06/05/2024

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Taiwán Hoy

Cantando las propias historias

01/02/2007
El regreso triunfal del Príncipe Heredero (2003)

Los visitantes extranjeros en el Parque de la Paz del 28 de Febrero, en la Ciu-dad Sanchong, Distrito de Taipei, una noche de fin de semana el pasado noviembre, habrán pensado que la gran cantidad de personas que presenciaba el espectáculo de ópera taiwanesa del Grupo de Opera Taiwanesa Ho Lo, era muestra de la dedicación de la gente local a las artes tradicionales. Probablemente, no se dieron cuenta que lo que veían era una innovación que ha sido iniciada por Ho Lo, una ópera taiwanesa sobre Taiwan.

Como la ópera taiwanesa es una de las principales formas artísticas nativas de la isla, parecería natural que se utilizara para dramatizar las historias sobre las vidas y la historia de los taiwaneses. Pero de hecho, ésta es una salida astuta del repertorio tradicional. Desde mediados del siglo XVII, los inmigrantes han, principalmente de las provincias de Fujian y Guangdong en la costa sureste de China, trajeron con ellos sus propias tradiciones dramáticas, tales como la música y ópera pak-kuan (o beiguan, estilo norteño) y lam-kuan (o nanguan, estilo sureño), así como los títeres. En el siglo XIX, una forma de cantar y actuar por hombres, realizada sobre el suelo y no en escenario, como entretenimiento o como parte de los festivales religiosos, se desarrolló en la región noreste de Yilan. Sigue siendo el único género dramático taiwanés nativo. Kua-a-hi, conocido ahora como ópera taiwanesa, sin embargo, escenificó historias de las novelas clásicas chinas y folklóricas, que eran presentadas en el idioma local holo. Entre tanto, absorbió muchos otros elementos, tales como melodías de los moradores de los llanos e inmigrantes hakka. El público local encontró kua-a-hi más atractivo que otras formas dramáticas importadas, y el género se volvió muy popular, y pronto se realizó en un escenario apropiado.

Desarrollos

A mediado de los años veinte, durante el régimen japonés, algunos grupos profesionales kua-a-hi comenzaron a trasladarse de la comunidad y plazas de los templos a teatros techados para atraer al público de las ciudades. Muchos jugadores de otras formas dramáticas se cambiaron a este género que emergía rápidamente, al que también ayudaron a enriquecer y diversificar con sus propias técnicas y conocimientos teatrales. El cambio a la actuación teatral permitió la introducción de nuevos efectos escénicos, así como nuevas melodías. Además, la escritura de guiones originales reemplazó el esbozo de argumento y la improvisación. “Los grupos comenzaron a depender del trabajo de los dramaturgos”, dice Lin Fong-hsiung, profesor y director en el Instituto de Postgrado de Artes Folklóricas de la Universidad Nacional de Taipei. Hoy día, la creación de guiones completos ya forma parte de un proceso estándar de la actuación kua-a-hi para grupos distinguidos, tales como Ho Lo, que también produce adaptaciones de obras extranjeras, tales como las de Rusia y el área Fujian de China.

Cantando las propias historias

Una función de 2006 de La vida es como tú la haces (1997)

Pero un aspecto extraño de la ópera taiwanesa fue su dependencia en los temas e historias de fuera de Taiwan; era una forma artística nativa sin material nativo. Aquí es donde el trabajo de Ho Lo ha sido innovador. Desde 2000, Ho Lo ha presentado cuatro dramas escritos sobre temas taiwaneses —Taiwan, Nuestra Madre (2000), Una historia de amor y enemistad (2001), El reino de Tong Ning (2004) y La historia de un jardín sobre Zhu Gian, Lin Zhan Mei (2005). Las obras representan un esfuerzo vanguardista por parte del grupo Ho Lo, y de hecho, para todo el desarrollo de la ópera taiwanesa. Se desarrolla en diferentes períodos de la historia de Taiwan, desde el régimen Ming sureño (1662-1683) establecido por Jheng Cheng-gong (1624-1662) hasta la era colonial japonesa (1895-1945), las obras por fin utilizan las propias historias de Taiwan en el género de la ópera taiwanesa. Por ejemplo, la corte real Ming Jheng ofrece el escenario para El reino de Tong Ning, y Taiwan, Nuestra Madre es adaptada de la novela épica Noche invernal, de Lee Chiao, uno de los grandes novelistas de Taiwan y ganador del Premio Nacional de Cultura y Artes 2006 por su exitosa trayectoria en literatura. La novela trata sobre los colonos hakkas que luchaban para empezar su nueva vida en un casi salvaje Taiwan durante el régimen de la Dinastía Qing (1683-1895) y la era japonesa. “Ahora los taiwaneses pueden aprender sobre su propia historia en sus propias tradiciones dramáticas”, dice Liou Jhong-yuan, de 72 años, quien estableció el grupo Ho Lo en 1985 y continúa como su director administrativo.

Una gran influencia

Liou ha tenido una enorme influencia en la ópera taiwanesa durante casi medio siglo. Antes de que la primera estación de televisión de Taiwan fuera establecida en 1962, la transmisión de radio fue un importante medio de entretenimiento. Cuando trabajaba en una estación de radio, el joven Liou fue uno de los primeros que puso al aire kua-a-hi. Luego, en los años sesenta y setenta, Liou se convirtió en uno de los principales productores de kua-a-hi televisado, y ayudó a formar a muchas futuras superestrellas de la ópera taiwanesa, tales como Iunn Le-hua y Iap Tshing.

Cantando las propias historias

Wang Jin-ying (segunda desde la derecha) y otros actores reciben aplausos después de una presentación al aire libre.

Aunque sin experiencia previa en kua-a-hi antes de su trabajo en la radio, Liou ha mostrado tremenda habilidad al darle una segunda oportunidad a un arte antiguo, mediante la adaptación de varios medios de comunicación modernos y el desarrollo de su potencial comercial. Sin embargo, las producciones de televisión solían comprometer muchos aspectos de la función tradicional. Por ejemplo, los escenarios realistas reemplazaron el simbolismo sutil. Hasta el típico kua, o canto, fue minimizado en cada función, que se limitaba a 30 minutos de duración incluyendo 10 minutos de publicidad, en una época en que el Gobierno ejercía control estricto sobre la transmisión de idiomas locales de Taiwan. Finalmente, una obra de kua-a-hi era casi igual a cualquier otra obra de teatro clásica sobre escenario. En consecuencia, Liou comenzó a procurar un regreso a la presentación más completa de kua-a-hi.

“Podría decirse que Liou es el personaje más importante en el desarrollo de la ópera taiwanesa”, dice Tseng Yong-yih, profesor en el Departamento de Literatura China y presidente de la Fundación para las Artes Folklóricas Chinas, en la Universidad Shih Hsin. A principios de los años noventa, de acuerdo con los conceptos de actuación de Tseng, Liou y su grupo comenzaron a ayudar con el renacimiento de kua-a-hi en teatro techado —esta vez en escenarios más elaborados en teatros modernos. A principio de los años ochenta, el grupo de televisión de Iunn Le-hua y Ming Hwa Yuan, este último uno de los grupos de ópera taiwanesa más activos, fueron invitados a presentar grandes obras bajo techo en la Sala Nacional Conmemorativa a Sun Yat-sen. En 1991, Ho Lo estrenó El veredicto equivocado en el Teatro Nacional donde recibió grandes elogios de la crítica. Durante los años siguientes, el grupo se volvió sinónimo de la llamada versión refinada de kua-a- hi.

Estudiantes de kua-a-hi en uno de los programas de formación de Ho Lo.

La élite y calle

Este “refinamiento” añade innovación y adopta diversos elementos. Tseng dice que el trabajo de Ho Lo se caracteriza por las tramas de ritmo dinámico, escenarios distintos y llamativos, la restauración de varias melodías típicas y la asimilación de elementos de otras formas de arte interpretativo, tales como ópera de Beijing y danza moderna. “En contraste con los papeles buenos y malos tradicionales, nuestras obras presentan una mayor ambigüedad de personajes”, dice Liou. Además, las obras de Ho Lo presentan un uso amplio de expresiones idiomáticas y dichos graciosos. En algunas obras de Ho Lo, como por ejemplo, la presentación de Sanchong, el público puede leer cada línea del diálogo en las pantallas a los lados del escenario. “El grupo se aferra al valor esencial del arte dramático antiguo, pero se adapta al ambiente teatral moderno”, dice Tseng. “Esa esencia es la tradición nativa profunda expresada principalmente en holo vernacular”. En las últimas dos décadas, la producción de más de 20 obras le ha hecho acreedor a Ho Lo de muchos galardones culturales y artísticos, y el grupo ha sido invitado a actuar en Brasil, Suiza y Estados Unidos.

A diferencia de Ming Hwa Yuan, establecido en 1929, Ho Lo no se originó en las reuniones de la comunidad, principalmente frente a los templos, de donde se desarrolló kua-a-hi. “Ho Lo desempeña un papel totalmente único en el desarrollo de la ópera taiwanesa”, dice Lin Fong-hsiung. “Su trabajo presenta un gusto intelectual urbano al colocar énfasis en un motivo claro, un guión bien estructurado y la gracia clásica del idioma holo”. El indica que este método deductivo se extiende y explora las posibilidades de tradición, pero algunas veces compromete la integridad de una obra.

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Una bandera de seda del Emperador (1995)

Por suerte, en el proceso de producir las cuatro obras basadas en la historia de Taiwan, Ho Lo ha mostrado un tratamiento mucho más equilibrado de los elementos conceptuales, fácticos y artísticos. “Ho Lo puede continuar desarrollando el potencial de kua-a-hi en obras históricas, un área relativamente rara al género en comparación con las historias de amor”, dice Lin. Además, él dice, el elegante idioma holo que se escucha a lo largo de las obras es un excelente recurso educativo que puede contribuir mucho a esfuerzos para preservar la diversidad cultural y lingüística en un ambiente donde predomina el mandarín.

Aquellas personas que conocen el desarrollo de los dialectos taiwaneses podrían experimentar una mayor mezcla de sentimientos cuando miren Una historia de amor y enemistad, más que aquellas que no están al tanto de esto. Esta historia al estilo de Romeo y Julieta, narra el antagonismo entre dos familias, en lo que hoy día es el distrito Wanhua de Taipei, que pertenecen a grupos inmigrantes rivales de las ciudades sureñas Quanzhou y Zhangzhou de Fujian. Durante los períodos de la Dinastía Qing y la ocupación japonesa, ocurrieron muchas luchas armadas entre estos dos grupos. Esta enemistad de tan largo tiempo, que apareció también en acentos diferentes del idioma de la sureña Fujian, halló un tipo de solución en kua-a-hi. Su idioma se volvió verdaderamente taiwanés con el desarrollo de un estilo mezclado que ni el grupo de Quanzhou ni el de Zhangzhou podían llamar propio”, dice Lin. Ahora, las diferencias entre los grupos de Quanzhou y Zhangzhou están casi olvidadas entre los taiwaneses modernos, y la devoción de Ho Lo a la tradición dramática nativa forma una parte significativa de la cultura que todos los taiwaneses pueden llamar como propia.

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