Taiwan Today

La Misión Juvenil de Buena Voluntad de 1994, procedente de la ciudad de Taipei de la República de China en Taiwan, hizo por primera vez en más de veinte años, una gira de 45 días a los países de Latinoamérica y del Caribe con el propósito de mostrar la diversidad artística de la República de China a través de danzas, ópera, exhibiciones de kung fu, y otras formas de arte tradicional; así como también incrementar los intercambios culturales con los países amigos de dicha área. El año pasado la misión envió dos grupos al exterior: uno a los Estados Unidos y Canadá, y el otro a Latinoamérica y el Caribe. La gira por Latinoamérica comenzó el primero de septiembre y terminó el quince de octubre. El grupo visitó ocho países: Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá en Centroamérica; Colombia en Sudamérica; República Dominicana y las Bahamas en el Caribe. Como en todos los países visitados durante la gira, a excepción de las Bahamas, se habla español, por ser profesora de español en varias universidades de Taiwan y haber vivido muchos años en Sudamérica, fui invitada para ser la directora de este grupo, convirtiéndome de esta manera, en la primera mujer que dirige esta misión en más de dos décadas, y la única que habla español en el grupo. La Misión Juvenil de la Buena Voluntad fue creada en 1974 por el Ministerio de Educación de la República de China, a partir de ese año esta misión cultural empezó a realizar giras internacionales que atraen la atención y logran la admiración tanto de los espectadores extranjeros como de los chinos de ultramar, no sólo por el talento artístico de los actores, sino también por el encanto de la cultura china. Esta misión es reconocida como una de las misiones más disciplinadas, más vistosas y destacadas. La misión de 1994 estuvo integrada por dieciocho aficionados, jóvenes prometedores de diferentes institutos universitarios y universidades de Taiwan, quienes desempeñaron con gran éxito el papel de embajadores de la amistad y sembraron las semillas de los futuros intercambios culturales. De este modo, el objetivo de la misión es transmitir la milenaria cultura china, el arte tradicional de Taiwan y promover la educación internacional. También, sirve de intermediaria entre las embajadas de la República de China y los gobiernos locales de los diversos países, ya que contribuye a profundizar los lazos amistosos, aumentar los intercambios culturales y fomentar los contactos entre jóvenes estudiantes. El colorido espectáculo preparado por la misión fue presentado en los escenarios de los Teatros Nacionales de la mayoría de los países visitados. El programa fue dividido en cinco partes: las tres primeras consistieron en bailes dedicados a los tres festivales más importantes de China que son el Año Nuevo Chino, la Fiesta de los Botes Dragones, y el Festival del Medio Otoño. Por medio de los bailes se resaltaron las características típicas de cada fiesta. Las dos últimas partes, exhibieron un despliegue de danza moderna donde al rápido ritmo del jazz, los bailarines expresaron el entusiasmo y la vitalidad de los jóvenes chinos del Taiwan de hoy. Al mismo tiempo, expresaron la buena voluntad de la gente de Taiwan de estrechar y fortalecer la amistad con todos los países a través de los intercambios culturales. Así, el espectáculo facilitó una mejor apreciación de la forma de vida, las costumbres y la cultura de los chinos. El fondo recaudado de los espectáculos presentados por la misión durante esta gira por Latinoamérica y el Caribe fue en beneficio de las personas e instituciones necesitadas. La misión cooperó en obra benéfica con el Despacho del Vicepresidente de la República Dominicana, y con las Oficinas de la Primera Dama en los otros países visitados. De modo que los espectadores asistieron a la exhibición artística de la misión con un doble propósito: primero, disfrutar de un espectáculo oriental, y segundo, hacer una obra de caridad. De manera que la presentación no sólo dejó una grata impresión entre los asistentes, sino que también fue significativa y humanitaria. Durante esta gira, bajo la coordinación de las embajadas de la República de China en estos países, muchos presidentes honraron a la misión con su presencia en la noche del espectáculo, y ofrecieron recepciones a las que acudieron importantes personalidades del país. Varios presidentes tuvieron la delicadeza de concedernos audiencias a los miembros de la misión, entre las que se destacan las mantenidas con la presidenta nicaragüense Violeta Chamorro y con el presidente de la República Dominicana Joaquín Balaguer, quien tuvo la gentileza de recibir al grupo, en medio de múltiples ocupaciones, en el palacio presidencial, mostrando claramente su admiración por la milenaria cultura china y su apoyo político a nuestro país. Durante la audiencia con la presidenta Chamorro, los miembros de la misión le cantamos una canción china titulada "Mi corazón". Le expliqué a la presidenta que ella es muy querida y respetada en nuestro país, la consideramos como nuestra mejor amiga, por eso quisimos dedicarle esa canción cuyas primeras líneas dicen así: "Tengo un corazón caluroso que voy a entregar a alguien, tú eres la única persona que merece recibirlo". En realidad, de todos los países visitados, nos han quedado muy buenos recuerdos: el viaje a Tikal en Guatemala, contemplando las ruinas de los mayas es inolvidable; la visita a una fábrica de café en donde observamos el proceso de producir café. El Volcán Masaya de Nicaragua es el primer volcán activo que conocemos. Costa Rica con su gente pacífica y su hermoso paisaje, es uno de los países más democráticos del mundo. La visita al Canal de Panamá fue fabulosa, y la Zona Libre de Colón, donde al comprar una gran cantidad de artículos dimos muestras de la prosperidad y la fuerte capacidad de consumo del pueblo chino en Taiwan. En Colombia, Cartagena de Indias con la ciudad amurallada y sus preciosas islas, es sin duda, una de las ciudades más atractivas para los turistas. El banquete que nos ofreció el embajador Kuo Kang en su casa de Santo Domingo fue fenomenal, y el Faro a Colón nos hizo recordar la trascendental hazaña del gran descubridor Cristóbal Colón en 1492. En las playas de las Bahamas con las arenas blancas y el mar verde azul, por primera vez en nuestra vida, nadamos junto con los peces coloridos de diferentes tamaños, fue sensacional. Los miembros de la misión de 1994, después de estar 45 días fuera del país y lejos de casa aprendieron a ayudarse y alentarse mutuamente, naciendo así una amistad especial entre ellos. Asimismo ha surgido un cariño singular entre ellos y yo, por haber sido como una madre durante la gira, así como su portavoz en todos los países de habla hispana. Además, esta ha sido una experiencia que les ha hecho madurar tanto en el aspecto intelectual como en su vida social. Como bien dice el refrán chino: "Viajar por diez mil leguas vale más que estudiar diez mil libros". Ahora que la gira ha concluido, todos los integrantes de la misión vuelven a su vida normal: los estudiantes nuevamente a las universidades, y yo también vuelvo a mis clases satisfecha de haber cumplido felizmente una misión importante y significativa para mi país. ■