29/04/2024

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Cáscaras de huevo sobre pedestales

01/03/1988
¿Pero que diría Blake acerca de un universo en una cáscara de huevo? "Excéntrico" saltaría a la mente como una respuesta bastante razonable, pero Kuan Chun-mai (關椿邁) ha dado un toque mágico al huevo común. Con un bisturí en su firme mano y guiado por sus ojos penetrantes generalmente ayudados con un poderoso lente de aumento, Kuan transforma las blancas superficies elípticas en miniaturizadas obras de arte. Por más de diez años, Kuan ha dedicado incontables horas en esta autodefinida forma de arte. Inicialmente, la esforzada experimentación fue sobrepasada por éxitos frecuentemente denominados como "increíbles" por sus admiradores. Kuan tiene ahora una impresionante colección de más de cincuenta piezas que revelan la madurez y riqueza de sus técnicas. Un buen ejemplo de su destreza queda ilustrado por una obra titulada "La alegría de vivir", que es una membrana de huevo que permanece entera y sin romperse; toda la cáscara ha sido removida a excepción del extremo que sirve de base. "No es raro que una pieza como esta me tome más de cuarenta horas para terminar", nos dice Kuan. "Con frecuencia encuentro que he hecho un defecto apenas visible en el último segundo, y entonces tengo que destruir toda la pieza antes que tenga tiempo para sentir remordimiento". Las técnicas de esculpir son a la vez exigentes y pesadas. "Aplasté por lo menos unos mil huevos antes de esculpir mi primer huevo", se recuerda Kuan. El primer paso implica un menos exigente tallado de la superficie, y fija el patrón para la obra. La cáscara del huevo es rayada mientras el huevo aún está "viviendo", es decir, con la clara y yema adentro todavía. Después que el bosquejo del diseño ha sido completado, Kuan perfora un pequeño agujero en la cáscara y usa un tubo muy fino para soplar afuera su contenido. Sólo entonces comienza a trabajar aquellas áreas de la superficie que requieren penetración completa, rompiendo cuidadosamente la cáscara con la punta de su bisturí. Todo el proceso realmente comienza antes con la selección de los mejores huevos posibles para tallar. Kuan se ha hecho bastante notorio en los mercados locales al llevar una linterna consigo cada vez que va de compras. El generalmente utiliza una hora examinando los huevos uno por uno antes de encontrar cuatro que le guste. Sus exigentes métodos algunas veces disturban a los dueños de tiendas, de manera que frecuenta varios mercados en su búsqueda por huevos de forma y textura perfectas. Kuan explica que cada ejemplo de escultura en cáscara de huevo proyecta su modo de ver el mundo. Piezas tales como "Madre e hijos" y "Padre" expresan su amor por la familia. "Madre e hijos" está compuesta por una cáscara grande con dos cáscaras de huevos más pequeñas adentro, resaltando de la apertura de la mayor. La misma ha sido creada en memoria de dos hermanos menores que nacieron muertos. "Padre" es una cáscara de huevo tallada con sesenta y cuatro ventanillas en ocho filas y ocho columnas. "Ocho y ocho" se pronuncia en chino "Pa-Pa", lo cual es homofónico con la palabra "Papá". Una de las obras más complejas de Kuan se titula "Las cinco bendiciones", que son longevidad, riqueza, salud, amor con virtud y una muerte natural. Esto implica la especialización en una técnica de tallado particularmente difícil. La obra está compuesta por cinco capas de cáscaras de huevo talladas, haciendo eco de la complejidad de la famosa bola de márfil tallada con diecinueve capas que está en exhibición en el Museo Nacional del Palacio. La parte más difícil de la obra es rebanar, una por una, las cáscaras menores dentro de las mayores a través de una grieta de 0,3 centímetros. Los conceptos que tiene Kuan acerca del universo son indicados por piezas tales como "reencarnación", "Exuvia de la Cigarra" y "Juan 3:16". "Reencarnación" es una juego de anillos flotantes que han sido esculpidos en una cáscara y conectados por una membrana sin romper. "Exuvia de la Cigarra" se asemeja a una puerta, una pieza móvil de cáscara de huevo junto a un marco de forma similar. "Juan 3:16" es una graciosa escultura del familiar trozo del evangelio acerca de cómo Dios regala su Hijo al mundo. El profundo entrenamiento de Kuan en la pintura china tradicional queda revelado en "Peonías en el espejo", "Tres pájaros cantando en la rama de un árbol", "La primavera florece con las peonías" y "Metamorfosis de la mariposa". Cada pieza requiere un meticuloso tallado de superficie, lo que resulta en dibujos hermosamente delicados. Una de las piezas más sútiles con sentir patriótico en la colección de Kuan es "La bandera nacional de la República de China". A primera vista, el espectador no ve nada diferente de un huevo or­ dinario. Pero cuando es iluminado, se puede ver la bandera pintada dentro de la cáscara de huevo. Kuan creó la imagen insertando un pincel extraordinariamente delgado en el diminuto agujero de la cáscara y con sumo cuidado, pintó la bandera en la superficie interior. La escultura más intrincada en toda la colección es posiblemente "El sol y la luna brillan juntos". Para hacer esta pieza, Kuan esculpió el emblema nacional de la República de China en el tope de una cáscara de huevo y después agujereó la cáscara con 10.000 hoyos diminutos. El resultado tiene una atracción estética definida, y también ha roto el record mundial (de acuerdo al Guinness Book of Records- sí, hay gente que mantienen un registro de tales cosas) de 1.200 agujeros en un huevo hechos por un húngaro. "El sol y la luna brillan juntos" es una ilustración abstracta de Kuan que clama por la reunificación de China. La reunificación es un tópico serio en su familia. "Es un sueño que ha pasado de padre a hijo", dice Kuan. Su padre, Kuan Ying-chi, emigró a Taiwan desde la ciudad de Shenyang en el continente chino en 1949. Para el resto de su vida, él trabajó en la Administración de Ferrocarriles de Taiwan. Kuan dice que su padre estaba tan obsesionado con el sueño de retornar a casa que tenía que transformar la energía en algo tangible. Como resultado, dedicó por más de diez años sus ratos libres en inventos, recibiendo finalmente patentes por un azadón especial en forma de T y un clavo para ser usado en la montura de rieles. "Desde el Ferrocarril Chung-Chang en la ciudad de Shenyang al Ferrocarril de Taiwan -fue un largo viaje para mi padre", dice tranquilamente Kuan. "Creo sinceramente que algún día retornaremos al ferrocarril. Y si no puedo hacerlo yo, mi hijo irá a hacerlo". Kuan parece haber heredado la perseverancia de su padre, pero los inventos han sido reemplazados por un arte único. Como su padre, él también trabaja en la Administración de Ferrocarriles de Taiwan, y durante las noches pasa cuatro a cinco horas tallando huevos. En ciertas ocasiones, su pasión le ha causado "ceguera de nieve" debido a la intensa concentración en las blancas cáscaras. El siempre está buscando nuevos retos, y recientemente pasó 120 horas tallando una red de una cáscara de huevo. Kuan dice que fue primeramente inspirado a esculpir cáscaras de huevo más de diez años atrás por la bola de márfil tallada con diecinueve capas en el Museo Nacional del Palacio. "La bola de márfil es un milagro. Me sentí con ganas de hacer algo similar, pero con un material diferente, un material que se desconozca haya sido usado por mis antepasados". No mucho tiempo después, Kuan compró una gallina viva para su señora encinta en anticipación a tener que preparar una plato especialmente nutritivo para ella después de dar a luz a su primer bebé. Después que retornó del mercado, la recién adquirida gallina puso un huevo; y cuando Kuan lo sostuvo entre sus manos, siento de repente que él estaba sosteniendo una bola de cristal. En la forma graciosa del huevo estaba la respuesta a su pregunta acerca de qué tipo de medio debía usar para su expresión artística. Después de una década de arduo trabajo, la obra de Kuan finalmente ganó reconocimiento público, Muchos coleccionistas han ofrecido enormes sumas de dinero por sus piezas de arte, y un millonario inclusive ofreció cambiar un auto deportivo nuevo por dos de sus obras. Hasta ahora, Kuan ha rechazado todas las ofertas. "Como artista, tengo un largo camino que recorrer, y no deseo echarme a perder", dice él. "Eso destruiría mi carrera". La mayoría de los artistas están preocupados por la inmortalidad de sus piezas de arte, pero Kuan ha seleccionado uno de los materiales posiblemente más frágiles para su expresión artística. Cuando se le pregunta si no le preocupa que ellas tal vez no durarán mucho, Kuan responde: "Algunas personas me han preguntado porqué no recojo huevos de avestruz para tallar debido a que son mayores, más gruesos y fáciles de manejar. Pero el reto radica precisamente en la fragilidad del material, y es una prueba de mi técnica y mi búsqueda de la perfección" Kuan concluye una discusión de sus obras con una nota filosófica: "Estoy preocupado no solamente con las obras de arte en sí, sino también el espíritu e impulso detrás de ellas. Con la escultura de cáscaras de huevo, deseo presentar la hermosura más exquisita de la cultura china, y deseo decirle a las personas que hemos hecho posible lo imposible. Mi nombre tal vez no será recordado por la gente después que halla partido, y mis esculturas en cáscaras de huevo podrán ser aplastadas, pero el espíritu y el ímpetu perdurará, y las técnicas para tallar en cáscaras de huevo serán transmitidas y mejoradas", Las cáscaras de huevo de Kuan revelan también un universo personal. □

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