Aquellos que gustan de los sabores y los sonidos de Latinoamérica han podido deleitarse con ellos en los últimos meses en Taiwan. Entre noviembre de 1996 y el pasado enero, la Oficina Comercial y Cultural Argentina en Taiwan lanzó una promoción de la cultura de esta parte del mundo sin precedentes en la isla.
Una multitud de eventos, encuadrados en los festivales Lambada Explosion, Tango Fragrance y Latin Fantasy, congregaron en las mayores ciudades de Taiwan a un nutrido grupo de estrellas internacionales de la música, el baile y la gastronomía de Argentina y Brasil, países miembros del Mercado Común del Cono Sur, también conocido como MERCOSUR. Con la intención de dar a conocer las posibilidades comerciales que para Taiwan supone la creación de este mercado común, con una unión aduanera de las más extensas del mundo y un potencial de desarrollo aún por descubrir, la Oficina Comercial y Cultural Argentina en Taiwan optó por tentar a los interesados ofreciendo un surtido de sus exquisitos platos, degustados al ritmo caliente de la lambada y la elegancia del tango, entre otros exponentes de la creatividad artística latinoamericana.
La carne de vacuno, estrella indiscutible
Con una de las zonas fértiles más extensas del mundo, Argentina es conocida por su excelente ternera, y su gastronomía es un magnífico testimonio de ello. Para demostrarlo, las renombradas chefs Gabriela Bertagni y Amanda Peña se desplazaron por primera vez a Asia, donde hicieron las delicias de los afortunados comensales con su apetitoso lomo asado con champiñones, su carbonada y sus empanadas, sin olvidar el riquísimo dulce de leche y los alfajores. Además, se encargaron de cerrar el círculo del intercambio cultural visitando también escuelas de gastronomía china.
Explosión de los sentidos
El objetivo del festival de lambada, o «nien-bada», como pícaramente se conoce en la isla (nien significa «pegado, encolado»), fue presentar espectáculos genuinos acompañados de una explicación del origen y el significado del baile a través de los medios de comunicación.
Para ello, nada mejor que traer a los artistas que hicieron mundialmente famosa a la lambada, procedentes de su lugar originario, Porto Seguro, en Bahía, Brasil. Nilson Oliveira y Rogerio Santos, componentes del grupo Kaoma, que inició la fiebre internacional por este baile a principios de los 90, se encargaron de elaborar la coreografía que observó, atónito y vibrante, el público asistente a las 83 presentaciones efectuadas. Y la vibración no se desaprovechó: una vez terminadas las exhibiciones, y haciendo honor al carácter de intercambio cultural del festival, los bailarines sorprendían al público arrastrando al escenario a todos cuantos se dejaban, para hacerles experimentar en su propio cuerpo el arrebato de sensualidad que el baile desprende.
El tango, embajador insigne
En un año considerado por muchos el año del tango gracias al estreno de Evita, la película protagonizada por Madonna, o a la edición de Tango, de Julio Iglesias, entre otros eventos de repercusión internacional, El pueblo chino en Taiwan tuvo la oportunidad de apreciar uno de los espectáculos de tango de mayor nivel artístico en la actual escena internacional.
Estampas Porteñas, la troupe que representó en la isla lo mejor de los diferentes estilos del tango argentino, estaba compuesta por cuatro bailarines: Carolina Soler y Virginia Licitra, del prestigoso Ballet del Teatro Colón de Buenos Aires, Jesús Velázquez, del Ballet Folclórico Nacional de Argentina y Daniel Boo, de la casa de tango Michellangelo de San Telmo, una de las mecas del baile en Argentina; y por el Trío Viacaba, con Daniel Viacaba al piano, su padre Orlando, maestro del bandoneón (un instrumento de origen alemán que terminó prestando su alma a la melodía del tango) y el guitarrista Jorge Pero; también se acompañaron para la ocasión del profesor de guitarra Nestor Díaz y de la vocalista Laura Casariego, ambos del grupo Reflejo de Tango. Todos los artistas participantes cuentan con un impresionante palmarés y, sin duda, el éxito de Tango Fragrance debe mucho a la excepcional conjunción de sus talentos.
Tango Fragrance recorrió la isla acercando a la sociedad taiwanesa la elegancia y la pasión concentrada de las diversas variedades del tango (tradicional, salón, fantasía, valentino e incluso japonés), en un total de 58 presentaciones que tuvieron su gran gala final en «La Noche de Evita y el Tango». Para consolidar el auténtico intercambio cultural que el festival significó, los bailarines se constituyeron en jurado de un concurso de tango donde los aficionados locales demostraron sus habilidades, generalmente en las versiones de tango salón, valentino y japonés, las más populares a este lado del Pacífico.
Fusión de ritmos
Por si todo ello hubiera sido poco, el tercer festival, Latin Fantasy, ofreció una muestra aún más diversa de los ritmos latinoamericanos surgidos de la fusión de las culturas europea, africana y amerindia. En sus 38 presentaciones, el espectáculo incluyó exhibiciones de salsa, merengue, cha cha, bachata, tango, malambo, ponchos, boleadoras, frevo, fandango, lambada y samba.
En suma, un verdadero festín cultural que trajo hasta Taiwan lo más sabroso y colorido de una región del mundo en pleno desarrollo y con unas prometedoras expectativas comerciales para la isla.