nota equivocada

Este estilo de música holo es uno de los efectos que ha causado la prohibición gubernamental sobre la música popular en Taiwan. El gobierno del Kuomintang (KMT) perdió la guerra civil a los comunistas chinos, y se trasladó a Taiwan en 1949, cuatro años después de la toma de la isla de los japoneses. Como parte de décadas de régimen autoritario del KMT, las restricciones sobre publicación, venta y transmisión de canciones populares provocó una gran hendija en la industria de la música popular de Taiwan. “Tanto el KMT como los comunistas chinos suelen asociar las canciones populares con las causas políticas, así como la promoción de un idioma estándar”, dice Li. “Al venir de una China desgarrada por las luchas internas entre las fuerzas políticas a lo largo de varias décadas, la gente del KMT, recién llegada a la que acababa de ser colonia japonesa, se encontró en una sociedad urbana relativamente desarrollada con modernas formas de entretenimiento, tales como la música popular comercial”. Preocupados por los idiomas japonés y holo que prevalecían en la escena popular, las nuevas autoridades que hablaban mandarín decidieron restringir fuertemente las canciones populares.

Este año, la Oficina de Información del Gobierno (GIO, siglas en inglés), que se hizo cargo de ejercer el papel de censurador que antes realizaba el Ministerio del Interior a principios de los años setenta, organizó una serie de conciertos de “canciones prohibidas”, con el fin de celebrar el 20º aniversario de la derogación de la ley marcial. “Es como una ceremonia para curar una enfermedad mental causada por un régimen aterrador de ley marcial”, dice el Ministro de GIO Shieh Jhy-wey. “La censura de la música afectó la cultura de nivel local, y debido a su naturaleza no política, representaba el impacto del régimen autoritario más atemorizante —aunque a veces no se sentía explícitamente— sobre la mentalidad y la vida cotidiana de la gente”.

En 1973, GIO anunció un conjunto de criterios para las canciones. Las composiciones prohibidas incluían aquellas que mostraran tendencias socialistas o comunistas, o tuvieran un tono depresivo, que pudiera afectar la moral de la gente. También se prohibían, según los criterios de GIO, canciones cuyo contenido fuera absurdo, extraño, obsceno, violento, rudo, frívolo, sarcástico, melancólico, decadente o sin motivos. Entre las emociones humanas naturales, la rabia y la pena no eran aceptadas, mientras que en las canciones sólo se permitían la felicidad o el placer”, dice Li Kun-cheng. “Incluso la felicidad tenía que expresarse con reserva considerable para que la canción no fuera prohibida”.

Aunque la censura era para las canciones en general, incluidas las cantadas en holo, hakka y mandarín, la mayoría de las canciones prohibidas estaban escritas en holo —el idioma del mayor grupo étnico de Taiwan— ya que la producción de canciones holo era mucho más alta que las de otros idiomas.

La creciente industria de la música popular

Durante el régimen japonés, en los años treinta, la introducción de métodos de escritura musical y el tocadiscos condujeron a la aparición de una industria discográfica local, que anunció la primera época dorada de las baladas holo. De hecho, el gobierno japonés, en un esfuerzo por avasallar el orgullo de sus súbditos en su identidad cultural local, prohibió algunas canciones holo en Taiwan. Sin embargo, el control de la música local fue liberalizado pronto gracias al mayor interés del régimen colonial en la promoción de un negocio rentable.

Música, interrumpida

El ministro Shieh canta con los artistas Huang Lian-yu (izquierda), Li Kun-cheng (segundo desde la izquierda), y Poki (extrema derecha), así como Lyu Jin-shou (centro), de 72 años, un prolífico compositor de canciones hakka y holo —muchas de las cuales fueron prohibidas por los censuradores del entonces gobierno de Taiwan.

Después del fin del régimen colonial japonés en 1945, los autores de letras holo continuaron produciendo canciones originales y tomaron prestadas las melodías japonesas u occidentales, lo que contribuyó a una forma de entretenimiento floreciente. Por ejemplo, Bun Ha, quien grabó un total de 1.200 canciones, alcanzó el estrellato como cantante y actor en películas diseñadas principalmente como vehículos para sus canciones populares holo en los años cincuenta y sesenta. “En ese entonces, si se sintonizaba cualquier estación de radio en el país se podían escuchar mis canciones”, recuerda él.

Como casi todos los estándares de censura fueron formulados vagamente, estaban abiertos a todo tipo de interpretación y manipulación. En una época cuando el gobierno del KMT buscaba cambiar el molde cultural japonés al chino, sin las impurezas de la cultura e idiomas locales, la enorme popularidad de las estrellas holo, tales como Bun Ha, fue el objetivo principal de la censura. “A menudo, una canción podía ser censurada después de haberse vuelto popular y logrado ímpetu”, dice Li. “Los censuradores no se molestaban en prohibir una canción que no atraía a la gente”.

Un ejemplo notorio fue la canción “Mamá, por favor cuídate”. Escrita y cantada por Bun Ha, esta canción holo era la favorita entre los soldados que dejaban su hogar para ir a prestar el servicio militar. “Aparentemente, se suponía que los soldados se dedicaban totalmente a defender el país, y no podían distraerse pensando en sus madres”, dice Bun Ha. “Los críticos que hablaban mandarín predominantemente, solían tener razones absurdas para prohibir las canciones que no les gustaba o simplemente no entendían”. En vista del dominante sistema de censura, Bun Ha no tuvo otra opción que irse a Japón a cantar. “Entonces, un taiwanés que no podía cantar canciones en taiwanés para que las disfrutaran los taiwaneses”, recuerda, “tenía que cantarlas para los japoneses que no entendían ni una sola palabra en taiwanés”.

Medidas enérgicas y descenso

El mayor número de canciones prohibidas —más de 1.000 en total—dio lugar a un descenso en la creatividad y popularidad de las canciones holo en los años setenta. Esta situación coincidió con la desaparición de dos vehículos importantes de canciones holo. En 1970, las películas holo tuvieron un gran descenso después de 15 años de prosperidad. Un par de años más tarde, el gobierno prohibió inmensamente los populares programas de televisión de budaisi o títeres de mano en idioma holo, porque según aquel, éstos interferían con el trabajo diario de los ciudadanos. Pocos taiwaneses aceptaron esta explicación. Ellos vieron la prohibición como parte de una política gubernamental de promover el mandarín como el único idioma nacional.

La empresa Taiwan Television Enterprise fue establecida en 1962 como la primera estación de televisión de Taiwan. Luego, se unieron dos más en un período de una década. Las tres estaciones, que eran administradas por el gobierno y el KMT, dominaron rápidamente la escena del entretenimiento popular, un dominio que continuó por casi dos décadas más. Entre las directrices que gobernaban la programación televisiva en Taiwan, se hallaba un límite de 30 minutos por noche en cada canal de televisión a los programas que no fueran en mandarín. Y se podían poner al aire sólo dos canciones que no fueran en mandarín en la televisión al día —entre todas las tres estaciones combinadas.

Música, interrumpida

GIO exhibió los álbumes prohibidos para arrojar luz sobre su historia de censura exagerada.

Un avance significativo en la escena de la música popular en Taiwan durante los años setenta fue la publicación de Canciones folklóricas chinas modernas, un álbum que competía contra los álbumes dulces y empalagosos de música popular en mandarín, que usaban las melodías extranjeras de moda. El álbum de canciones folklóricas instó a muchos jóvenes, especialmente a los estudiantes universitarios, a comenzar a escribir canciones que podían tocar con sus guitarras. Sus composiciones, conocidas como canciones folklóricas o de campus, tenían muchos aficionados ya a finales de los setenta. Sin embargo, esta música “folklórica” no tenía mucha conexión con las tradiciones folklóricas de Taiwan. De hecho, muy pocas canciones foklóricas de los años setenta y ochenta fueron compuestas en el idioma holo, que es considerado el idioma “folklórico” de Taiwan. “Esta etiqueta es rara porque se supone que las canciones folklóricas nacen de la sociedad local y no de las escuelas”, dice Shieh. “La extraña nomenclatura —canciones folklóricas no locales— derivó del triste hecho de que bajo el terror de la censura, la gente no tenía permitido expresar sus sentimientos en sus propias lenguas”.

Ci Yuan, disc jockey en la Estación de Radio de la Policía de Taiwan, dice que las canciones en mandarín prohibidas eran también parte de los recuerdos colectivos de la gente taiwanesa, así como las holo. El dice que es comprensible que durante un período específico bajo circunstancias particulares, se coloquen las restricciones en la distribución de algunas canciones populares, pero en Taiwan los juicios de los censuradores eran a menudo demasiado arbitrarios. En realidad, el asunto es que la creatividad o el atractivo verdaderos no pueden suprimirse con ningún tipo de censura; incluso una canción podía hacerse más famosa después de ser prohibida.

Resurgimiento de la música popular holo

La música popular holo no volvió a surgir hasta los años ochenta. Una de las canciones holo que fue publicada clandestinamente, y distribuida por camiones en los mercados nocturnos, “Quien conoce mi corazón” (1982), logró superar la censura gubernamental. Chiang Huei grabó esta popular canción cuando su carrera empezó a tener éxito. Esta describía el sufrimiento inexpresable de un hombre que “tenía lágrimas pero no se atrevía a llorar”. Esta canción fue un éxito clandestino espectacular. Junto con los álbumes de Chiang “Debes continuar” (1983) y “Costa de despedida” (1984), “Quien conoce mi corazón” ayudó a que las canciones holo recobraran su popularidad pasada.

En los años noventa, a medida que se desmantelaba gradualmente el sistema de censura, los músicos comenzaron otra vez a explorar el potencial completo de las canciones holo. Muchas canciones holo populares se liberaron del estilo lento y triste que había caracterizado el género. El mejor álbum vendido estilo rock, de Lim Giong, “Marchando hacia delante” (1990) es uno de los primeros ejemplos. Entre tanto, el rasgo melancólico de las canciones tradicionales holo, fue refinado por gente talentosa creativa con experiencia en música popular en mandarín en álbumes, tales como “Confesión borracha” (1992) de Chiang Huei, que vendió más de 1 millón de copias. En este momento, la reaparición de la música popular holo en la escena musical principal estaba completa.

La música popular, revigorizada con la inyección de las nuevas y revitalizadas obras en holo, se volvió el sector más dinámico de la industria del entretenimiento de Taiwan. Mientras tanto, liberados de los grilletes de la censura, los compositores y cantantes taiwaneses volvieron a dominar las carteleras de la música popular en todo el mundo de habla china. Li Kun-cheng dice que esta alza hubiese ocurrido tiempo atrás si no hubiese sido por la influencia interruptora de la censura. “Ahora, los taiwaneses podemos cantar con confianza nuestras propias canciones taiwanesas sin sentir ninguna vergüenza”, dice Poki, el joven cantante líder de Chairman Band, un grupo roquero galardonado recientemente con el Premio Melodía Dorada. Junto con Bun Ha y otros cantantes, jóvenes y viejos, Chairman Band dio una serie de conciertos de Canciones Prohibidas, organizados por GIO. Ya sean melancólicas o alegres, el son de las canciones que fueron prohibidas anteriormente, estrechó la gran brecha en la historia de la música popular de Taiwan, y muestra un futuro brillante para los creadores y aquellos que valoran la música popular.

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