03/05/2024

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Exhibición maya en Taipei

01/07/2002
Para los mayas, la religión formaba una parte esencial de la vida diaria. De allí, la extensa gama de artículos religiosos y ceremoniales. En la foto, Incensario Zoomorfo Polícromo, del período Clásico Temprano (300 d. C). La pieza fue elaborada en forma de jaguar. Este animal ha sido relacionado con una divinidad solar nocturna y fue utilizado como símbolo de poder por las élites gobernantes.

Para la gente en Taiwan, la civilización maya es algo demasiado lejano, y hasta cierto punto desconocido. Los mayas vivieron hace más de tres milenios, alcanzando su máximo apogeo a mediados del siglo VII d. C. Esta civilización, una de las más importantes y avanzadas de Mesoamérica (sur de México, Guatemala, parte de Honduras, El Salvador y Nicaragua), desapareció misteriosamente, dejando una herencia cultural invaluable, representada por las ruinas, reliquias y artefactos culturales, que han sido estudiados y analizados por muchos arqueólogos, antropólogos, historiadores y amantes de lo misterioso y exótico.

Esta es la segunda vez que se organiza una exposición de esta naturaleza en Taiwan. La primera exhibición maya realizada en Taipei fue organizada por el Museo Nacional de Historia de Taipei junto con el Museo Chen Kwei Miau y el gobierno guatemalteco. Quince años después de esa primera muestra, Maya: Misterios en la Selva es el resultado de la colaboración y los esfuerzos del Museo de Historia de Taipei y el Ministerio de Cultura y Deportes de la República de Guatemala, que a su vez encomendó al Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala para el préstamo de las piezas que componen la exhibición.

“Es impresionante ver los detalles y la profundidad espiritual impregnada en cada pieza. Son de belleza singular y de gran valor artístico”, comenta una estudiante de historia del arte de veinticuatro años que visita la exhibición. Compuesta de porcelanas y cerámicas, vasos, platos y vasijas bellamente decorados, incensarios ceremoniales, piezas de piedra, concha, hueso, jade, pedernal, obsidiana y madera, así como por destacadas reliquias de los mayas antiguos, tales como la estela No. 11 de Kaminaljuyú y el marcador de la ceremonia del juego de pelota, la colección reúne una espectacular gama de artefactos útiles y decorativos que denotan el alto grado de desarrollo de la civilización maya.

La muestra cuenta con 155 piezas que exponen las diversas características de los distintos períodos: preclásico, clásico y postclásico. “Las piezas son muy hermosas y algunas enigmáticas. Sin duda que la civilización maya fue esplendorosa, y su pueblo muy inteligente”, dice un estudiante de bachillerato de apellido Huang, que vino a la exposición junto con su profesora de arte y sus compañeros de clase. “Cada una de las piezas representa, por su originalidad, caraterísticas, constructivas y decorativas, al período que corresponde, y en su conjunto muestran una parte de la vasta riqueza, la sensibilidad y la grandeza de nuestros antepasados”, expresó la ministra de cultura y deportes de la República de Guatemala en la presentación del catálogo de las piezas de cerámica.

Una de las piezas más llamativas en la exposición es la máscara funeraria de jade de Abaj Takalik, la cual ha sido restaurada. La pieza pertenece al período clásico, y fue hallada dentro de una vasija en el sitio arqueológico de Abaj Takalik. La exuberante obra hecha en jade está formada por un mosaico de 24 piezas. Una excelente muestra de la talla sobre jade y las destrezas de pulimento de los mayas antiguos, según Héctor L. Escobedo A., arqueólogo guatemalteco. El uso del jade es algo en lo que se puede relacionar la cultura maya con la china, para la que el jade es una piedra preciada y de alto valor. “Me parece que la cultura maya y la china tienen algunas cosas en común, por ejemplo, el uso del jade en muchas de sus piezas”, comenta un visitante que admira la cultura maya.

De hecho, se pueden hacer ciertas comparaciones interesantes entre la cultura maya y china, y los organizadores de la exposición tomaron ésto en cuenta a la hora de planificar el evento. Por ello, durante el recorrido por los pasillos de la sala de exhibición, se pueden observar vitrinas, afiches y explicaciones donde el visitante puede aprender y ver por sí mismo las semejanzas y diferencias entre ambas civilizaciones a través del tiempo. “Es muy útil e interesante que hayan pensando en hacer estas comparaciones. En verdad, hay aspectos muy similares”, comenta Lin Chih-min, ama de casa que le gusta visitar exhibiciones de arte como pasatiempo.

La muestra fue organizada y planificada prestando atención a todos los detalles. El exterior del museo fue decorado atractivamente con diseños mayas: esculturas, y formas de pirámide. La entrada fue adornada recreando la selva, con árboles, hojas y sonidos de la naturaleza. Las luces y la disposición de las piezas colocadas de tal manera que el visitante no pierda el interés en ningún instante. Una sala de audiovisuales ofrece un vídeo explicativo para que el público pueda aprender más sobre la geografía, flora y fauna del área donde vivieron los mayas. Además, los organizadores tuvieron presente el público infantil y diseñaron áreas para juegos donde los niños pueden jugar y tocar juguetes típicos de la cultura maya.

Uno de los puntos más llamativos del recorrido a través de la muestra es la maqueta de la ciudad pionera de la civilización maya, Tikal, que fue el centro religioso y comercial maya. Esta ciudad tuvo algunas de las más prominentes expresiones maya, donde se construyeron palacios y pirámides. Tikal desapareció junto a la civilización maya, quedando sepultada por la selva durante más de quinientos años, y fue descubierta nuevamente por los conquistadores españoles a finales del siglo XVII. La maqueta ocupa un espacio considerable en una de las salas de exhibición, y llama la atención de todos los visitantes quienes se quedan atónitos observando la grandeza y espectacular belleza de esta ciudad misteriosa.

La civilización maya sobresalió en diversos aspectos, entre los que vale la pena destacar, su escritura logosilábica, su concepción astronómica del Universo, la creación de un calendario de gran precisión, su avanzada técnica de cómputo, que incluye la primera invención de la noción matemática del cero, así como su maestría en la escultura y el uso del color y diseño de los glifos. La gente de Taiwan ha podido aprender de primera mano sobre éstos y muchos otros interesantísimos aspectos de esta avanzada civilización, mediante una exposición completa, instructiva y, sobre todo amena.

Más de cincuenta mil visitantes han acudido a ver la exhibición, y se puede afirmar que ha sido un éxito. Sin embargo, no sólo la gente del norte de la isla tendrá la oportunidad de deleitarse con esta valiosa muestra. Maya: Misterios en la Selva pasará pronto al Museo Nacional de Bellas Artes de Taiwan en la ciudad de Taichung, donde estará abierta al público desde el 17 de agosto hasta el 20 de octubre. Y haciendo eco de las palabras de Francisco L. Y. Hwang, Embajador de la República de China en la República de Guatemala, en su presentación del catálogo de la exhibición, se espera que ésta sea “exitosa y beneficiosa, para acrecentar los conocimientos mutuos, así como para estrechar las cordiales relaciones bilaterales existentes entre los gobiernos y pueblos de ambas repúblicas”. Ampliar los conocimientos de los ciudadanos, conocer más de cerca otras culturas y civilizaciones, forma parte de los esfuerzos que se están realizando en Taiwan por mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

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