02/05/2024

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Taiwán Hoy

Cultura de puerta en puerta

01/03/1996
Foto de Chang Su-ching Esta exhibición de cerámica Cochin, un tipo de cerámica colorida usada en los templos, atrajo tanto a jóvenes como adultos. El método orientado a servir al público del centro conlleva un récord estadístico de la reacción de los participantes en cada evento.
Si Ud. le pregunta a varios residentes del Distrito de Kaohsiung dónde está el centro cultural, seguramente recibirá diferentes respuestas. Algunos dirán que está al sureste del Distrito en la Ciudad Fengshan, en donde está situado el Monumento Conmemorativo de Sun Yat-sen. Otros dirán, a unos cuarenta kilómetros al norte, en el pueblo de Meinung, e incluso algunos insistirán en que se encuentra en Kangshan, a unos veinticinco kilómetros al norte de Fengshan. De hecho, los tres lugares forman parte del Centro Cultural del Distrito de Kaohsiung, el más disperso de los veinte centros de la isla. El resultado pudo haber producido una dilusión de energía y recursos, pero en efecto, las tres instala­ciones se complementan entre sí para hacer una significativa contribución en esta gran área rural al sur de Taiwan.

En el Monumento Conmemorativo a Sun Yat-sen en Fengshan, una ciudad de aproximadamente 300.000 residentes, el día comienza muy temprano a las 5:00, cuando varios grupos de bailarines con espadas, conjuntos de danzas folklóricas, expertos de tai chi, y otros pequeños grupos de ejercicios, se reúnen en la plaza principal para practicar. A las 8:00, cuando estos madrugadores se preparan para marcharse, los aficionados a la lectura comienzan a llegar a la biblioteca. Los adultos se dirigen a la sala de publicaciones para leer la gran selección de periódicos y revistas, y los chicos trepan a la sala de lectura infantil para buscar libros y luego sentarse a leer en sillas o sobre el brillante piso de madera.

A media mañana, los amantes de las artes comienzan a entrar y a apiñarse en las cuatro salas de exhibición que ocupan un espacio de 4.000 pies cuadrados. Este verano, la galería presentó una exhibición de títeres de sombras hechos en cuero y guiones antiguos de teatro de títeres, y atrajo a casi treinta mil visitantes durante el mes que duró la exposición. Junto a la exhibición, los chicos tuvieron la opor­tunidad de tallar sus propios títeres en trozos tiesos de cuero o probaron mani­pular sus títeres favoritos.

Por la tarde, el auditorio para espec­táculos que tiene una capacidad para 600 personas, está colmado de actividad. Los voluntarios del Grupo Dramático Sun­flower ajustan las luces y preparan el escenario, entretanto, los reporteros y fotógrafos se preparan para el imprevisto preestreno del espectáculo de mañana en la noche. Su producción, que trata sobre los problemas diarios de los incapacidados mentales, ha recorrido toda la isla durante el verano para recoger fondos para la Asociación para los Física y Mentalmente Incapacitados.

Mientras la Sala de Fengshan rebosa de actividad, otras actividades culturales se realizan a cincuenta minutos en auto, en el pueblo de Meinung. Este pueblo es conocido por su gran población Hakka, una minoría de la etnia china Han con sus diferentes tradiciones propias. La Galería Campesina de Meinung, ubicada en el segundo piso del edificio de tres niveles de la Oficina de la Asociación de Agricultores, tiene una exhibición de esculturas de Chan Liu-miao, que es conocido en la isla por crear detalladas figuritas con trozos de cuero. La galería, que fue inaugurada en 1991, es uno de los lugares más atractivos del área, junto con el museo conmemorativo dedicado al famoso escritor taiwanés Chung Li-ho, que se encuentra en las cercanías, y un parque de mariposas a varios kilómetros de distancia. "Aunque la galería está bastante aislada, siempre hemos tenido espectadores", dice el asistente de la exhibición Fu Hsiu-ying. "Generalmente, no estamos llenos, pero hemos logrado tener un público regular, de la mayoría de los pueblos del área". En el tercer piso del edificio, una pequeña biblioteca de videos también atrae a una multitud regular de jóvenes aficionados con su programa de exhibición de tiras cómicas. "Aquí, nunca nos faltan las risas de los niños en el verano", dice Fu.

Viajar de Meinung a Kanshan requiere de otros cincuenta minutos en auto hacia el suroeste, a lo largo de angostos caminos que serpentean los arrozales. Este pueblo de 90.000 habitantes se enorgullece de tener la más grande de todas las instalaciones, donde se encuentran ubicadas las oficinas principales del centro cultural. En un típico día de verano, docenas de adultos y jóvenes entran y salen de la biblioteca durante todo el día. En el mismo edificio principal, en una de las dos salas de exhibición, un anciano y una multitud de estudiantes de primaría están mirando una exposición de decoraciones tradicio­nales para los templos hechas en cerámica. Un padre con su hijo, todavía húmedos después de la clase de natación en la piscina pública ubicada detrás del edificio, están en el centro de información consultando el horario semanal del auditorio que tiene una capacidad de 800 personas.

Sin embargo, el centro de atracción en Kanshan es el Museo de Títeres de Sombras, que se encuentra en un edificio de cuatro pisos, esta forma de arte llegó a esta zona hace casi cien años. Ubicado al lado del edificio principal del centro, el museo abrió el año pasado. La colección incluye figuras de cuero hechas a mano usadas en el teatro de títeres de sombras, instrumentos musicales, y viejos baúles que los grupos de títeres usaban para llevar su espectáculo de un lugar a otro. Una sala de documentos especiales exhibe guiones tradicionales, así como publicaciones y trabajos de investigación hechos sobre el teatro de títeres de sombras. "Tenemos casi cuatro mil objetos de todo el mundo", dice una empleada de mucha antigüedad, Chang Yue-ying. Ella añade que el centro está constantemente buscando más obras artísticas. "Compramos todo lo que le quedaba a un grupo local de titiriteros que estaba cerrando".

No obstante, el primer objetivo del museo, dice Chang, no es simplemente expandir su colección."Nuestra meta más importante", dice ella, "es mantener viva esta forma de arte y trasmitirla a la próxima generación". El museo hace regularmente presentaciones y dicta clases en las escuelas del área, y durante la primavera pasada, cerca de quince maestros de escuela pri­maria participaron en un curso de teatro de títeres que incluyó lecciones sobre la fabricación de títeres y actuación. Cada mes, la institución también patrocina dos espectáculos profesionales, que atraen generalmente a una buena multitud. Cada espectáculo es presentado por uno de los cinco grupos de títeres de sombras que aún existen en la isla, todos mantienen estrechas relaciones con el centro. El centro también ayuda a patrocinar giras a nivel local y en el exterior. En septiembre, la institución organizó una serie de presentaciones y talleres en Paris para el muy respetado Grupo de Títeres Fu Hsing Ko.

Administrar esta institución que se encuentra tan dispersa es un reto especial para el Director Huang Kuo-ming, de 36 años de edad, que asumió el cargo en 1992. Sin embargo, otros miembros del personal dicen que él lleva a cabo su responsabilidad con un práctico método inspirador. Todos los días, él hace primero una parada en la instalación de Fengshan antes de llegar a su oficina en Kangshan, y también visita periódicamente la Galería Meinung. "El mismo conduce a los tres lugares y lleva sólo una vianda para el almuerzo", dice el empleado, Huang Chao-ching. "El demuestra personalmente a los empleados sin experiencia cómo hacer que funcione el trabajo". Sus colegas también elogian a Huang por su énfasis en el espíritu de equipo. "Incluso, él se une a nosotros, y nos ayuda a preparar los grandes eventos, trabajando hasta la medianoche", dice Huang Chao-ching. "El es extremadamente activo y espera mucho de nosotros".

Foto de Chang Su-ching

Disfrutando de la piscina y de la cultura: Dos piscinas complementan las instalaciones de Kangshan. Como parte del centro, una compañía privada se dedica a su mantenimiento, en un intento por mantener al mínimo los costos y el personal del gobierno.

El liderazgo enérgico del Director Huang ha ayudado a transformar el centro en uno de los lugares más importantes del área. Cuando asumió el cargo hace tres años, las oficinas principales del centro estaban aisladas del resto de la ciudad por altos e intimidantes muros, el edificio administrativo tenía poco mantenimiento y mostraba señales de ruina, y la organización del museo de títeres estaba siempre retrasada. Su primera acción fue demoler los muros y crear una atmósfera abierta y atractiva con avisos claramente ubicados. Luego, ordenó limpiar y reparar las instalaciones, e hizo un gran esfuerzo para expandir y mejorar la colección del museo. En Fengshan, se reparó el auditorio para espectáculos, se amplió el escenario con el fin de poder acomodar a grupos de actuación más profesionales, y se instalaron equipos de iluminación más sofisticados. En la instalación de Meinung, él ayudó a organizar clases de arte y otros programas para los residentes del área.

El centro también ha observado un tremendo aumento de la participación comunitaria. El empleado Huang Chao­-ching dice que cuando comenzó a trabajar para las oficinas principales en Kangshan hace cuatro años, él conoció a mucha gente que no sabía de la existencia de esta institución. Hoy, él estima que cerca del 80 por ciento de los residentes del área están bien familiarizados con el centro. En el pasado, el centro tenía que ofrecer obsequios gratis para atraer a la gente que asistiera a sus espectáculos y actividades. "Ahora, vendemos los boletos y podemos llenar el 80 por ciento del teatro", dice él. "Como mucha gente aquí, pienso que todo se debe al método cómo nuestro director administra este lugar".

El Director Huang administra el centro como si fuera su negocio privado. A diferencia de la mayoría de los directores de los otros centros, él no se queja de la falta de presupuesto del gobierno ni de la escasez de personal. El simplemente busca la manera de resolver el problema. "Realmente, no necesitamos tantos colaboradores, porque no tenemos que hacerlo todo nosotros mismos", dice el Director Huang. "Podemos privatizar parte del trabajo del centro. Y si nos falta dinero, podemos obtenerlo del sector privado". Por ejemplo, el centro ha confiado el aseo y el mantenimiento de las instalaciones a una compañía privada, y contrata organiza­ciones privadas para planificar y realizar muchos espectáculos y actividades. La institución también ha tenido éxito en la atracción de patrocinadores privados. Para el Festival Internacional de Teatro de Títeres Taipei 1995, se incluyeron espec­táculos en Kaohsiung y en otras ciudades, el centro logró que una tienda por depar­tamento costeara los gastos de impresión de los afiches y panfletos.

El centro también observa muy de cerca las actitudes de los residentes en cuanto a la actividad ofrecida. "Nuestra misión es servir al público de una zona en particular; por lo que evalúo cuidadosamente los resultados de cada espectáculo o actividad", dice Huang. "Para que todo funcione bien, tenemos que estar orientados a satisfacer al cliente, lo que significa ser lo suficientemente sensible para reconocer los cambios en los gustos y en las demandas de los clientes". Huang insiste en que el centro debe llevar un récord del número de personas que participan en cada actividad, así como también se realizan encuestas después de cada programa. Estas se hacen en forma oral o a través de cuestionarios escritos.

Sin embargo, uno de los mejores logros de Huang ha sido convertir el mayor defecto potencial del centro―su ubicación en tres lugares diferentes― en una clara ventaja. De hecho, él cree que su ubicación dispersa en tres instalaciones ha sido la clave para el éxito del centro. "Con una población de 1,2 millón esparcida alrededor de más de 27 ciudades, pueblos y aldeas, no podemos esperar que toda esta gente venga adonde estamos nosotros", dice él. "No podemos hacer un buen trabajo si solamente ofrecemos actividades en un solo lugar". Huang también aplica esta filosofía a nivel individual, tratando de que cada instalación tenga una programación completa de diversos programas fuera de los edificios del centro. Por ejemplo, el Museo de Títeres patrocina frecuentemente espectáculos, clases y concursos en templos y escuelas. Y en el Munumento Conmemo­rativo a Sun Yat -sen se enfoca la promoción del teatro infantil, y envía su propio grupo, el Grupo Dramático Infantil Pequeña Patata, en giras a los jardines de infancia de la zona. Huang considera que su método de administración cultural es como el empresarial. "Un centro cultural en un área rural debe trabajar como un vendedor de puerta en puerta", dice él. "No podemos simplemente abrir una boutique como se hace en una gran ciudad. Necesitamos tomar la iniciativa para atraer a la gente" .■

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