04/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Diálogo literario con el mundo

01/07/2003

El año de 1972, el año siguiente al retiro de Taiwan de las Naciones Unidas, fue para mucha gente en Taiwan una época de aislamiento sofocante. Sin embargo, para el círculo literario de Taiwan, ese año vio el comienzo de The Chinese PEN, un importante hito en el proceso de conectar Taiwan con el resto del mundo a través de la literatura. “Somos la única revista en Taiwan que publica traducciones de la literatura taiwanesa de manera regular”, señala Kao Tien-en, editor de la revista y presidente del Departamento de Idiomas Extranjeros en la Universidad Nacional de Taiwan. Es generalmente reconocida por los miembros de International PEN, agrega Kao, como una de las mejores publicaciones de la organización internacional con sede en Londres, que fue establecida en 1921. De hecho, en cuanto al esfuerzo de hacer la literatura taiwanesa accesible al resto del mundo, debe darse mucho crédito a The Chinese PEN, que ha introducido traducciones en inglés de prosa y poesía taiwanesa a la comunidad internacional durante tres décadas sin interrupción.

Los esfuerzos incansables en promover la literatura taiwanesa al resto del mundo es parcialmente el resultado de la administración de Nancy Chang Ing, la editora de la revista durante sus primeros veinte años, así como su principal patrocinadora a través de la Fundación Hao Ran, establecida por su esposo para apoyar las actividades culturales en Taiwan. Ing, una ávida amante de la literatura, no sólo ayudó a Taiwan a comunicarse con el círculo literario extranjero en las ocasiones internacionales, sino que también abrió la puerta a muchos traductores emergentes, tales como Howard Goldblatt, un sinólogo estadounidense y famoso traductor hoy día. “La literatura taiwanesa y muchos escritores y traductores le deben mucha gratitud”, dice John J. S. Balcom, otro traductor establecido que comenzó con The Chinese PEN.

Entretanto, la sociedad literaria taiwanesa está tratando de establecer otro capítulo de International PEN llamado Taiwan PEN, para promover la individualidad de las creaciones literarias escritas en Taiwan. Taiwan PEN, una organización privada fundada en 1987, está a la espera de la aceptación por parte de la organización internacional, que ahora posee 130 centros alrededor del mundo, incluyendo el Centro Chino Taipei que publica The Chinese PEN. Sin embargo, es posible tener más de un centro en un país o área, como es el caso de Estados Unidos y China, y Taiwan PEN cree que vale la pena hacer el esfuerzo de tratar de incorporarse a International PEN. Mientras tanto, Taiwan PEN apenas comenzó el año pasado a promover la literatura taiwanesa a través de la traducción, tales como las obras del famoso poeta Lee Kuei-shien.

The Chinese PEN, uno de los primeros promotores de la literatura taiwanesa en el extranjero, ha recibido el apoyo de otros grupos en los últimos años. Por ejemplo, en 1996, la traducción de literatura taiwanesa recibió un gran impulso cuando la Fundación Chiang Ching-kuo para el Intercambio Internacional entre Intelectuales (CCKF, siglas en inglés) comenzó a patrocinar la publicación de novelas y poemas taiwaneses del siglo XX en inglés por Columbia University Press, una distinguida publicación académica en la ciudad de Nueva York. El CCKF, establecido en 1988, espera que la Columbia University Press publique alrededor de 20 obras locales traducidas para el año 2007. Entretanto, los ocho títulos que ya han sido publicados han recibido considerable atención. Por ejemplo, Notas de un hombre desolado, de Chu Tien-wen, traducido conjuntamente por Howard Goldblatt, estuvo entre los “Libros notables de 1999” del New York Times, y Angeles Times los incluyó en su lista de “Mejores libros de 1999”. Otra obra en serie, Caballo de tres extremidades, de Cheng Ching-wen, ganó el Premio Kiriyama al Libro de la Cuenca del Pacífico en 1999.

Otro patrocinador del proyecto de Columbia University Press es el Consejo para los Asuntos Culturales (CCA, siglas en inglés), que desde 1990 ha trabajado en un Proyecto de Traducción de Literatura China, y ha logrado promover el interés en la literatura de la isla entre los editores extranjeros. En total, más de 90 libros han sido traducidos hasta ahora bajo el programa patrocinado por el Gobierno. La mayoría de las obras han sido traducidas al inglés, pero mayor atención se está prestando en traducir la literatura de Taiwan al japonés, según Huang Wu-chung, quien supervisa el proyecto de traducción del CCA. A partir de 1998, el CCA ha emprendido varios programas en colaboración con Tokyo University Press, y otras cinco casas editoras para traducir las novelas y poesías taiwanesas, así como la literatura aborigen al idioma japonés. “En el pasado, la literatura del continente chino atrajo mucha más atención que la literatura taiwanesa entre los estudiantes universitarios de Japón, pero en los últimos diez años, esta última ha ganado más terreno”, indica Huang, a quien le sorprende el cálido recibimiento que obtuvo cuando él visitó Japón en junio pasado para la publicación de Mujeres hakka, una antología de cuentos taiwaneses.

Por otra parte, la literatura extranjera traducida al chino está aumentando en cantidad y calidad. En el pasado, los lectores se consideraban consumidores que se satisfacían fácilmente, pero ahora no se quedan callados ante malas traducciones o pasajes poco elegantes. Según Chen Yu-hang, jefe de iFRONT Publishing Company, las nuevas demandas que tienen los traductores han sido beneficiosas para la industria de las publicaciones como un todo. El resultado ha sido que los traductores mismos toman la iniciativa en muchas ocasiones para revisar las obras por temor a ser criticados.

Chen indica también que la disponibilidad de traductores cualificados en otros idiomas diferentes al inglés y japonés los dos idiomas extranjeros más populares en Taiwan trae como resultado traducciones más precisas. “En el pasado, era bastante común introducir una obra que no era en inglés, traduciendo su versión en inglés”, explica Chen. “Eso creó una brecha entre el original y sus traducciones en chino”. La situación ha cambiado desde que traductores cualificados en idiomas diferentes al inglés y japonés son ahora mucho más comunes. Un ejemplo es el francés, Chen solía buscar primero un traductor cualificado de francés-chino antes de conversar con la compañía editora para los derechos de reimpresión, pero ahora él puede pasar por alto este paso, porque siempre encuentra buenos traductores de francés-chino. “Entretanto, las compañías editoras francesas están más dispuestas a agregar introducciones en inglés a sus catálogos de libros, lo que nos facilita elegir libros para ser traducidos”, agrega.

Una nota interesante es que Taiwan depende frecuentemente de los traductores continentales. “Se pueden encontrar traductores para una amplia variedad de idiomas en China”, dice Chen. “Muchos de ellos son intelectuales retirados, bastante disponibles y dispuestos a trabajar para compañías taiwanesas”. La casa editora de Chen acaba de emprender un gran proyecto para traducir literatura mundial, editada por William Tay, profesor en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong, quien desde los años ochenta está ayudando a traer literatura traducida a Taiwan. Bajo la orientación de Tay, iFRONT publicará pronto una serie de obras literarias italianas traducidas por un experto traductor continental. Según el publicista de iFRONT, cuando las casas editoras se encuentran con una buena traducción ya publicada en China continental, algunas veces las adoptan simplemente para los lectores de Taiwan. “Todo lo que tenemos que hacer es convertir los caracteres simplificados a los chinos tradicionales, y traducir ciertas expresiones al lenguaje coloquial de los lectores”, dice Chen.

En general, las traducciones chinas de literatura extranjera no son poco comunes. Una razón principal es que es difícil para los editores sobrevivir únicamente con los libros de escritores profesionales nativos debido al pequeño mercado doméstico; como resultado, las compañías editoriales locales deben depender de las traducciones chinas de obras extranjeras para poder costear sus gastos. Las traducciones de libros extranjeros representan generalmente más de la mitad de los nuevos libros en la mayoría de las compañías editoriales, aunque entre los libros traducidos, las obras no literarias sobrepasan a las literarias. “Parece que las obras literarias pueden atraer la atención de los lectores si el autor es muy conocido”, resalta Chen. “Por ello, seriamente agregamos a nuestras publicaciones literarias una introducción detallada sobre su autor, especialmente cuando se trata de uno bueno pero menos conocido”.

Los eventos, tales como la Exhibición Internacional del Libro de Taipei (TIBE, siglas en inglés) también ha contribuido a la familiarización de los lectores locales con la literatura extranjera. A partir de 1987, TIBE, organizada principalmente por la Oficina de Información del Gobierno, se ha realizado 11 veces y se ha vuelto recientemente un evento anual. Actualmente, es la cuarta exhibición del libro más grande del mundo con 2.092 puestos de 49 países en 2003. Cada año, TIBE crea una sección que enfoca la literatura de un país específico. La exhibición de este año se dedicó a la literatura checa, y algunos escritores de ese país europeo fueron invitados a Taiwan. Otros escritores extranjeros también participaron, incluyendo a Wole Soyinka, el ganador del Premio Nobel de Literatura en 1986, un autor que de lo contrario los taiwaneses hubiesen ignorado.

A pesar de las mejores conexiones literarias entre Taiwan y el resto del mundo, hay mucho espacio para mejorar en cuanto a la globalización literaria de la isla, según algunos en la industria editorial. Chen En-chyuan, secretario general de la Asociación de Editores de la República de China con sede en Taipei, sugiere que el Gobierno Central estimule una industria sostenida de la traducción, mediante el apoyo de un equipo de traductores profesionales que estén comisionados para traducir literatura extranjera, como lo han hecho China y Japón. “No es fácil ganarse la vida como traductor en Taiwan”, dice. “Por lo tanto, el Gobierno debería crear un ambiente estable para ellos. Eso es esencial para la labor de ampliar los horizontes de la gente y enriquecer su vida espiritual”.

Kao Tien-en, de The Chinese PEN, cree que las publicaciones sin fines de lucro como la suya, deberían recibir más apoyo del Gobierno porque sirven de puente entre la literatura mundial y local. De hecho, brindándole a los lectores en otros idiomas un vistazo de las creaciones literarias de Taiwan, los autores locales se están uniendo a los niveles de la “comunidad mundial de escritores”, en palabras de International PEN, y por ello, dándole a Taiwan una voz distintiva en el diálogo literario internacional.

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