05/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Sonidos variables

01/05/2000
i sintoniza cualquier estación radial de Taiwan, lo más probable es que el 95 por ciento de las canciones que escuche sean de amor: Alguien perdió un amor, alguien abandonó a su amor, y alguien más afortunado encontró un nuevo amor. Bienvenido al mundo de la música pop de Taiwan, una mezcla de los sonidos del momento y, bueno, del amor. Muy bien, ¿verdad? Sin embargo, no es así. El ser humano no puede vivir sólo de amor.

Las canciones románticas, suaves o movidas, siempre han conformado la mayor parte de la música pop de Taiwan. La semana en que se escribió este artículo, fue un momento fuera de lo común en la lista de canciones más populares, porque nada menos que la mitad de las canciones eran de amor. Las que más se destacaron fueron una canción de rap, una melodía de rock moderado, cuyo tema es un tiroteo violento, una canción folklórica sobre la amistad, una mezcla de R&B sobre encontrarse a sí mismo, y una enérgica melodía bailable llamada “Quiero volar”. En el tope de la cartelera de sencillos se encontraba una oda acompañada de guitarra dedicada al amor perdido y a la desesperanza, “Estoy esperando por tí”, de René Liu.

En la industria de la música pop de Taiwan se hace tanto énfasis en los temas románticos que, se podría pensar que la gente aquí es la más adorable del mundo. Esto puede o no ser cierto, pero para los críticos locales es simplemente falta de creatividad, porque existen muchos otros temas sobre los que se podría cantar. “Nuestros poetas son muy inteligentes”, dice Huang Sun-chuan, editor en jefe de Pots Weekly, un periódico alternativo con sede en Taipei. “Escriben canciones con la misma profundidad de los poemas de amor que escriben los jóvenes”.

Una de las razones por las que la música de Taiwan tiene un tema en común, es que la línea divisoria entre la música pop y otros estilos musicales no es muy clara. Esto no sucede en otras áreas donde se habla chino, tales como Hong Kong o Singapur. “Hong Kong tiene sus propias bandas de música pop, orientadas a ganar dinero, y su ambiente alternativo es muy distinto”, dice Chang Chao-wei, autor de ¿Quiénes están cantando sus propias canciones?, un libro escrito en 1994, sobre el movimiento hacia la música folklórica que ocurrió a finales de los 70. “Aquí en Taiwan, se va de un extremo a otro, pero los que se mantienen en medio, califican su música como pop”.

Sonidos variables

Un anuncio gigante sirve para promocionar el álbum de una artista, justo en la entrada de una conocida sala de karaoke. Las compañías de grabación han sido criticadas por enfatizar rostros hermosos a costa de la música.

Esta flexibilidad le otorga a las canciones pop, que no tienen como tema el amor, la oportunidad de lograr gran difusión en la radio, y en consecuencia, buenas ventas de álbumes. “Air Raid Alarm”, la popular canción del grupo de rock, Wu Bai and China Blue, de su álbum en taiwanés de 1998, Arbol solitario, ave solitaria, mezcla sucesos del período colonial japonés con una insinuante conciencia histórica. “Ah, este tipo de cosas/Nunca me las contaron en la escuela/...No sabemos cuando volverán los aviones”, canturrea el cantante principal Wu Bai al ritmo del rock pesado. Hace veinte años no era posible concebir una canción como ésta, y mucho menos pensar que se convertiría en un éxito. Pero antes de ampliarse la creatividad de la temática de la música pop, fue necesario comprender el pasado.

Para el conocido director de cine, Tsai Ming-liang, las simples y sutiles canciones en mandarín de los años sesenta, que introdujo en su película El hoyo, laureada con el premio de Cannes en 1998, alcanzaron una mayor autoridad artística que sus equivalentes modernos. “En los días de Ke Lan [una vocalista popular de los años sesenta], teníamos cantantes con mucho talento, canciones que tenían sus propias peculiaridades, y un ambiente de “gran escenario”, dijo en una entrevista, el año pasado, para la revista PC Home Online. “Las canciones pop de hoy día son demasiado técnicas, demasiado mecánicas. Todo el mercado quiere ídolos y rostros hermosos”.

Esto podría ser percibido por la gente que tiene recuerdos gratos de los años sesenta como una burla de la brecha generacional. Sin embargo, estas canciones sentimentales en mandarín fueron, en realidad, calificadas en su época como mi mi chih yin, o música decadente, y escucharlas tenía cierta connotación subversiva.

Pero no todo el mundo disfrutaba de los rasgueos indulgentes de los años sesenta. “En ese entonces había pocos poetas y compositores en los círculos de la música pop en Taiwan”, dice Lo Hsiao-yun, crítico de música que trabajó en la Corporación Radioemisora de China (BCC, siglas en inglés) durante casi treinta años como presentadora de programas musicales. “Las canciones pop se escribían siguiendo pa-trones fijos durante un período muy corto. Parecía que todas salían de la misma fábrica”. Hasta principios de los setenta, las melodías que eran traídas desde Japón y del Occidente ayudaron a aliviar esta falta de talento local.

En abril de 1975, el entonces presidente de la República de China, Chiang Kai-shek, falleció. Despojada de un líder poderoso y sufriendo la inestabilidad de los lazos internacionales, la sociedad comenzó a sentir la necesidad de afianzarse. Fue entonces cuando las empalagosas canciones de amor y las copias de canciones extranjeras comenzaron a ser rechazadas. En septiembre de ese mismo año, el cantante de música folklórica Yang Hsuan, sacó a la venta Canciones Folklóricas Chinas Modernas, un importante álbum en el que cantó poemas de Yu Kwang-chung. “Creo que un sentimiento chino que ha estado reprimido durante mucho tiempo está luchando por liberarse”, dijo en una ocasión Yang. “Esta fuerza creciente me produce tanta emoción, que casi no puedo seguir cantando”.

La música disco y el rock suave pronto alcanzaron la cima de las listas de los álbumes más vendidos en Occidente; sin embargo, los esfuerzos sinceros de Yang habían transformado la agradable música folklórica en uno de los grandes ritmos de la isla. El calificativo “Canciones de campus”, como se le llamaba a este estilo, no era un nombre que lo describiera bien, porque la mayoría de las estrellas no se hicieron famosas en los campuses. Sin embargo, los recintos escolares fueron una parte importante de este floreciente estilo, y muchos jóvenes comenzaron a tomar sus guitarras y a escribir sus propias canciones. “En ese entonces, muchos conciertos de música folklórica realizados en los campuses tuvieron tanta importancia como los álbumes que salían a la venta”, dice Chang Chao-wei.

Sonidos variables

Las tiendas de discos compactos se han visto en la necesidad de ampliarse, a medida que aparecen más tipos de música pop: taiwanesa, hakka, aborigen.

Luego, en 1977, el primer Premio a la Melodía Dorada fue establecido como un concurso anual para la nueva genera-ción de jóvenes cantantes aficionados a la música pop. Sus ganadores modestamente vestidos, se convirtieron rápidamente en estrellas, reemplazando a las vistosas celebridades de la televisión. “Las canciones escuchadas en campuses, concursos como el Premio a la Melodía Dorada o en reuniones sociales, fueron recibidas de manera diferente que los temas livianos de la radio o la televisión”, dice Chang.

a música folklórica se mantuvo en su máximo apogeo hasta que se celebró, en 1981, el último concurso del Premio a la Melodía Dorada. A principios de los años ochenta, las compañías de grabación que acababan de alcanzar la prosperidad económica, integradas por personalidades clave del movimiento de música folklórica, elevaron sus presupuestos para publicidad. La moda de la música folklórica fue entonces absorbida por el mecanismo comercial de la música pop. Para Lo Hsiao-yun, de BCC, nunca ha existido diferencia entre las canciones folklóricas y la música pop. “La aparición de canciones folklóricas en los años setenta fue el resultado de la intervención de gente joven capaz de usar métodos simples y directos para expresar sus emociones”, dice. “Las canciones folklóricas son parte de la música pop, ni más ni menos. No hay necesidad de diferenciarlas, a menos que alguien quiera aprovecharse de ello para alcanzar la fama”.

El siguiente acontecimiento notable en la historia de la música pop de la isla vendría con la puesta a la venta del álbum en taiwanés, Canciones de locura. Hasta 1987, el año en que se puso fin a la ley marcial, el tiempo de la programación para televisión en idiomas diferentes al mandarín tenía limitaciones. Las canciones en taiwanés y otros dialectos, así como en lenguas aborígenes, eran subestimadas en las actividades promocionales de transmisión. El álbum dio a conocer más la música pop taiwanesa, y ayudó a Chen Ming-chang a encontrar el trampolín hacia la fama. El cantante Lim Giong, que nació en Tainan, ciudad costera del sur, llevó al rock taiwanés aún más lejos con su álbum Marchando hacia adelante, que vendió 500.000 copias y consolidó el idioma taiwanés en el mundo de la música pop comercial.

El hakka, el dialecto del segundo grupo étnico de mayor importancia en Taiwan, también ha ido abriéndose paso en el mundo de la música pop, aunque no ha tenido tanto éxito comercial como el taiwanés. “El hakka ha sido revitalizado mediante su empleo en canciones pop”, dice Huang Sun-chuan, de la revista Pots Weekly’s. “Esto es importante tanto para los jóvenes como los mayores de la comunidad hakka que se han acostumbrado sólo a escuchar este dialecto en la música tradicional”.

Sin embargo, se necesita de una acción exterior para impulsar una de las formas de música más antiguas y subestimadas de la isla hacia la corriente principal. La famosa incorporación de la voz de Difang Duana, en 1994, por el grupo alemán de música pop, Enigma, elevó aún más la posición de la música aborigen, que se limitaba a ciertas grabaciones educativas. Esto creó el ambiente para el surgimiento de una nueva generación de artistas pop, jóvenes y aborígenes, tales como Chang Hui-mei, y el duo masculino Power Station. Chang, o “Ah Mei”, se ha vuelto tan popular en China continental que, se dice en son de broma, su voz ha “retomado” el continente chino para la República de China.

La comercialización parece haber sido necesaria para que otros dialectos diferentes al mandarín se dieran a conocer. “Una empresa comercial bien establecida necesita siempre nuevas voces o elementos alternativos para mantener su competitividad”, dice Huang Sun-chuan. “En Taiwan se está madurando, y posiblemente ocurra una conexión más íntima entre el mecanismo comercial y las otras culturas”.

Pero cuando China Times, uno de los diarios más importantes de la isla, publicó en diciembre pasado una lista de los diez álbumes mejor vendidos de música pop china, no hubo un consenso sobre qué estilo representaba esa madurez. La opinión general de los seis críticos fue que la música pop ha perdido parte de su esplendor y creatividad. Uno de los críticos musicales de ese diario, Ma Hsin, señaló que Taiwan estaba atrapado en un dilema peculiar: “Los cantantes antiguos se están retirando y cediendo sus lugares a nuevas estrellas, que no son lo suficientemente maduras. El talento nuevo sólo intenta copiar a sus precursores”.

Huang Sun-chuan cree que la importancia que se le concede al factor ganancias, y no a la calidad, es lo que ha llevado a la industria musical a este aprieto. “La parte más negativa del mecanismo comercial es que agota rápidamente a un cantante”, dice. “Si se ejerce mucha presión a un artista, sin darle tiempo para descansar y reflexionar, éste no tardará mucho en desaparecer”.

La industria en general no parece tener suficiente sentido de equilibrio, ya que salen a la venta demasiados discos de diferentes estilos de música; sin embargo, no hay suficiente crítica. Esto, Chang Chao-wei dice, ha llevado al “pluralismo superficial”. “Las revistas de música pop tienden a ser ligeras, delgadas, cortas y pequeñas”, añade. “Lo que nos muestran es la imagen elegante y lujosa de la música pop, y no de toda la comunidad musical o la cultura detrás de la música”.

El resumen musical de China Times de 1999 afirmó que, a pesar del gran número de nuevos cantantes, el círculo de la música pop observó poco progreso, a excepción de la aparición de algunas bandas estudiantiles. “Las bandas en China continental están exponiendo ideas originales y gustos musicales independientes; sin embargo, ¿podrá Taiwan, a pesar de su estancamiento musical, seguir llevando la batuta en el mundo de la música pop china hacia el nuevo siglo?” escribió Ma Hsin. “¿Será de otros lugares la música pop que se escuche en Taiwan en los próximos tres a cinco años?”

ayday, una de las bandas estudiantiles elogiadas en el artículo del China Times, halló una mina de oro con el primer álbum que sacó a la venta a finales del año pasado. Durante muchos años, las bandas de música alternativa de Taiwan se han visto relegadas a bares cavernosos y festivales musicales, celebrados en la isla, conocidos solamente por un puñado de gente. Estos eventos han brindado la oportunidad a los músicos jóvenes de mejorar sus destrezas y ofrecer al público un ritmo musical diferente. Mayday, descubierta en uno de esos bares de Taipei, ha creado una exitosa combinación de rock independiente y música pop de radio. “Mayday sirve como enlace entre la música pop y la alternativa”, dice Huang Sun-chuan. “Han sido bendecidos con las características creativas de una banda alternativa, pero sin tocar los sombríos temas sobre drogadicción o luchas políticas”.

Del otro lado del Estrecho de Taiwan viene Flowers, otra banda estudiantil. El álbum de música punk-pop de esta banda pekinesa, se colocó el año pasado entre los primeros diez de las listas de los álbumes más escuchados en la isla. El trío es uno de los grupos más exitosos de China continental, y muchas de sus mejores canciones logran colocarse en las listas de éxitos en las emisoras de radio local.

Hasta ahora, ¿qué características se pueden considerar propias del mundo de la música pop de Taiwan —aparte de las canciones de amor y las ocasionales melodías creativas de los grupos alternativos o en los dialectos menos conocidos? “La música pop de Taiwan tiende a tener rasgos muy americanos o japoneses; no obstante, posee algo que es esencialmente taiwanés”, dice Chang Chao-wei. “No puedo precisar cuál es la parte taiwanesa. Creo que debe tener algo que ver con el idioma”.

Como dice Chang, la música repre-senta la manera en que nos imaginamos nuestras vidas, el ambiente, y finalmente el mundo. La isla está actualmente encarando la globalización, junto con el llamado a no olvidar las tradiciones locales. Quizá sea esta incertidumbre sobre el futuro, junto con las luchas pasadas, lo que ha llevado a Taiwan a entretejer un mundo lleno de amor en su música pop.

Popular

Más reciente