09/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Una parte de la vida local

01/01/1996
Foto de Huang Chung-hsin El Centro de Penghu es uno de los pocos que se ha convertido en una gran atracción turística. Una de las principales razones es la Galería Erh Tai, que exhibe las obras del artista autodidacta, Chao Tung-ho, que se estableció en las Islas Pescadores durante sus últimos años de vida. Aquí, una exhibición de su taller de escultura.
Las Islas Pescadores, un archipiélago de más de sesenta islas situado a cincuenta kilómetros de la costa suroeste de Taiwan, no se ha desarrollado tan rápidamente como el resto de Taiwan. Los proyectos de infraestructura son menos frecuentes debido a los limitados recursos y los fuertes vientos monzónicos que plagan el área entre los meses de octubre y marzo. Las oportunidades de empleo se limitan prácticamente a la industria pesquera y a la moderada industria turística de las islas. La educación disponible llega hasta el bachillerato, y para entrar a la universidad en Taiwan, los estudiantes de las Islas Pescadores tienen con frecuencia desventajas al competir con los jóvenes mejor instruídos de otros lugares; los estudiantes de otras áreas tienen acceso a mejores instituciones educativas así como a las escuelas de preparación acelerada que les ayudarán a prepararse para el examen de entrada a la universidad. En cuanto a las actividades recreativas, las Islas Pescadores apenas tienen unos cuantos clubes de karaoke y algunas tiendas de alquilar películas. En las islas sólo hay un cine.

Pero son estas desventajas las que han contribuído al éxito del Centro Cultural del Distrito Penghu (Pescadores). Desde que fue inaugurado en 1981 en Makung, la isla más grande del archipiélago, el centro ha tratado de compensar la falta de oportu­nidades educativas y de esparcimiento en las islas. Especialmente en los últimos años, a través del desarrollo de nuevos programas, el centro se ha convertido en el punto central del área. De hecho, entre los veinte centros culturales de nivel local de Taiwan, quizás ninguno ha jugado un papel tan importante o ha satisfecho tantas necesidades como el de las Islas Pescadores. Se ha transformado en un refugio para los noventa mil residentes locales, así como para los turistas e historiadores. "En otras ciudades o distritos, el centro cultural es simplemente un centro cultural", dice el Director Liu Ting-chien. "Pero nuestro centro cultural es multifuncional".

La mayoría de las instalaciones del centro son las únicas de su tipo en las veinte islas habitadas de este archipiélago. El centro tiene tres bibliotecas, una para libros de referencia, una para adultos, y otra para niños; una gran sala de lectura y un área llena de periódicos y revistas; una sala de conferencias con 126 asientos que varias veces al mes también funciona como cine; dos salas de conferencias con cuarenta asientos; y dos galerías para exhibiciones de arte y exposiciones sobre temas edu­cativos tales como los terremotos o libros infantiles. La sala para espectáculos, que tiene capacidad para mil personas, ha sido acogida con entusiasmo por la comunidad. La programación incluye diversas acti­vidades, desde teatro de títeres hasta conciertos de música clásica y danzas modernas, y se venden regularmente todas las entradas para los espectáculos. El Museo de Recursos Oceánicos, ubicado en el centro, que fue inaugurado el año ante­pasado, y la sala de astronomía y el observatorio, que abrieron hace más de seis años, son especialmente populares y se han convertido en una gran ayuda para los profesores de ciencias de esa zona.

Para muchos residentes de Penghu, dice Liu, el centro parece haberse convertido en el punto de reunión para todas las actividades que se realizan en las islas, ya sean culturales, recreativas, o educativas extracurriculares. "Hemos hecho cualquier cosa que se pueda imaginar", dice él. Entre otras cosas, el centro ofrece un programa completo de clases tanto para adultos como para niños. Los cursos del verano pasado incluyeron caligrafía, dibujo, cerámica, música tradicional, y canto coral. Durante las vacaciones escolares, el centro también funciona como una especie de escuela de preparación acelerada, ofreciendo clases de matemáticas, inglés, y composición, dictadas por profesores locales a estudian­tes de primaria y secundaria básica.

Durante el año escolar, el centro subsidia los costos de transporte de las escuelas que quieran aprovechar sus programas o instalaciones. El centro financia un tercio de los gastos de las escuelas de Makung y dos tercios de las escuelas de las otras islas. Además, esta institución patrocina conferencias y espectáculos en las escuelas y en la base militar de las islas, y también ofrece programas para la prisión de la zona, ubicada en Makung, que aloja a mil setecientos presos. El espectáculo que se presentó en la prisión recientemente consistió en un recital de guitarra dado por el músico taiwanés, Su Chao-hsing." Las organizaciones e instituciones locales suponen que tenemos el espacio para los espectáculos y otros eventos, así como también las conexiones y la habilidad de movilizar gente", dice Liu. "Por eso, todo el mundo acude a nosotros".

Una de las actividades más populares entre los residentes son las giras turísticas que organiza el centro para visitar los antiguos templos y otros lugares históricos de las islas, que se realizan todos los fines de semana entre los meses de abril y oc­tubre. Aproximadamente cuatro autobuses llenos de participantes se unen gene­ralmente a las giras, entre ellos hay muchas familias con niños pequeños. A cargo del grupo están varios guías que han pasado por un entrenamiento intensivo de cuatro meses en temas como la historia, cultura, geología, topografía, y la fauna de las islas. Un grupo, por ejemplo, fue a la Isla Mao, considerada el mejor habitat de Taiwan para ciertas especies de golondrinas de mar. Otro exploró la Isla Hua, que tiene una composición geológica mucho más antigua que las otras islas. Estas islas se formaron de rocas volcánicas hace unos 8,5 millones de años, mientras que la Isla Hua se remonta a unos 60 millones de años y tiene grandes concentraciones de feldespato, cuarzo, y piedra caliza, lo que la hace geológicamente similar a China continental.

A pesar de que las giras son organizadas con fines educativos, la atmósfera es relajada. Algunas veces, los participantes llevan pescado fresco y disfrutan de una barbacoa al final de la jornada. Lin Wen-chen, uno de los guías de más antigüedad, piensa que las giras están teniendo un efecto positivo en la actitud de los residentes hacia el medio ambiente en donde viven. "Estoy especialmente contento de ver aquí a tantos estudiantes de primaria", dice él. "Ellos aprenden mucho sobre la protección ambiental". Lin también ha notado que las excursiones están atrayendo a más estu­diantes universitarios que se especializan en turismo, una señal que él espera tendrá un impacto saludable en el futuro desarrollo del turismo en las islas.

Asimismo esta institución está teniendo un efecto sobre el turismo de las Islas Pescadores. De hecho, este centro cultural es uno de los pocos que se ha convertido en una gran atracción turística. Para muchos de los 400.000 mil viajeros que vienen desde Taiwan cada año para disfrutar del soleado verano y las atractivas playas de Penghu, una parada esencial en el itinerario es el recién inaugurado Museo de Recursos Oceánicos. El museo enfoca el elemento esencial de la vida en Penghu: la interacción entre los seres humanos y el mar.

La mayoría de los visitantes comienza con una parada en el pequeño teatro, en donde se pueden sentar sobre el piso alfombrado para ver una serie de videos que presentan la vida marina y los paisajes naturales del área en una pantalla de 180 pulgadas. En la sala principal se muestran diapositivas y espécimenes relacionados con la geología, la topografía costera, los depósitos minerales, los recursos corales, la flora y la fauna de pantano, los recursos marinos, y los esfuerzos de protección ecológica del área de las Islas Pescadores. Hay una exhibición donde se permite a los visitantes tocar fósiles de algunos corales raros típicos de la zona. Una sala adjunta posee un mundo marino en miniatura que ocupa una vitrina que va desde el piso hasta el techo, se divide en las zonas norte y sur del Estrecho de Taiwan e incluye muestras de una extensa gama de especies corales, así como también réplicas de equipos utilizados en los criaderos de ostras y perlas. Los mosaicos que sirven de base a las vidrieras son igualmente impresio­nantes. Los artesanos locales usaron coral, caracoles, y guijarros para diseñar llama­tivas imágenes de tiburones, langostas, anémonas, y otras criaturas marinas.

El centro también tiene otra atracción para los turistas: la "Galería Erh Tai", que lleva como nombre el seudónimo de Chao Tung-ho, un artista autodidacta que en sus últimos años vivió en Penghu. De hecho, Chao vivió en el centro hasta su fa­llecimiento a principios del año pasado a la edad de ochenta. Cuando vino a Penghu en 1988, hizo un acuerdo con el centro para que se destinara mil ochocientos pies cuadrados con el fin construir un museo para exhibir sus obras, además de un pequeño espacio para su vivienda y taller; a cambio, él diseñó el edificio y pagó por su construcción. A su muerte, las obras de Chao fueron legadas al centro.

La Galería incluye tres edificios de una planta, contruidos con ladrillos y cemento, y un jardín de estilo japonés en donde los visitantes son recibidos por grandes esculturas abstractas impresas con el rostro del artista. Adentro, las exhibi­ciones revelan la amplia variedad de las obras de Chao, que van desde la caligrafía tradicional y pinturas chinas de paisajes hasta coloridas pinturas al oleo, esculturas de cerámica, y obras de instalación hechas de madera y vidrio roto. En el sótano, el taller sigue intacto, los pinceles, paletas, y trabajos sin terminar dispersos por doquier. Aunque Chao tiene una reputación mixta como artista –sus obras se han vendido bien en el mercado del arte en Taiwan, pero la mayoría de los críticos no lo consideran un artista serio– la administración del Centro de Penghu cree que su museo es una adición única para el centro. "Nos sentimos honrados de que haya vivido aquí", dice el Director Liu.

Además de los turistas, el Centro Cultural de Penghu también atrae a muchos investigadores que desean explorar los recursos naturales arqueológicos e históricos del área. Otra vez, gracias al lento desarrollo de Penghu, muchos de los sitios históricos de la isla permanecen intactos. Los artefactos de mayor antigüedad que han sido encontrados datan de hace casi setecientos años, cuando China continental estableció por primera vez representantes del gobierno en las islas. "Ellos dejaron muchísimos objetos históricos que han sido útiles para estudiar las primeras relaciones a través del Estrecho", dice Liu. Hasta ahora, el centro tiene una colección de diecinueve mil fragmentos de cerámica y porcelana de las Dinastías Sung (960-1279) y Yuan (1279-1368), la mayoría de los cuales fueron recolectados de restos de barcos naufragados en el área que han sido descubiertos por pescadores de Penghu. Los eruditos de la Academia Sínica, el primer instituto de investigaciones de Taiwan, y varias universidades han usado esta colección desde 1986 para estudiar a los primeros habitantes chinos de Penghu.

El Director Liu espera que los residentes locales jueguen gradualmente un papel más importante en los programas de investigaciones históricas del centro. El año pasado, treinta personas participaron en una serie de conferencias sobre métodos de investigación de campo, dictadas por investigadores de la Academia Sínica. Se ofrecieron también varias clases para estudiantes de secundaria básica y bachillerato. La siguiente etapa será comenzar a realizar el verdadero trabajo de campo que tiene como objetivo los noventa y siete pueblos y municipios de las islas. De esta manera, los investigadores esperan obtener un mejor entendimiento de los hábitos de vida de los primeros residentes de cada pueblo. Y Liu espera ayudar a que los residentes modernos de hoy aprecien la riqueza del conocimiento que puede encontrarse en sus mismos pueblos. "Nosotros hemos encontrado que la gente tiene mucha familiaridad con las construcciones arquitectónicas famosas de las islas", dice Liu, "pero, son ignorantes de la historia de los lugares donde nacie­ron".

 

Foto de Huang Chung-hsin

Para la gente local, las giras por muchos templos antiguos y otros lugares históricos de las islas son una de las actividades favoritas. La siguiente etapa es hacer que los residentes participen en la investigación de campo sobre sus propios pueblos. Tanto adultos como adolescentes ya han tomado cursos de metodología.

El centro también ayuda a los residentes a aprender más acerca de sus pueblos a través de su programa de publicaciones. A diferencia de la mayoría de los centros culturales de Taiwan, que produce generalmente solamente panfletos para presentar sus instalaciones, el Centro de Penghu ha publicado cerca de veinte libros, todos distribuidos gratuitamente. Entre ellos hay guías turísticas para identificar moluscos, aves migratorias, y fosiles de animales encontrados en el área; colecciones de obras de poetas y artistas de la caligrafía locales; libros sobre las costumbres tradicionales entre los isleños; y fotografías histórícas de Penghu de principios de este siglo. Los materiales son todos compilados por el propio personal del centro y los miembros de la Sociedad Cultural Chai-feng, que está integrada principalmente por maestros locales.

Además de los miembros de la Sociedad, cerca de otros sesenta residentes de la comunidad también trabajan como voluntarios en el centro, para complementar a los treinta y pico miembros de personal. Sus responsabilidades van desde ayudar con el trabajo administrativo hasta organizar exhibiciones y trabajar como acomodadores durante los espectáculos. Lin Wen-chen, el líder de la Sociedad Chai­-feng, ha descubierto que trabajar con el centro es una experiencia muy diferente a trabajar con la mayoría de los estableci­mientos administrados por el gobierno. "Hay dos cosas en particular sobre este centro", dice Lin. "Raramente, el servicio público está tan estrechamente ligado a los grupos privados, y raramente un centro cultural hace tanto por la educación básica". El también elogia a los miembros del personal por ser atentos y trabajadores. Asimismo, él siente que ellos son como una extensión de la comunidad. Lin dice: "Son tan amables como sus vecinos". ■

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