03/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Elegantes tesoros en estaño

01/01/1989
En la antigua China, las familias grandes y poderosas generalmente daban muestra de su deslumbrante riqueza. al usar exquisitas joyas y llenar sus hogares y jardínes con bellos objetos de arte; todos los artículos atesorados eran hechos de oro, plata, bronce... y estaño. Sí, de estaño, ese metal común y barato que ahora está asociado con papeles más insignificantes como laminillas protectoras para envolver o como capas en el interior de las latas para alimentos, además de ocupar una posición tan importante tanto en la acuñación de metales como en los standards monetarios internacionales. Por generaciones, el estaño fue no solamente un metal de gran valor intrínseco, sino que tuvo también la distinción agregada de ser una sustancia "propicia". Estas cualidades hicieron de él una selección popular para las obras de arte usadas y exhibidas tanto en los templos públicos, como en las capillas de los hogares. Ninguna familia china de importancia dejaba de acumular una impresionante colección de estaño, puesto que tenerla era indicio tanto de buen gusto como de riqueza. Hasta los primeros años de este siglo, esto continuó siendo una predilección popular en China. Un aforismo chino escuchado comúnmente en épocas remotas, sostenía que la riqueza de una familia podría medirse por tres criterios: "el tamaño de los cuartos de estar de las salas de recepción, la calidad de las sillas formales de recepción y la presencia de las cinco variedades de objetos de hojalata sobre las mesas". Este último requisito significaba que debería haber un incensario familiar. teniendo a sus lados candeleros. Jarrones, bandejas para frutas y "candeleros especiales de dragón" -formados por la figura serpenteante de un dragón que envolvía todo el rededor de un candelero con una vela insertada en él-. hechos de estaño y delicadamente trabajados. La ausencia de las "cinco variedades" significaría una afrenta auto-impuesta a la dignidad de cualquier familia rica. Pocos lugares en el continente chino, con excepción de Taiwan. tienen la ventaja de poseer ricos depósitos de estaño. Como resultado, hoy en día, al igual que en épocas antiguas, dicho metal ha tenido que importarse, lo cual ha hecho aumentar su valor. Debido al alejamiento de Taiwan en las generaciones pasadas, antes que pudieran darse el lujo de mostrar sobre sus mesas las "cinco variedades", las familias de la isla necesitaban ser más bien acomodadas. El Sudeste Asiático siempre ha sido una fuente de estaño en bruto en China, siendo Malasia e Indonesia los principales proveedores. Puesto que hoy en día el estaño en bruto se embarca generalmente en bloques de 40 kilos, los artesanos del estaño se ven forzados a invertir una cantidad sustancial de capital para obtener materias primas, antes de poder empezar la producción. Recientemente, en el transcurso de un año de apogeo, el estaño se importaba a China a US$20 el kilo. El continuado alto precio del producto terminado refleja en parte esta inversión inicial. Hace 100 años los niveles de vida raramente les permitía ni siquiera a las familias comparativamente ricas, acumular muchos objetos de estaño y la ocupación japonesa de 1895 a 1945 hizo empeorar la situación. Los colonialistas no estaban dispuestos a permitir que los chinos exhibiesen orgullosamente vínculos culturales con sus valores tradicionales. Un decreto japonés prohibía que cualquier familia china mostrase las "cinco variedades" de estaño. Sin embargo, dichas reglas fueron hechas para romperse y los chinos de Taiwan respondieron a estos dictados ocultando tan valiosos objetos, envolviéndolos y enterrándolos bajo tierra, debajo de las camas de las familias. A salvo de fuerzas políticas, el metal enfrentó otro serio desafío: la naturaleza. Debido a su proximidad a la tierra y a la rigurosa humedad de Taiwan, el estaño se oxidaba y ensuciaba con horribles manchas negras. Al desenterrárseles, las valiosas posesiones habían perdido mucho de su atractivo estético. Mientras que el decreto colonial había llevado al arte del estaño a un descenso precipitoso, la naturaleza fue cómplice del mismo, al destruir los pocos artefactos ya existentes. Hace 200 años, la puerta principal de entrada a la isla de Taiwan fue la ciudad portuaria de Lu Kang (鹿港), situada en la costa occidental, aproximadamente entre Taipei y el extremo sur de la isla. Por servir de primera parada para los inmigrantes del continente. Lu Kang llegó a ser la ruta a través de la cual se extendía el desarrollo por toda la isla. Un famoso adagio acerca de las ciudades de Taiwan de esa época, da una jerarquía de las ciudades por demás diferente a la actual: "En primer lugar, Tainan es la capital, pero luego siguen en importancia Lu Kang y Meng Chia". Meng Chia (艋舺), llamada hoy en día Wan Hua, es la sección más antigua de Taipei. Durante los remotos días de la colonización de Taiwan. Lu Kang fue un centro de acción y disfrutó de una enorme prosperidad. Comparativamente los pueblos del norte no eran más que "campo". Conforme los residentes de Lu Kang prosperaron y acumularon riqueza. empezaron a florecer las artes y artesanías tradicionales. En respuesta a las necesidades de las familias ricas, un gran número de maestros artesanos del continente hizo finalmente de la ciudad en la isla, su hogar permanente. La mayoría de artesanos originales del estaño en Taiwan, llegaron a la isla a través de Lu Kang desde la ciudad de Chuan Chou (泉州) en la provincia de Fukien. A principios de siglo, aproximadamente estaban distribuidas por toda Taiwan 100 almacenes de hojalata, de los cuales 70 estaban situados en Lu Kang. Sin embargo, hoy en día, no han quedado en la ciudad más que 10; todos las restantes desaparecieron desde hace largo tiempo, como resultado más que de sus altos precios, de los devastadores cambias en los modernos estilos de vida. A pesar del descenso en su número, los artesanos del estaño se encuentran aún activos en la Taiwan contemporánea y la calidad de sus obras atrae también el elogio de los conocedores. Un maestro moderno de este arte es Chen Wan-neng (陳萬能), propietario del Almacen de Hojalata Wan Neng (萬能錫鋪) situado en la Calle Chungshan en Lu Kang. Aunque ha tenido éxito, se lamenta tristemente del descenso total del negocio. Su propio almacén es parte de una herencia familiar que se ha extendido por más de cuatro generaciones. Sus antepasados establecieron su negocio en Chuan Chou y cuando Chen no tenía más que 16 años, tuvo que hacerse cargo de la relocación del negocio familiar en Taiwan. A pesar de los desafíos contemporáneos para tener éxito en el estaño, se aferró firmemente a su negocio y se siente orgulloso de haber transformado esta artesanía en arte, agregando una nueva dimensión al lado práctico de su negocio. Debido a que el estaño tiene la cualidad distintiva de neutralizar muchos venenos, constituye una capa protectora ideal para el interior de envases de alimentos y bebidas. Así, además del uso sagrado del estaño en épocas antiguas, esta cualidad hizo de él un material vital para jarras de vino, bandejas para frutas y estuches para cosméticos. En los tiempos modernos, el estaño se usa aún para cubrir las superficies de hervidores, recipientes para hojas de té, ollas para estofados y jarras de metal para vino. A veces la practicidad está ligada con el gusto, por lo que de acuerdo con los chinos, el famoso vino Shaohsing, un licor suave de arroz, de color amarillo dorado que sabe mejor cuando se toma caliente, suele tener una fragancia especial si se calienta en un hervidor de estaño. No resulta muy raro que los propietarios de distinguidos restaurantes que estén dispuestos a agradar a sus clientes, hagan todo el recorrido de Taipei hasta el almacén de Chen en Lu Kang, sólo para comprar uno de sus reconocidos hervidores de estaño. A pesar de la popularidad de ciertos objetos prácticos hechos de estaño, Chen encuentra todavía que los artículos religiosos continúan siendo sus productos más importantes. Recibe pedidos de toda Taiwan e incluso del extranjero. Candeleros de gran tamaño, incensarios y por supuesto, las "cinco variedades" de objetos para mesa, son las más populares. Debido a que dichos artículos han sido atesorados por generaciones y deben satisfacer las exigencias de la adoración tradicional, el trabajo de cada pieza sigue estrictas reglas y convenciones. Así, el ancho y la altura de los incensarios debe medirse con un instrumento especial llamado "regla Wen Kung (文功尺)". Wen Kung es el dios patrón de los artesanos en madera y la regla que lleva su nombre está dividida en lo que podrían parecer detalles arbitrarios que significan cualidades como "dicha", "riqueza", "mal" y "daño". Un extremo de la regla tiene unidades de medida apropiadas para los templos, mientras que el otro extremo está diseñado para artículos usados en la adoración familiar. Los clientes de Chen, ya sea funcionarios de los templos o familias ricas, tienen también algo que decir acerca de los objetos que le encargan. Además de conformarse con la tradición, así como medir las cualidades con la regla Wen Kung, los artesanos del estaño deben escoger las dimensiones que conforman y las necesidades estrictas de sus clientes, a quienes ellos mismos podrían pedirles ciertas convenciones tradicionales que quieran seguir. Por ejemplo, Chen explica que la forma completa de los incensarios se espera que caiga dentro de un predeterminado juego de modelos. Estos se basan normalmente en los ocho kua o diagramas, registrados y explicados en el I-Ching, el antiguo Libro de los Cambios, la principal obra sobre adivinación en China. El kua representa las leyes fundamentales de la naturaleza y sus formas están integradas frecuentemente dentro de los componentes de objetos religiosos. Los incensarios deben ser redondos en la parte superior y cuadrados en su base. simbolizando de acuerdo con la antigua cosmología china. el cielo "redando" y la tierra "cuadrada". Pero esto no quiere decir que los incensarios sean los únicos objetos de estaño cuya creación está sujeta a estas reglas; las mismas estrictas exigencias existen para otros tipos de quincallas. Las medidas tradicionales no son sino el primer paso en el proceso del trabajo del estaño. Los subsecuentes pasos siguen también procedimientos establecidos por largo tiempo: Primero, se derrite un bloque de estaño en una caldera especial a 160 grados centígrados, mucho más bajo que el punto para derretir hierro. El estaño derretido se vierte dentro de moldes tallados hechos de la misma piedra de alta calidad usada para los sellos familiares (sellos de nombres). Debido a que el almacén de Chen tiene un espacio limitado, el derretido y moldeado es hecho en el patio trasero de su casa, a sólo cinco minutos de camino y su esposa hace el moldeado actual, puesto que sus tareas en el almacen le exigen fuertes demandas de tiempo y energía. Casi al mismo instante de verter el estaño derretido, se endurece dentro de los moldes, cada uno de los cuales se talla generalmente para una única pieza pequeña de una obra más grande. Chen se enorgullece de su colección de más de 100 moldes, cuya mayoría ha pasado en su familia de generación en generación. Consistente con la destreza de sus antepasados, Chen ha tallado por su cuenta algunos de los moldes. El tipo de piedra usada. con sus características vetas oblícuas sólo puede conseguirse en el continente. Debido al valor de la piedra en bruto, el uso de cada pulgada cuadrada debe ser cuidado­ samente planificado para que así pueda hacerse el mayor número de moldes de cada pieza. Esto las obliga necesariamente a ser pequeñas, lo que significa que las figuras de leones o dragones de estaño, necesitan armarse de muchas partes. Pero aquí debe tenerse también mucho cuidado, puesto que demasiadas partes ornamentales de estaño soldadas en una forma básica, harán que pese demasiado, por lo que será difícil guardarlo o mostrarlo sin temor de que se dañe. Además del moldeado, otra parte importante del proceso implica hacer láminas de estaño. El estaño moldeado se extiende sobre la superficie de un bloque de piedra de un pie cuadrado. Instantáneamente se endurece y se aplana colocando sobre su superficie otro bloque de piedra para que ejerza presión sobre él. En esta forma pueden producirse láminas de diferente espesor y Chen es muy diestro en producirlas extraordinariamente delgadas. Una vez listas, se cortan en tiras, cuadros u otras formas deseadas, luego se martillan dentro de las curvas o ángulos apropiados y finalmente se soldan en su lugar. Tan delgadas, como podrían parecer estas láminas de estaño, muestran una inesperada dureza que hace que no se doblen. Chen dice que para lograr la máxima perfección en la artesanía, las láminas deben cortarse en piezas tan pe­queñas como sea posible, antes de que se solden en cualquier forma. Incluso es posible un círculo o esfera perfectos, lo que cuando se trabaja con cualquier metal constituye todo un logro. Al soldarse las hojas dejan feas marcas que deben quitarse, por lo que cuando se arma una obra entera, el lijado y pulido son parte indispensable del procedimiento. Chen usa una combinación de papel de lija y el tallo de una planta herbácea china notable por sus fuertes fibras, que cuando se remoja en agua puede usarse como un pulidor abrasivo. Esa planta tiene la ventaja de que no raya la superficie del estaño. Los maestros del comercio siempre han enfatizado el proceso del pulido, porque se espera que el producto acabado brille y reluzca con una intensidad tal que de hecho pueda superar a la plata. Sin embargo una obra de artesanía de estaño no está completa sino al estar pintada. No obstante que las obras de estaño se admiran generalmente por su apariencia de plata, las piezas más sofisticadas se juzgan por su elaborada pintura, así como por sus intrincadas líneas y formas. Chen, cuyas obras buscan en particular los conocedores, se caracteriza por prestarle gran atención al detalle. Por ejemplo, cuando hace un par de candeleros extra grandes, decora magistralmente las bases con moldes de peonías y los "ocho inmortales" de la mitología china. De acuerdo con una leyenda tradicional. estos inmortales volaron del mar al cielo y alcanzaron así la inmortalidad. Constituyen un símbolo de buena suerte, al igual que todas las figuras pintadas o soldadas en las piezas de obras de estaño. Para agregarle valor, a veces las figuras son doradas en oro. Los pocos maestros del arte del estaño que quedan en Taiwan se adhieren estrictamente a sus métodos tradicionales; sin embargo, Chen señala con tristeza que la demanda para sus obras está disminuyendo grandemente debido a que los altares familiares se usan cada vez menos. El cambio de un estilo de vida agrario a otro industrial y el éxodo de la población del campo a las ciudades, ha debilitado los impulsos sociales tradicionales que exigían erigir capillas en el hogar para la adoración de los antepasados. Muchas veces las exigencias prácticas tienen que ver también con este cambio. Los apartamentos alquilados de la mayor parte de residentes urbanos tienden a ser pequeños y temporales y no son particularmente adecuados para elaborados altares familiares. Como el negocio del estaño ha dependido siempre de estos altares, los negocios son difíciles hoy en día. El problema se ha vuelto más complejo por los demás tipos prácticos de objetos de estaño, como jarras para vino, teteras y otros recipientes que son reemplazados por materiales más baratos como plástico o aluminio. Pero el mayor detrimento a la continuación del negocio del estaño, que sólo permitió su expansión, es la enorme labor manual que implica. Un aprendiz necesita seis años de duro y paciente adiestramiento, antes de poder ser considerado un verdadero artesano. Y las habilidades son variadas, conforme cada paso en el proceso de la artesanía del estaño es a mano, desde el moldeado hasta la pintura final. Mientras que hoy el estaño es más barato de lo que era hace varios años, el costo de la mano de obra ha aumentado. Sin embargo. Chen dice que existe un lado brillante en este panorama: "¡Afortunadamente, conforme aumentan los niveles de vida, los habitantes tienen más tiempo para apreciar las bellas artesanías como las obras en estaño y tienen más dinero para comprarlas'" Debido al mayor interés por el ambiente cultural, agrega, "Los habitantes están ahora buscando por todos lados y prestándole atención a las artesanías antiguas y que están por extinguirse; me he puesto en contacto con muchos intelectuales, estudiantes de arte e incluso con la gente común, todos los cuales expresan su asombro de que el estaño haya permanecido ignorado durante tanto tiempo". Pero el actual aumento del interés público por los objetos de estalla no puede durar mucho, agrega Chen, si los artesanos fracasan en revitalizar su comercio y sospecha que si los artesanos continúan concentrados en hacer objetos ante todo para templos o altares familiares, "tarde o temprano este arte está condenado a desaparecer". De todas formas dicho campo ya ha quedado estancado -agrega- debido a que los artesanos están sencillamente repitiendo lo que hicieron sus antepasados hace 200 años, "Si desaparece la demanda para los objetos de estaño dedicados a la adoración y disminuye la demanda para lo de uso practico debido a sus altos precios, ¿qué piensa usted que harán todos estos viejos artesanos?", se pregunta. Sus temores son justificados. Muchos de los viejos artesanos parecen incapaces de hacerle frente a los nuevos estilos de vida y se muestran renuentes a ajustar sus destrezas a una sociedad cambiante. Como resultado, dice, "podrían tener que abandonar toda una vida de habilidades adquiridas después de muchos años de aprendizaje. ¡Qué vergüenza!" Chen considera que la única forma para que no desaparezca este arte en vías de extinción, es transformar la artesanía atada a la tradición en un arte moderno y elegante; la producción de objetos religiosos tradicionales puede reemplazarse creando obras de arte originales. "He aprendido todo lo concerniente a hacer objetos de estaño tradicionales", dice, "pero considero que todavía queda mucho más por hacer". El mismo Chen ha puesto ya sus ideas en acción. Hace siete años, empezó a crear obras artísticas de animales, tanto naturales como de las leyendas chinas. Empezó con un legendario animal llamado chi lin (麒麟), una combinación de varios animales, con cabeza de dragón, cuernos de venado, orejas de buey, melena de león, ojos de langosta, es­ camas de pescado y cascos de caballo. En la creación de su chi lin siguió una aproximación estilizada, puesto que obviamente no existe ningún modelo viviente, después de visitar numerosos templos, en donde a menudo se representa la pintura de este animal. "Tengo la suerte de vivir en Lu Kang, ciudad que está llena de herencia e historia china. El material aquí me ayuda enormemente cuando necesito ejemplos. Existen acá tantos templos antiguos -y fascinantes-. Además, en Lu Kang viven muchos de los viejos maestros y expertos en artes folklóricas tradicionales. Parece como si todo formara parte de mi propia creación", dice Chen. La investigación de formas en ese sitio sólo constituyen parte de la preparación para nuevas creaciones en estaño. Chen se basa en diferentes textos y tradiciones que promoverán una resonancia cultural entre los clientes en perspectiva y las obras mismas. Una forma de alcanzarlo es integrar los símbolos populares de buena suerte, escribiendo proverbios antiguos registrados en los libros de su bibliteca personal. Un volumen particular que usa frecuentemente, contiene también ilustraciones. Generalmente estas son ya sea de animales o de símbolos de los mismos. Por ejemplo, tanto en mandarín como en taiwanés, la pronunciación del carácter chino para "venado" es la misma que "promoción". La frase "fu lu shou" (福祿壽, que significa suerte, promoción y longevidad, es así mejor representada por la figura de un venado, afirma. En calidad de presente le hizo entrega a Chen Chi-lu -ex-presidente del Consejo de Planificación y Desarrollo Cultural y cuyo nombre incluye el carácter "lu"- una de sus obras en estaño en forma de un venado de pie en donde decía: "Coronado y Promovido" (加官晉祿). "La razón por la que escogí hacer un venado erecto e inmóvil, en lugar de uno corriendo o caminando, fue porque en chino la pronunciación de venado corriendo suena exactamente igual a 'la promoción ha desaparecido'", agrega Chen, quien visitó el zoológico para examinar exactamente como lucen los músculos de un venado cuando está erecto y con el fin de darle una impresión más original, raspó la obra en estaño con una filuda cuchilla, para darle la impresión de tener pelo. Según el calendario lunar, este es el Año del Dragón. En China, los dragones siempre han sido un motivo popular y se encuentran en casi todas las formas de creaciones artísticas. Chen ha extendido esta predilección a sus creaciones en estaño. Recientemente terminó dos dragones volando de espléndidos colores. Para darle a los espectadores la impresión que el par de dragones está penetrando dentro de las nubes, inventó algunos anillos especiales de estalla y los soldó agregados a la pieza. "Estos anillos son lo mejor que he podido descubrir para conquistar la dura textura del estaño", dice. La experimentación de Chen ha tenido sus recompensas. Ahora disfruta de un gran número de pedidos artísticos especiales tanto locales como del extranjero y por supuesto, su obra tradicional tiene también gran demanda. Por ejemplo, el Templo de Confucio en Nagasaki. Japón, presenta las "cinco variedades" de estaño, magistralmente hechas por sus hábiles manos. Su reputación recibió un reconocimiento adicional en el mes de julio, cuando el Centro Cultural del distrito de Chang Hua organizó una exposición de sus obras. La muestra comprendió 20 de sus "experimentos" artísticos y otra 40 piezas tradicionales más. Esta muestra se encuentra recorriendo actualmente los principales centros culturales en otras partes de la isla. Si hay alguien que se opone al descenso de la artesanía del estaño. Chen parece ser el primero, en base a su entusiasta espíritu e ilimitada energía. Sus esfuerzos han conquistado ya el apoyo público, pero la verdadera prueba será la expansión de la reserva de artesanos que pueden alcanzar mucho éxito de esta forma artística y poder atraer a este campo tanto a clientes como a nuevos aprendices. Al menos Chen puede contar con un devoto aprendiz: su tercer hijo, que algún día heredará el negocio. En la actualidad el muchacho se encuentra estudiando en la escuela secundaria y ya demuestra un talento excepcional, particularmente en la pintura. Chen lo está adiestrando tanto en la artesanía tradicional, como en la más creativa, en cuyas direcciones experimentales ha sido un pionero. Como estudiante de diseño artístico, su hijo ya le ayuda a pintar algunas de sus piezas y a pesar de su juventud, muestra originalidad. Por ejemplo. cuando pinta un candelero tradicional de estaño, parte de la convención de usar audaces colores para poner después tenues sombras de azul sobre el cuello plano de un dragón, dándole una apariencia tridimensional. Al contemplarlo orgullosamente, Chen afirma: "La innovación nos ofrecerá las alternativas necesarias para salvar el negocio". Y es cierto. Sin embargo, la supervivencia descansa en su mayor parte en la base de las destrezas que comprenden un amplio campo de habilidades, incluidos: diseño, tallado, moldeado, pintura y otras. Tan complejo juego de habilidades exige no sólo talento, sino que también una paciencia que no todos poseen. La verdadera dificultad para especializarse en la artesanía de obras en estaño presenta serios obstáculos a su popularización. Después de 32 años de duros trabajos, Chen, quien cuenta ahora con 48 años, ha sido capaz finalmente de desviar sus energías a la expresión artística original. La libertad de "experimentar" ha venido gracias a su gran número de clientes satisfechos. Ahora que Taiwan se ha desarrollado en una sociedad más afluente, asienta, "existe un campo fértil para el resurgimiento de la artesanía del estaño" e incluso un único vistazo a su obra ofrece una prueba convincente del atractivo estético de la antigua artesanía de obras en estaño, ya sea que se manifieste en formas tradicionales o "experimentales". □

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