El artista trabaja silenciosa y rápidamente sobre tres hojas de papel pegadas en caballetes frente a él. Las pinturas en tinta aguada que toman forma bajo su pincel son diferentes pero claramente comparten el mismo tema, y el artista está tratándolos como una sóla entidad. El está intensamente absorbido, como si su misma esencia estuviera fluyendo en el papel. Las horas pasan, y los cuadros comienzan a asumir su forma final: capas de negruras primitivas, sobrepuestas, juntadas, y fluyendo unas con otras. Pero el artista aun no ha terminado.
Rápidamente prepara pinturas acrílicas: azules, amarillos, blancos y verdes que brillan suavemente en su paleta. Entonces con trazos diestros y confidentes aplica los colores. Inmediatamente, lo que eran masas de tinta negra e indistinta, comienzan a tomar una nueva claridad. Un momento transcurre, y para entonces aparecen con fuerza grácil, los motivos chinos tradicionales de montañas, precipicios, rocas y valles, que han sido logrados y acentuados por los cuidadosamente integrados contrapuntos de los colores acrílicos. Las pinturas contemporáneas iluminan la tinta clásica.
Huang Chao-hu (黃朝湖) es conocido por su diestro uso de color y sombras en negro, y su interpretación moderna de temas encontrados en la clásica pintura de tinta. Sus innovativos cuadros presentan su fuerza, demostrando ambos el control del artista sobre su medio y una habilidad creativa para adaptar temas establecidos de su herencia cultural a la luz de las modernas formas artística. Esta es una dirección consciente en su trabajo, ya que Huang está tratando de encontrar una nueva identidad y dirección para la pintura china moderna.
En primer lugar, lo negro que prevalece en los cuadros de Huang es abrumador. Pero el ojo se ajusta dentro de cada cuadro a una luz cuidadosamente modulada dentro de cada pintura, la intensidad inicial de lo negro se torna difuso entre contornos sutiles definidos por una gama de tonos sensitivamente sombreados. La concentración en la pintura de Huang surge a medida que el efecto poderoso y enigmático de cada obra asimila la consciencia del observador tal como el papel ha absorbido la rica tinta china. El estado de ánimo resultante consume de tal forma al observador que aun alejándose de la pintura, él siente de todas maneras una persistente presencia, como la sensación de estar seguido mientras se camina sólo a casa bien tarde en la noche aunque en este caso existe un sentimiento agradable.
Los pintores tradicionales clasificaban el negro en cinco mayores tonos, siendo el quinto casi un blanco puro. Los artistas chinos siempre han sostenido que la tinta negra posee una energía y vitalidad extraordinarias; el reto estético para el artista consiste en soltar sus fuerzas inherentes. "Como aceptan la mayoría de los pintores", dice Huang, "las mejores pinturas clásicas se hicieron durante las dinastías Tang y Sung. Esas pinturas tenían real espíritu; ellas eran originales y vitales. Lo que estoy tratando de hacer es traer esta esencia espiritual al Siglo XX."
Huang cree que el negro puede expresar la fuerza dinámica, la consistencia de la ética individual, y la independencia de la libre voluntad. El dice: "En los ochenta, comenzé un estudio serio de las relaciones históricas entre la pintura y el pensamiento chino. De esta forma expandí mi entendimiento, descubriendo características adicionales de las tintas aguadas. Me dí cuenta que las pinturas son capaces de expresar 'ideas' y no solamente 'formas', y eso me enseño que en la búsqueda de estilos vívidos yo puedo enfatizar en pensamiento subjetivos."
Huang nació en 1939 y creció en Taichung, en la parte central de Taiwan. Las personas del área tienen una vida sencilla, rural y con poco suntuosidad. "No teníamos ninguna de las aspiraciones de los jóvenes modernos", dice Huang. "Nos contentabamos con las montañas, el bosque, y los campos alrededor de nosotros". A la edad de 13 decidió convertirse en un artista y empezó copiando acuarelas chinas tradicionales. Después de terminar su educación, él trabajó como maestro de primaria, donde comenzó a experimentar regularmente con diferentes materiales y técnicas de pintura. Su deseo por una forma expresiva individual no era satisfecho al imitar a los artistas del pasado, pero no era fácil cambiar de dirección hacia el modernismo. El se enfrentaba a una considerable oposición de parte de los artistas chinos más tradicionales.
"A inicios de los 1960, me gradué de la universidad e inmediatamente entré en el campo del arte vanguardista. Produje muchas pinturas y también escribí artículos en defensa de los estilos artísticos modernos. Más aun, escribí tan fuertemente contra aquellos que denominaba como artistas conservadores que los periodistas me tildaron del niño travieso que le está dando a los conservadores un gran dolor de cabeza".
En actualidad, en muy raras ocasiones Huang hace una pintura solamente. Cuando él se siente inspirado, prefiere trabajar en tres o cuatro, tratando de capturar completamente su estado de ánimo. Nos dice: "Yo creo en la eliminación de las esposas de la 'forma', haciendo hincapié por el contrario, en un estilo vívido y modo elegante. Yo abandono las formas tradicionales de manejar los pinceles y tintas, adoptando métodos más libres. Deseo expresar los poderes de las tintas aguadas en un sentido moderno y mostrar su potencial para lo abstracto y el suprarrealismo."
El ha logrado el éxito. El entendimiento y uso del espacio por parte de Huang es especialmente extraordinario. Como ilusiones ópticas, los contornos en sus pinturas tienen la habilidad de expresarse a sí mismos. Ellos redirigen y reenfocan la consciencia internamente, y uno no puede estar seguro si representa un macrocosmos o un microcosmos, ya que ambos están obviamente presentes. Debido a esta cualidad espacial, las obras de Huang siempre presentan posibilidades para nuevas perspectivas que el observador puede descubrir y gozar.
Huang concluye un análisis acerca de sus búsquedas artísticas con un comentario que trae la clásica filosofía china a la mente: "Originalmente, cuando regresé a las tintas aguadas desde otros medios del arte moderno, fue un retorno de pensamientos así como un reto personal y un avance decisivo. Yo aun me aferró a los conceptos del arte moderno, pero ahora en la tierra libre de la tinta aguada, busco expresiones artísticas de las 'ideas', mientras ignoró sus 'formas'. Más aun, al seguir las 'reglas ilimitadas' para expresar la belleza de la 'forma de lo informe', intento establecer un estilo mío único".
El reto estético de construir la forma de lo informe a través de la expresión artística del "bloque sin esculpir", que ha sido una parte integral del pensamiento chino desde Lao Tzé en el Siglo Sexto A.C., ha sido aceptado con nuevas permutaciones en las obras modernas, pero aún así tradicionales de Huang Chao-hu. □