04/05/2024

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Las aventuras de los tesoros

01/09/1998
Las aventuras de los tesoros

El Museo Nacional del Palacio, en las afueras de Taipei, alberga una colección de objetos culturales chinos incomparable y mundialmente conocida.

e dice que justo en el centro del cielo hay una constelación púrpura que nunca se mueve; allí es donde habita el Emperador Celestial. En la tierra, inaccesible a sus súbditos, se encuentra el hogar del hijo del Cielo: la Ciudad Prohibida. En su interior, ocultos a la vista de la gente común, se hallaba un número incalculable de preciados tesoros, hasta que se estableció el Museo Nacional del Palacio, y salieron a relucir ante los ojos del mundo.

La mayoría de los objetos de arte preservados en el Museo Nacional del Palacio han formado parte de la Colección Imperial en China. Esta colección se inició a principios de la dinastía Sung (960-1127 a.C.), lo que hace que estos tesoros artísticos se remonten a más de mil años atrás.

Después del caos del período de las Cinco Dinastías (907-960 d.C.) el Poder del Cielo pasó a la dinastía Sung. El fundador de la nueva dinastía, el emperador Tai-tzu, se dedicó a impulsar la literatura y las artes y en el primer año del imperio de Chien-lung (961 d.C.) se estableció la Academia Hanlin. Su hermano, el emperador Tai-tsung, subió al trono en el año 976 d.C. y proclamó el imperio Tai-ping Hsing-kuo (976-983 d.C.). El procuró recolectar la pintura y la caligrafía de los maestros antiguos, y también ordenó a dos funcionarios, Kao Wen-chin y Huang Chu-tsai, mezclarse entre la gente común a la búsqueda de pinturas y caligrafías. En el cuarto año del imperio Tai-ping Hsing-kou (979 d.C.) estableció el Pabellón Tai Ching. Durante el imperio Ching-li (1041-1048 d.C) la pintura de un venado obsequiada por los tártaros Liao se exhibió en este Pabellón. Durante el segundo año del imperio Tuan-kung (989 d.C.) el emperador Tai-tsung también estableció el Pabellón Imperial como parte del Yuan Chung-wen, la agencia gubernamental encargada de la literatura y las artes. En este pabellón se preservó una colección de libros raros, pinturas antiguas y caligrafía. El Pabellón Imperial constituyó el «Museo del Palacio» de la dinastía Sung del Norte. Durante el imperio Hsuan-ho (1119-1125 d.C.) del emperador Hui-tsung, la colección imperial aumentó. Se imprimieron catálogos de los objetos de arte coleccionados por el emperador Hui-tsung, incluyendo 20 volúmenes sobre pintura y caligrafía, y el catálogo Po-ku Tu de piezas de bronce: muchas piezas en las colecciones actuales del Museo Nacional del Palacio de pintura, caligrafía y objetos de bronce fueron catalogadas en estas tres obras. De allí que la presente colección tenga sus raíces en la dinastía Sung del Norte.

Las aventuras de los tesoros

El inmortal de la tinta derramada, por Liang Kai, pintor de la dinastía Sung (1960-1127 d.C.).

Durante la Rebelión Ching Kang (1126 d.C.) a finales de la dinastía Sung del Norte, los tesoros del palacio quedaron en manos de los tártaros Chin o esparcidos entre la gente común. El emperador Kao-tsung (quien reinó entre 1127-1162 d.C.), emperador de la dinastía Sung del Norte, inició la tarea de volver a reunir la colección imperial que se encontraba dispersa. Las pinturas y caligrafías en la colección del museo llevaban el sello de la Corte Imperial Sung del Sur; otras, el sello del Pabellón Feng-hua. Las porcelanas firmadas con los caracteres «Feng-hua» se encontraban en la parte de la colección de Kao-tsung administrada por la consorte Lady Liu. Los artículos marcados con «Tesoro de la Corte Chi-hsi» fueron coleccionados durante la época del emperador Li-tsung (quien reinó entre 1225-1264 d.C.). Cuando Hangchou, capital de la dinastía Sung del Sur, cayó en manos de los invasores mongoles, el primer cortesano mongol, Po-yen, ordenó a Tung-chi a transportar la colección imperial por mar hasta la capital mongola, la actual Pekín, donde los mongoles habían establecido la dinastía Yuan. Durante esta dinastía, aparecieron el Mi-shu Chien-chih, escrito por Wang Shih-tsien y Shang Chi-weng, y el catálogo sobre pintura y caligrafía elaborado por Wang Yun, que ofrecen referencias a la colección durante este período. Durante la siguiente dinastía, el general Hsu Ta, de la dinastía Ming (1368-1644), estuvo a cargo del transporte de la colección entera a la nueva capital, Nankín; cuando el emperador Cheng-tzu (quien reinó entre 1403-1424 d.C.) trasladó la capital de Nankín a Pekín nuevamente, los tesoros artísticos volvieron al norte. Con la caída de la dinastía Ming, la colección entera pasó a manos de los victoriosos invasores manchúes, quienes establecieron la siguiente dinastía, la Ching (1644-1911).

El emperador Ching, Kao-tsung (o Chien-lung, quien reinó entre 1736-1795 d.C.) fue un vehemente coleccionista de arte, y los altos cortesanos le obsequiaban con frecuencia objetos para su deleite. La Colección Imperial aumentó considerablemente con la incorporación de estos nuevos tesoros; la cantidad de objetos sobrepasó a la de cualquiera de las dinastías previas.

Después de la fundación de la República en 1912, el depuesto emperador Ching, Henry Pu Yi, continuó residiendo en el Palacio Imperial Ching o Ciudad Prohibida. Las tres grandes salas ubicadas frente a los Palacios Interiores --la Sala Tai-ho, la Sala Chung-ho, y la Sala Pao-ho-- fueron puestas bajo la jurisdicción del Departamento del Interior de la Corte, que separó esta sección de los Palacios Interiores y estableció allí el Museo Nacional (conocido también como Centro de Exhibición de Tesoros Antiguos). Los objetos de arte de la casa de campo de la dinastía Ching en Manchuria, el Palacio Mukden, y el palacio de verano en Jehol fueron incorporados al Centro de Exhibición y mostrados al público. En noviembre de 1924, el depuesto emperador Pu-yi fue finalmente expulsado del Palacio Interior de la Ciudad Prohibida y un comité especial resolvió catalogar y organizar los tesoros de la colección del Palacio de Pekín. El día del «doble diez» (diez de octubre) de 1925, se estableció formalmente el Museo Nacional del Palacio en la Ciudad Prohibida.

Pocos años después, bajo la amenaza de una inminente invasión japonesa, que se inició con el Incidente de Mukden el 18 de septiembre de 1931, los encargados del museo se vieron obligados a tomar medidas para proteger los tesoros artísticos que representaban más de diez siglos de cultura china. Se decidió trasladar la colección al sur, y así se dio inicio a la travesía más extraña y emocionante en los anales de la historia del arte.

Gran parte de la colección, 19.557 cajas llenas de piezas, fue dividida en cinco lotes y transportada a Shanghai en 1933, donde fueron depositadas en un almacén de siete pisos. Después de casi cuatro años fueron enviadas en diciembre de 1936 a una instalación totalmente nueva equipada con termostato en Nankín. Aquí los empleados del museo comenzaron a planear una exhibición, pero apenas habían empezado ocurrió el Incidente del Puente Marco Polo el 7 de julio de 1937 que inició la guerra en Shanghai y puso en peligro inminente a Nankín. Se sugirió evacuar la colección hacia el interior y para ello se dividieron los objetos en tres grupos. El primer grupo fue enviado hacia el oeste el 14 de agosto de 1937, a la Biblioteca de la Universidad de Hunan, en Changsha, pero poco después la estación ferroviaria de Changsha fue bombardeada y los objetos fueron enviados a Kweichou, en la provincia de Szechuan. Después de la II Guerra Mundial, los objetos fueron transportados desde el interior hasta Nankín, y se clausuró el Museo Nacional de Pekín. Los objetos de esa colección que habían permanecido en Pekín al inicio de la Guerra Sino-japonesa fueron cedidos al Museo Nacional del Palacio en Pekín; los que fueron al sur pasaron a disposición del Museo Central Nacional, en Nankín.

Las aventuras de los tesoros

Vasija Yi, con cuatro patas antropomorfas, de la dinastía Xizhou (770-221 a.C.).

Durante el invierno de 1948, la situación se tornó nuevamente peligrosa con el inicio de la insurgencia comunista. El personal del Museo Nacional del Palacio y del Museo Central Nacional se vieron forzados a seleccionar las piezas más preciadas de las colecciones en Nankín para su envío a Taiwan. Para ello se prepararon tres embarcaciones, la última de las cuales desembarcó en un día lluvioso, el 29 de enero de 1949, la víspera del Año Nuevo Chino. Para dar cabida a mucha gente que se apresuró a embarcar la nave bajo la presión de los comunistas, más de setecientas cajas fueron abandonadas en el puerto.

La colección arribó al puerto de Keelung el 22 de febrero y de allí fue llevada a Taichung. En abril del año siguiente, se almacenó la colección en unas cuevas en el Distrito de Wufeng.

En 1965 se completó la construcción del Museo Chung Shan en Wai-shuang-hsi, en el suburbio de Shilin en Taipei. La colección del Museo Nacional Central quedó bajo la jurisdicción del Museo Nacional del Palacio, almacenada en el nuevo edificio. La colección de objetos de arte que se preserva allí representa actualmente lo mejor de las colecciones de los tres palacios Ching: el Palacio Imperial de Pekín, el Palacio de Mukden, y el Palacio de Verano en Jehol.

La riqueza de la vasta colección del museo es ya ampliamente conocida. El número total de obras de arte se estimó en más de 240.000; sin embargo, ésta puede considerarse una cifra sólo aproximada. Por ejemplo, un juego de pinturas o caligrafía puede contener cierto número de hojas, algunas veces veinte o treinta. Desde que el museo fue trasladado a Taipei, su labor se ha concentrado en catalogar y reorganizar. Según la última estimación (en mayo de 1995), la colección del museo excedía las 600.000 piezas.

Esta colección comprende una extraordinaria diversidad de objetos. Hay, por ejemplo, libros raros como el Ssu ku chuan shu, enciclopedia imperial en miles de volúmenes preservada originalmente en la Sala Wen-yuan y el Ssu ku hui yao del Pabellón Chin-tsao, porcelana Ming del Palacio Ching-yang y de la Sala Ching-chi, porcelanas esmaltadas provenientes de un pequeño almacén al norte de la Sala Tuan-ning, archivos de la bóveda del Gran Consejo, etc; otros objetos estuvieron en diversas épocas exhibidos en las grandes salas y palacios de la Ciudad Prohibida o preservados en sus sótanos. Cuando se estableció el Museo Nacional del Palacio en 1925, se hizo una selección y un inventario de los objetos artísticos. Muchas piezas se dejaron en sus salas y palacios originales, mientras que algunos objetos misceláneos fueron colocados en almacenes especiales y organizados por categorías. En ese entonces, todos los objetos exhibidos en el Museo Nacional del Palacio de Pekín fueron seleccionados de cada uno de estos almacenes para su exhibición. Cuando comenzó la invasión japonesa se inició la labor de seleccionar los artículos para su transporte, que a pesar de haber sido enorme no fue difícil. Primero se encajonaron y transportaron los tesoros artísticos de la exhibición del Museo del Palacio, seguidos de aquellos que se encontraban en los almacenes, y finalmente una selección de objetos de diversos palacios y grandes salas. La cantidad de objetos transportados fue grandiosa, e incluía todas las obras maestras más finas del arte chino en la colección.

Cuando surgió la necesidad de transportar la colección a Taiwan, se contó con la participación de muchos de los empleados originales, que habían tenido a su cargo la selección y el transporte de los objetos hacia el sur y hacia el oeste durante la invasión japonesa, motivo por el cual estaban muy familiarizados con los objetos y sus métodos de empaque. Esta vez tuvieron que seleccionar solamente las mejores piezas para su posterior traslado a Taiwan. Por ejemplo, el museo poseía 23 piezas de la rara porcelana Ju de la dinastía Sung, y todas fueron transportadas a Taiwan. Se llevaron también casi todas las 450 piezas de porcelana esmaltada. Con la excepción de la pintura y la caligrafía de varios emperadores y algunas copias, todas las obras maestras se encuentran hoy en Taiwan. Otros artículos como enormes colecciones de libros raros igualmente están ahora en Taiwan.

La inmensidad de la colección del museo hace imposible la exhibición de su totalidad. Por lo tanto, hay dos formas de exhibir. Primero, el museo trata de organizar muestras representativas de las diversas clases de objetos. Así, los visitantes pueden percibir un concepto general de la herencia de la cultura china. Segundo, el museo ofrece regularmente exhibiciones especiales para los que desean especializarse y obtener una mayor comprensión de las obras de un artista particular o algún estilo.

A pesar de que la cantidad total de los objetos de arte que se hallan en la colección del Museo Nacional del Palacio en Taiwan es menor que la transportada originalmente al sur durante la invasión japonesa, lo mejor se conserva en el museo.

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