28/04/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Felicidad evasiva

01/03/1990
La escena es un modesto hotel a la orilla del mar inhabitualmente concu­rrido esta noche debido a que un de­rrumbe causado por el tifón ha paralizado toda la circulación del tráfico. El grupo reunido en el restaurante del vestíbulo incluye gente de todos los estratos so­ciales: dos jóvenes empresarios con pro­blemas financieros, una niña autista con sus padres que riñen constantemente, un músico frustrado incapaz de compo­ner nuevas creaciones, y un adinerado presidente de la cámara quien lamenta la posible muerte de su único hijo en un accidente áereo. Cuando las angustias per­sonales alcanzan un punto de saturación, un elenco de circo entra repentinemente al hotel y rompe la sombría atmósfera con canciones y risas.

Nariz Roja es el payaso de la compa­ñía, y parece poseer un toque mágico ya que se le ocurren pequeñas canciones acerca de los problemas de todos, cosa que les devuelve la confianza y alivia sus preocupaciones. Después de que los huéspedes del hotel sienten que sus tensiones empiezan a desvanecerse, el payaso vuelve su atención a uno por uno de los individuos.

El hace ademanes a la niña autista y suavemente la anima diciéndole "Ven, nenita. No temas. Ven" La niña, quien desde los cinco años no ha manifestado ninguna reacción hacia nadie, observa con una dolorosa intensidad los brazos abiertos del payaso; luego avanza hacia él, levanta su cabeza, y finalmente grita, "¡Tengo miedo!"

El ciclo de auto descubrimiento con­tinúa mientras que Nariz Roja llama al músico y lo exhorta a escuchar los miste­riosos sonidos que pueden ser escu­chados sólo por "la gente piadosa, pura e inocente y por los verdaderos músicos." Manifestando su instintiva comprensión hacia la gente, el payaso luego logra que el adinerado presidente de la cámara se dé cuenta de que lo que él realmente teme no es la muerte de su hijo, sino la extinción de lo que posee. A través de los años, el hombre ha amasado poder y riqueza no sólo sacrificando los intereses de las personas sino también el costo de su propia vida.

Justo en el momento en que el presi­dente se da cuenta de la realidad y pro­mete hacer el bien de ahora en adelante, él recibe las buenas nuevas de que des­pués de todo su hijo no ha sido víctima del desastre áereo. Regocijándose, él promete a los dos jóvenes empresarios que están en su mesa que les dará una ex­tensión para que paguen la deuda que tienen con su compañía, y anuncia que de vez en cuando patrocinará una actua­ción de la compañÍa de circo.

La actuación transforma aún más el estado de ánimo convirtiéndolo en una imperturbable alegría. Hay varios actos, incluyendo uno de magia, una comedia y danzas. Al fin del espectáculo dentro de la obra de teatro, Nariz Roja narra una historia.

La narración es acerca de un pode­roso rey que conquista el mundo entero pero aún no puede encontrar la felicidad. El rey ordena a un anciano ir en busca de la persona más feliz del mundo y des­cubra el secreto de la meta que tanto lo elude. Nariz Roja empieza a pavonearse y hacer gestos en el escenario, imitando ahora al temido rey, y luego al atemori­zado anciano.

Repentinamente, Nariz Roja rey se vuelve hacia la audiencia del teatro y pre­gunta: "¿Saben ustedes qué es la felici­dad?" Una actriz sentada en una de las filas de enfrente se pone de pie y pro­clama: "¡Yo sé!" Camina rápidamente hacia el escenario y le arranca la máscara al payaso. Un Nariz Roja sorprendido y espantado inmediatamente cubre su rostro con ambas manos y se acurruca en la escena en una postura fetal.

La mujer es la esposa de Nariz Roja. Ha recorrido un largo camino en busca del marido que la abandonó sin ninguna advertencia o explicación. Su subse­cuente coloquio revela que Nariz Roja no es más que un hombre ordinario con muchos problemas propios. Rápida­mente se aclara que tiene problemas para comunicarse con su esposa e incluso mucha mayor dificultad para tratar con extraños. Tiene miedo a la oscuridad, a los ratones, ya muchas otras cosas, pero lo peor es que teme aceptarse. Sin su máscara, incluso tiene problemas para hablar y empieza a tartamudear.

A lo largo de su vida, dice Nariz Roja, otros lo han cuidado -primero sus padres, luego su mujer. Un día decidió descubrir si sería capaz o no de hacer su propia vida. Abandonó el hogar e intentó ser maestro, vendedor, periodista e in­cluso, propietario de un puesto callejero, todo sin éxito. Después de decidir que estaba totalmente desamparado, se unió al circo y descubrió que tenía una afini­dad natural para hacer de payaso.

Se dirige a su mujer y dice, "No temo más cuando me pongo mi máscara. Me siento libre, libre de vivir en un mundo propio. Descubrí que tengo la ca­pacidad de observar tranquilamente a otras personas, y no tengo que temer a mis propias debilidades."

Pero su esposa tiene ansias de resta­blecer su vida pasada. Ella lo exhorta a volver a casa y continúa recordándole que no es nada más que un hombre común y corriente quien debería abando­nar la descabellada idea de que es capaz de cambiar el mundo.

Ella tal vez tiene razón. Dado que Nariz Roja rara vez se quitó la máscara, sus compañeros del circo no lo recono­cen cuando está desenmascarado. Peor aún, ellos pierden todo su interés hacia él. El músico logra el éxito al componer algo de música bella durante la noche, pero se niega a reconocer que fue inspi­rado por Nariz Roja. Dice arrogante­mente: "¿Qué sabe él de música? ¡El es sólo un payaso!"

Los espíritus de los demás huéspedes empiezan a languidecer. El matrimonio empieza a reñir, su hija nuevamente se encierra en su mundo, y el hombre adi­nerado reniega de sus promesas benevo­lentes y retorna a sus viciosos planes de cómo obtener ganacias a costa de los demás.

Nariz Roja se percata de que ya no se le quiere, y está a punto de abandonar el vestíbulo del hotel cuando los huéspedes arman una conmoción. Una de las chicas del grupo de circo está ahogándose cerca de la playa que está enfrente del hotel, pero todos se disuelven en una inacción al ser presos del pánico hasta que todos gritan espontáneamente: "¿Dónde está Nariz Roja?"

Aunque el payaso es un nadador pésimo, se ponde su máscara y se lanza para rescatar a la muchacha. Todo el mundo se llena de júbilo al ver que la chica que se encontraba en peligro re­gresa sana y salva... todos, menos la niña autista. Solamente ella esta preocupada por Nariz Roja y fija su mirada hacia el mar. La primera que se da cuenta de que Nariz Roja se ha ido para siempre, es la esposa.

Las audiencias han sido atraídas a "Nariz Roja" en todos los sitios en que ha sido representada, ya que toca pro­blemas comunes de la humanidad. Mientras que la pregunta" ¿Qué es la fe­licidad?" recurre varias veces en la obra de teatro, un tema expresado más sutilmente acerca de la actitud del hombre hacia Dios gira en torno a ella. Los títulos de los cuatro actos tienen connotaciones religiosas: La catástrofe, Conteniendo la catástrofe, Dando gracias a los dioses, y Las ofrendas. Cuando Nariz Roja es sa­crificado en el último acto, a la audiencia se le viene a la mente Jesús Cristo, quien salvó a la humanidad entregándose a sí mismo. ¿Pero es que acaso realmente salvó al mundo? A pesar de todo su sa­crificio, los humanos aún se hunden en actos autodestructivos como lo son la avaricia y el despilfarro.

El profesor Yao Yi-wei (姚一葦), quien escribió "Nariz Roja" en 1969, ela­boró sobre actitudes que observó du­rante su juventud. "Cuando aún era un muchacho, con frecuencia veía a la gente llevar sus problemas a los templos en busca de la intervención divina," dice. "Por un momento se mostraban tan pia­dosos, haciendo promesas a los dioses y comprometiéndose a ser buenos ahora y siempre."

Si sus problemas eran resueltos efec­tivamente, agrega Yao, patrocinaban una representación local de ópera para demostrar su gratitud a los dioses. Pero allí terminaba todo. O de lo contrario, la experiencia no les afectaba en lo absoluto y no eran ni mejores ni más piadosos que antes. "Estaba muy sorprendido de ver cómo la gente se olvidaba de los dioses con tanta rapidez y seguían como si jamás nada hubiese ocurrido... ¡hasta que eran víctimas de otra calamidad!"

El debut de "Nariz Roja" en 1970 fue un acontecimiento de gran importan­cia entre los círculos artísticos de Taiwan. Fue la primera obra teatral pro­ducida con la participación de especia­listas académicos en varios campos del arte. Hasta aquel entonces, las obras de teatro habían sido producidas por estu­diantes universitarios sin experiencia o grupos de entretenimiento de las fuerzas armadas.

Esta nueva producción atrajo grandes audiencias de estudiantes uni­versitarios y artistas locales, y aunque las reverberaciones en la sociedad no eran tan aparentes en la superficie, la produc­ción tuvo gran influencia en el desarrollo del teatro en Taiwan.

Aunque en 1982 "Nariz Roja" fue producida por dramaturgos en Pekín y cinco años después en Japón, transcu­rrieron casi dos décadas antes de que la obra fuese representada en Taiwan una vez más. En 1988, el Teatro Nacional de la Rep. de China, el cual ya había cum­plido un año, eligió a "Nariz Roja" como la primera obra de teatro que sería producida por el teatro mismo.

Liu Feng-shueh (劉鳳學), Directora del Teatro Nacional y la Sala Nacional de Conciertos, siente un profundo cariño hacia la obra ya que ella fue la coreógrafa de su debut en 1970, y ella invitó al dra­maturgo a dirigir su renacimiento en 1989. Aunque Yao se llevó una agradable sorpresa al saber que "Nariz Roja" iba a ser revivida después de dos décadas, él también se percató de que necesitaría un grupo de artistas profesionales para que lo ayudaran en la producción dado a las estrictas demandas que la misma impon­dría en su tiempo y energía. Sobretodo, iba a necesitar un codirector.

La primera persona que se le vino a la mente fue una de sus exdiscípulas, Chen Lin-ling (陳玲玲), quien había sido una frecuente auditora de sus clase durante sus años de estudios universitarios. También había actuado en uno de los principales papeles en su obra "Una caja" cuando era alumna del Instituto de Posgrado en Artes en la Universidad Cultural China.

Durante su estancia en Nueva York después de graduarse de la universidad Chen participó en el Programa Internacional de Estudios Teatrales de la Escuela de Artes Tisch en la Universidad de Nueva York y sirvió como director asistente para la compañía de gira del espectáculo de Broadway "In the Sweet Bye and Bye." Después de regresar a Taipei se convirtió en una de los asociadas de Yao en el Instituto Nacional de Artes y dirigió la producción de la obra de teatro de Yao "Bodhisattva de jade pulido" para el instituto.

Yao tenía una confianza absoluta en el talento y la experiencia de Chen, y para finales de 1988 ambos ya estaban preparados para trabajar en la resucitación de "Nariz Roja". Los codirectores incluyeron a varios artistas sobresalientes para que cooperaran en la producción:

● Lee Hsien-hui (李賢輝) acordé tomar el trabajo de escenógrafo para "Nariz Roja." En 1985 recibió el Premio Maurine M. Mitchell por Excelencia en Escenografía, obtuvo su M.F.A. del Teatro para Efectos Visuales en la Uni­ versidad Northwestern (asimismo obtuvo su título de doctorado en ingenie­ ría química en la Universidad de Nuevo México).

● Chin Ping-ping, diseña­dora del vestuario, ya había trabajado en varios teatros en Estados Unidos y fue asistente de diseño de vestuario para Dunya Remicova y Tom McAlister, ambos profesores en el Instituto de Pos­grado en Diseño de Vestuario de la Universidad Yale. Chin es actualmente la ar­tista de su campo más buscada en los círculos teatrales de Taiwan.

● Lin Ker-hua (林克華), quien tiene una docena de años de experiencia traba­jando para los teatros profesionales lo­cales, se encargó de la iluminación. (En la actualidad está estudiando en el Instituto de Posgrado en Artes de la Universi­dad Yale y ha sido alumno de la renombrada Jennifer Tipton).

● Yiu Chang-fa (游昌發), un graduado del Colegio Nacional de Música de Viena, nunca había conocido a Yao, pero consintió en escribir las composi­ciones musicales para el resurgimiento.

Con la ayuda de tal galaxia de talen­tosos profesionales, la versión 1989 de "Nariz Roja" empezó a cobrar forma.

La codirectora Chen Ling-ling tuvo mucho cuidado al fijar el tono de la obra antes de proceder. "En el primer acto, vemos gente ordinaria con problemas co­tidianos," dice. "Su diálogo es coloquial. Después de que Nariz Roja aparece, la at­mósfera se torna surreal, pero aún así, la obra paradójicamente conserva su cali­dad realista." Ella agrega que el primer gran problema fue "combinar ambos tonos dicótomos."

La resolución surgió con la ayuda del escenógrafo Lee Hsien-hui. Lo que se presenta en el escenario parece ser el vestíbulo de un hotel, pero los decorados pilares al fondo y ambos lados del esce­nario parecían indicar que también podría ser un altar.

Chen tenía unas ideas particular­mente creativas acerca de la empresa de circo. "Nariz Roja es un hombre educado que teje historias filosóficas en sus actua­ciones para el grupo," dice ella. "Por eso, creo que los miembros del grupo deben de ser creativos amantes del arte. Esta escenificación fortalece efectiva­mente lo que Nariz Roja tiene que decir." Chen agrega que fue inspirada por la película" El payaso", de Fellini.

La escena de danza es el tercer acto de "Nariz Roja," cuya coreografía fue re­alizada por el artista veterano Wu Su­-chun (吳素君), también está estrecha­mente relacionada al tema básico de la obra: narra la historia de cuatro hadas que deambulan en vano por la tierra en busca de la persona perfecta.

Al principio, Chen estaba molesta por la escena en la cual Nariz Roja cuenta la historia sobre el rey del mundo. "Si Nariz Roja sólo se parara en el centro del escenario y contara una simple historia, sería algo muy abu­rrido," dice ella. "Me tomó casi hasta las fases finales de los ensayos para tropezar con la idea de presentar al rey de Nariz Roja de una manera extravagante."

Como resultado, la escena cobra vida. "Había una vez un rey que con­quistó el mundo," empieza Nariz Roja. El pretende tener una pistola, disparán­dola. "Hay paz en el mundo," dice el rey, acompañando esta declaración con sablazos y más disparos. Pero un día, una pregunta surge repentinamente en la mente del rey: "¿Qué es la felicidad?" El tono cambia mientras el rey muerde una manzana invisible y piensa más y más acerca del problema. Mientras hace pantomimas de estar devorando otras frutas, Nariz Roja como rey transporta sus emociones al extremo de una infelici­dad total.

Chen también quería intensificar las emociones proyectadas en otras escenas, tales como las riñas entre el matrimonio, el despertar de la niña autista y el ejecu­tivo rico imaginándose que regañaba a su obstinado hijo. Ella ensayó las escenas individuales una y otra vez, probando todo tipo de variaciones hasta el punto que el reparto virtualmente sentía que había experimentado los traumáticos incidentes.

Chen recuerda la última vez que en­sayaron la escena en la cual la niña autista es despertada a la vida y sacada de su mundo, ocurrió apenas unos días antes de la representación formal. Las luces del teatro habían sido apagadas, y todos los que estaban sobre el escenario cantaban suavemente con velas en las manos. Nariz Roja habló suavemente a la niña, "Ven. No temas. Ven." El poder emo­cional conmovió a todos, haciendo que algunos rompieran en lágrimas. No es ninguna sorpresa que después de ver la obra, muchos miembros de la audiencia calificaron esta escena del despertar como el momento más conmovedor de la representación.

Liu Yong (劉墉), quien hizo el papel de Nariz Roja en su debut de hace 19 años, elogia el renacimiento considerán­dolo "bien construido y brillante en todos los aspectos." Dice que la música, iluminación y vestuario contribuyeron su parte al éxito de la representación, así como lo hizo la música al estilo tradicio­nal chino.

La interacción entre el vestuario y la iluminación fue especialmente eficaz al expresar el cambio de los tonos en la obra. En el primer acto, cuando los pro­blemas y presiones se acumulan amena­zadoramente, los colores de los trajes son oscuros y monótonos. La escena se llena de color sólo después de que los cir­queras entran al vestíbulo del hotel.

En el tercer acto, "Dando gracias a los dioses," los huéspedes del hotel se sientan en cualquier lado del escenario viendo el espectáculo de circo transcurrir a través de cada uno de sus actos. La ilu­minación hace que los colores del vestua­rio sean más brillantes, aunque el efecto es logrado sutilmente y no es percibido inmediatamente por la audiencia. Pero en el cuarto acto, cuando el reparto de personajes se olvida totalmente de Nariz Roja benefactor, las vestimentas reflejan los mismos colores oscuros y monótonos del primer acto, una certera señal de que la gente en sí permanece virtualmente igual.

No fue una tarea fácil lograr estos tonos de iluminación en el nuevo Teatro Nacional. El diseñador del vestuario, Chin Ping-ping, indica que debido al ves­tuario de colores generalmente oscuros y a la profundidad del escenario del Teatro Nacional, los efectos de la ilumi­nación exigieron una cuidadosa destreza.

El director de iluminación, Lin Ker­ hua, hizo frente al reto logrando un éxito extraordinario, pero no sin un poco de montajes provisionales. El Teatro Nacional fue diseñado para ópera, así que en una obra de teatro el área arqueada al frente del escenario y el foso de la orquesta se combinan para erigir una separación entre el público y los actores. Además, el equipo de ilumi­nación cubría inadecuadamente el tercio delantero del escenario. Pero Lin se las ingenió para alquilar un juego completo de aparatos de iluminación computari­zados para cubrir dicha área, y programó la computadora con un intrincado diseño de iluminación para utilizarlo en la obra.

Todo marchaba bien hasta ese mo­mento. Pero parecía como que todos los ingeniosos recursos de Lin estaban a punto de fracasar: el día antes del estreno de "Nariz Roja", los aparatos de ilumina­ción computarizados que había alquilado fallaron dos veces. Lin trabajó febril­mente durante la noche, volviendo a di­señar el fracasado equipo de manera que pudiese operarlo manualmente. Para las diez representaciones, la complicada iluminación fue lograda sin la ayuda de la computadora.

A pesar de estos éxitos técnicos y es­cenográficos, hubo algunas críticas sin importancia. Algunos aficionados a las representaciones teatrales dijeron que el guión exigía un pequeño hotel; el espa­cioso escenario del Teatro Nacional hacía el montaje demasiado grandioso.

Pero la escena final engendró la mayor parte de la controversia. Según el guión, Nariz Roja ni siquiera sabe nadar. Un crítico arguyó que Nariz Roja se ahogó deliberadamente: "Nariz Roja se da cuenta que no es capaz de salvar a nadie y ello destruye su razón de ser. En este punto crítico, repentinamente al­guien está en peligro de ahogarse, y esto le da la idea de nadar hacia el mar." Sin ninguna sopresa, esta línea de razonamiento no resultó convincente a los demás porque ello significaría que Nariz Roja manifiesta una indiferencia total y deliberada hacia la supervivencia de la chica.

Bien recibida en Taiwan "Nariz Roja" también ha sido un éxito en ultra­ mar. Diez años después de su debut en Taipei, el bien conocido director de teatro en Pekín, Chen Yong viajó a Hong Kong para asistir a un foro inter­nacional. Mientras estaba allí, un profe­sor de Hong Kong le sugirió que viera una de las publicaciones del profesor Yao, Seis obras de teatro de Yao Yi-wei. Chen leyó las publicaciones cuidadosa­mente después de retornar a Pekín, y eligió "Nariz Roja" para su producción de 1982.

Entonces, a toda la expresión artís­tica en China continental se le exigía servir los intereses políticos, y la produc­ción de "Nariz Roja" de Chen reflejaba el hotel a la orilla del mar descrito en la obra como una miniatura de la sociedad de Taiwan, completa con capitalistas de­pravados y corruptos. El dramaturgo mismo no tuvo nada que ver con la pro­ducción de Pekín y ni siquiera sabía que estaba siendo representada en el continente.

A pesar de la infusión de propaganda política obligatoria, la producción de "Nariz Roja" realizada por Chen en Pekín fue un éxito rotundo. La gente apreció su expresión artística y la univer­salidad de las condiciones humanas que manifiesta. Fue mucho más atractiva que las excesivamente doctrinadas repre­sentaciones típicas de aquel entonces.

El público atestó el Teatro Artístico de la Juventud de Pekín durante cada una de las 70 representaciones consecu­tivas de "Nariz Roja" allí, y en 1982 se publicó en Pekín un libro especial con las revisiones del guión y las direcciones es­cenográficas bajo el título Nariz Roja: una obra de teatro. La obra también fue producida por compañías teatrales en otras ciudades del territorio continental, elevando a más de cien el número de las representaciones allí.

Un grupo de dramaturgos japoneses de casualidad estaba de visita en Pekín en 1982 cuando la adaptación de "Nariz Roja" en Pekín estaba siendo represen­tada en el Teatro Artístico de la Juventud China. Tuvieron la oportunidad de ver la obra, y todos ellos quedaron muy impresionados. Kobayashi Hiroshi, director de un grupo de drama japonés denominado "Haguruma," estaba particularmente animado por la actuación y pidió a su hija que tradujera el guión en japonés. Du­rante cinco años él preparó cuidadosa­mente la producción japonesa de la obra.

Cuando finalmente Kobayashi puso la obra en escena en 1987, el teatro en Togachi (en el norte de Japón) estuvo repleto en las cinco representaciones, y varios periódicos japoneses publicaron una serie de artículos sobre la produc­ción. No fue sino hasta que el profesor Yao recibió una invitación para ir a Japón que él se enteró que "Nariz Roja" había sido representada y entusiasta­mente recibida en Japón, al igual que lo había sido en China continental cinco años antes.

"El Sr. Kobayashi me invitó a Japón mientras la obra estaba siendo represen­tada en 1987," recuerda Yao, "y estaba tan sorprendido de ver tantos reporteros esperándome en el aeropuerto de Tokio." Pero Yao no trajo consigo nin­guna de las copias de las entusiastas críticas acerca de las representaciones en Japón. El dice: "Para mí, escribir una obra de teatro es una manera de explorar las emociones humanas, y el acto de es­cribir en sí responde a mis necesidades. Nunca se me ocurrió pensar en si la obra fuese representada o no." □


Hombre Renacentista

Yao Yi-wei nació en 1922 en Nanchang, en la provincia de Kiangsi, y se graduó de la Uruversidad Nacional Hsia­men. Inicialmente estudió ingeniería, luego decidió estudiar asuntos bancarios. Después de llegar a Taiwan en 1946, tra­bajó para el Banco de Taiwan y dio clases de drama y teoría artística en varias uni­versidades y colegios. En 1971 y 1972, bajo la invitación del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Yao parti­cipó en el Programa Internacional de Re­dacción de la Universidad del Estado de Iowa. Después de su regreso a Taiwan, trabajó como profesor en la Escuela de Posgrado en Arte y Director del Departa­mento de Drama de la Universidad Cul­tural China. Actualmente, es Profesor y Director del Departamento de Drama y Decano del Instituto Nacional de Artes de Taipei.

Yao sobresale por sus amplios cono­cimientos y su dedicación al estudio con­tinuo de los clásicos chinos y occiden­tales. Es uno de los dramaturgos y esté­ticos más prominentes en Taiwan.


Principales obras de Yao Yi-wei * (en chino)

Obras teóricas

• Anotaciones poéticas (詩學箋註). 1986. Teoría poética de Aristóteles.

• Los misterios de las artes (藝術的奧秘). 1968. Ganadora del Premio Literario Sun Yat-sen para los trabajos teóricos.

• Ensayos sobre drama (戲劇論集). 1969.

• Ensayos sobre literatura (文學論集). 1974.

• Categorías estéticas (美的範疇論). 1978.

• Drama y Literatura (戲劇與文學).1984.

Prosa

• Obras selectas de Yao Yi-wei (姚一葦文錄). 1977.

• Los varios rostros de la vida (說人生). 1989.

Teatro

• Seis obras de teatro de Yao Yi-wei (姚一葦戲劇六種). 1973.

• Fu Ching-chu (傅青主). 1978.

• Caminemos juntos; Cinco obras de teatro de Yao Yi-wei (我們一同走走看,姚一葦戲劇五種). 1987.

• Nariz Roja: una obra de teatro (紅鼻子的舞台戲劇). Pekín. 1982.


*Todas publicadas en Taipei excepto la última.

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