04/05/2024

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La belleza de los caracteres chinos

01/09/1998

os caracteres chinos son la más antigua escritura aún en uso como expresión lingüística de un pueblo, y continúan siendo la base literaria común de chinos, japoneses y coreanos. Los caracteres fueron contemporáneos de las escrituras cuneiformes de los asirios y de los jeroglíficos egipcios, que no sobrevivieron a la edad antigua.

Los primeros vestigios de escritura china se encontraron en los pictogramas para expresar los oráculos, llamados chia-ku wen, inscripciones sobre huesos escapulares y conchas de tortuga entre los siglos XV y XIII a.C. Las representaciones jeroglíficas tienen como base componentes importantes del medio ambiente: el Sol, la Luna, ríos, montañas, hierbas, árboles, aves y otros animales.

Estos caracteres iniciales se desarrollaron a lo largo del tiempo, volviéndose más abstractos a medida que aparecían los caracteres diseñados con trazos más equilibrados. Al llegar la Edad de Bronce, a finales del período Shang y comienzos del Chu (1100 a.C.), se produjo una extensa gama de vasijas y utensilios de bronce donde fue grabada una inmensa cantidad de caracteres que han proporcionado valiosa información sobre la vida durante los albores de la historia china.

El correr de los años transformó la forma y el estilo de la escritura. De allí, la clasificación tradicional de los caracteres chinos en seis categorías o métodos de formación (liu shu):

--hsiang hsing o pictogramas sencillos; son representaciones estilizadas de objetos concretos, por ejemplo árbol(木), bosque(林), selva(森).

--chih shih o ideogramas sencillos; son representaciones simbólicas de conceptos abstractos, como por ejemplo, el carácter shih(十), diez, que por representar gráficamente las cuatro direcciones es para los chinos el número perfecto;

--huei-i o ideogramas complejos; comprende los caracteres que son representaciones gráfico-simbólicas de los objetos o de conceptos más elaborados, para lo cual combina dos o más caracteres formando uno nuevo. Un ejemplo, hsiu(休): cuando una persona, ren(人) está cansada busca un árbol, mu(木) para descansar, y así se forma el carácter hsiu, que significa descanso.

--hsing-sheng o hsie-sheng, compuestos fonéticos; la combinación de un elemento con significado visual, o grafía, y otro de carácter fonético. Así en el carácter ku(固) se combinan el carácter fonético ku(古) y la grafía wei(囗), un cuadrado cerrado que significa «cerca, cercar, encerrar»; con ello se indica que el carácter compuesto se pronuncia ku y que significa lo que es seguro, sólido y firme. La mayor parte de los caracteres chinos son de este tipo; el elemento que denota su significado se llama «radical» y el que indica la pronunciación se denomina «fonema».

--chuan-chu, extensión etimológica; consiste en emplear caracteres con una significación derivada etimológicamente del sentido original. Como por ejemplo, los caracteres ku(固) y kai(開).

--chia chieh o préstamo falso; comprende caracteres que se toman prestados para representar una palabra con la que no guardan más relación que su similitud fonética. Por ejemplo, el carácter hu(胡), compuesto del conocido fonema ku(古) y del ideograma jou(月), «carne», no tiene nada que ver con su significado original de «papada de buey» cuando se le emplea para significar «irracional, insensato» o la partícula interrogativa «cómo, cuándo, por qué».

En vista de los inagotables procedimientos para combinar los elementos gráficos, ideológicos y fonéticos, la lengua china tiene un vocabulario de 50.000 caracteres distintos. Pero afortunadamente, el ochenta por ciento de ellos son ya arcaicos o de raro empleo. Los diccionarios modernos contienen de 6.000 a 13.500 caracteres diferentes y no llegan a 4.000 los que se necesitan para formar las palabras del habla popular.

Otro punto de interés se refiere al trazo de los caracteres. Tanto para escribirlos como para hallarlos en los diccionarios hay que conocer bien el número de trazos de cada carácter, su figura y el orden sucesivo de su escritura. Los trazos que componen los caracteres se reducen a ocho formas diferentes o trazos fundamentales que, aislados, combinados o repetidos, producen hasta 50.000 figuras diferentes o caracteres individuales. Hay una serie de principios que deben tenerse en cuenta a la hora de escribir o contar los rasgos de cada carácter.

La caligrafía china no es tan sólo un instrumento práctico de la vida cotidiana sino que está integrada, junto con la pintura, en una de las tendencias más significativas de la historia del arte chino. Desde emperadores hasta campesinos se han dedicado a coleccionar obras caligráficas. La influencia de la escritura es palpable: basta echar un vistazo a los avisos de las tiendas, a las inscripciones de edificios y monumentos, los caracteres chinos están por doquier, y son un símbolo de una sociedad rica en historia y cultura, y el centro de la singular belleza de la caligrafía china.

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