04/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Transformaciones

01/05/1987
A Framework for China's Unification por King-yuh Chang. Taipei: Kuang Hwa Publishing Co., 1986, 88pp. con Apéndice. US$7.

Este pequeño volumen de ocho discursos pronunciados durante estos dos últimos años por el Dr. King-yuh Chang, Director General de la Oficina de Información del Gobierno de la República de China, merece una ciudadosa atención de aquellos que están interesados en el "Problema de China" y los aspectos claves del desarrollo económico y valoración de la seguridad en la región de Asia y el Pacífico.

Aunque con frecuencia los discursos siempre tienen la tendencia de quedar fuera de tiempo rápidamente, esta colección evita el problema al concentrarse en asuntos de política con una mayor duración. Los dos mayores temas desarrollados desde varias perspectivas a través del libro son el asunto de la reunificación de Taiwan y China continental, y una valoración profunda del desarrollo económico de Taiwan y su papel en el comercio mundial. Los discursos fueron presentados ante auditorios compuestos primordialmente de autoridades del gobierno, intelectuales y líderes comerciales en Japón, Filipinas, Australia y los EE.UU. Las tendencias a nivel mundial hacia el proteccionismo económico y la reciente campaña de China continental en contra de la "liberalización burguesa" hacen que el contenido de este volumen venga a tiempo para el cada vez mayor número de lectores interesados en aspectos de la política internacional.

El asunto de la reunificación de Taiwan y China continental ha recibido frecuentes comentarios en la prensa mundial últimamente debido a la mucha atención dada al plan de reversión de Hong Kong y la interpretación de "una nación, dos sistemas" por China continental. Una sugerencia que ocasionalmente surge de este reportaje es que una política similar podría resolver la separación por 38 años de Taiwan y el continente. Al dirigirse acerca de este asunto, Chang menciona la política del gobierno de la República de China, pero felizmente hace un análisis mucho más profundo para explicar las razones y realidades sobre las cuales descansa. Esto hace que la lectura sea iluminante. Los antecedentes de Chang como profesor de ciencias políticas, y su experiencia anterior como director del influyente Instituto de Relaciones Internacionales de Taipei, añaden peso que satisface intelectualmente a las declaraciones de política.

En el nivel teórico, Chang defiende que "una nación, dos sistemas" presenta una contradicción política que no pueden resolver los que deciden la política en Pekín. El Partido comunista chino (PCC) debe ya sea abandonar su propia teoría marxista-leninista o echar fuera los retos intelectuales al sistema socialista; el partido no puede tenerlo en ambas vías. El actual desorden político y económico en el continente -a medida que los conservadores se mueven a detener, bloquear o eliminar los iniciales esfuerzos de reforma de Teng Hsiao-ping ­ demuestra la fragilidad de cualquier plan que contradiga un sistema política que se ajusta únicamente para impedir las libertades intelectuales, económicas y políticas que son necesarias para el desarrollo. Sin embargo, existe una alternativa, y al respecto china.

La experiencia de Taiwan es un vívido "modelo en espera" para el continente. La salud política y riqueza económica de Taiwan contrasta marcadamente con el lado opuesto del Estrecho de Taiwan. Sin embargo en 1950, ambas áreas se enfrentaban a problemas muy similares, incluyendo niveles de vida extremadamente bajos, infraestructuras destruidas y una inflación descontroladas. Chang da una evaluación convincente de las muy diferentes rutas tomadas por Taiwan y China continental hacia la reforma económica rural y urbana, la política de "puertas abiertas" hacia los contactos extranjeros, el logro de la estabilidad política, y la consistencia de los principios ideológicos.

Si bien la historia de China continental es conocida con detalles más bien depresivos, pero toma mayor claridad cuando se la compara con la historia de las transformaciones de Taiwan durante las cuatro últimas décadas. Chang hace más que dar crónicas del éxito de Taiwan en la educación, preservación y desarrollo cultural, bienestar social, niveles de vida, e internacionalización económica. En vez de adoptar una posición de "portavoz político" en sus discursos, él va más allá de declaraciones generalizadas y menciona hechos concretos para apoyar sus evaluaciones. El resultado neto en los lectores es la necesidad de contestar la pregunta implícita de Chang: ¿Porqué no debería el pueblo de Taiwan esperar que sus compatriotas del continente eventualmente acepten el "modelo en espera" y obtener la unificación deseada por los chinos en ambos lados del Estrecho?

Toda respuesta deberá ser templado con sensibilidad a la perspectiva histórica china y los aspectos contemporáneos de la seguridad. La turbulenta severidad de la dinastía Chin bajo Shih Huang Ti logró unificar a China por primera vez en el año 221 A.C., pero los apuntalamiento legales de su gobierno fueron tan contrarios a la naturaleza humana que la dinastía duró menos de veinte años, solamente un momento fugaz en una tradición continua de 5.000 años. Un argumento fundamental en dichos discursos es que las políticas del PCC contradicen en forma similar las expectativas y aspiraciones humanas.

Pero el rechazo del comunismo en el continente podría tomar un largo tiempo ante los ojos occidentales. Sea como fuera, Chang defiende convincentemente que en el ínterin, las naciones libres del mundo deben respetar y apoyar el éxitoso progreso único logrado por Taiwan hacia la completa democratización, y deben reconocer el gran valor estratégico de la isla en la región asiática y del Pacífico. Aparte de estar localizada entre las líneas estratégicas de las comunicaciones, Taiwan tiene el potencial de proveer facilidades ideales para que fuerzas aérea, marítima y terrestre contrarresten cualquier amenaza activa soviética o chino-comunista hacia la estabilidad de la región. Su evaluación tiene particular validez para Corea del Sur, Japón, las naciones de la ASEAN y los EE.UU., pero las ramificaciones tienen significado mundial.

El segundo tema mayor de esos discursos es más familiar. El sorprendente desarrollo económico de Taiwan lo ha convertido en una de las "naciones recién industrializadas" que más rápidamente crece y se moderniza en el mundo. Significativamente, al mismo tiempo cuando el mayor problema económico de Taiwan son sus demasiadas reservas en divisas extranjeras, el liderazgo del PCC parece determinado a seguir con otra campaña contra la "contaminación extranjera" para garantizar que no haya ninguna en China continental. Los discursos de Chang trazan un claro contraste entre los dos sistemas económicos y los delineamientos políticos que los han orientado. Los detalles sobre el "milagro económico" de Taiwan son de lectura impresionante.

Chang resalta un punto que particularmente describe un análisis que merece destacarse, especialmente cuando se acopla con su discusión sobre el valor de la ayuda económica que EE.UU. extendió a Taiwan desde 1951 a 1965: "El desarrollo económico de la República de China contradice la teoría de la dependencia que indica que la dependencia en el capital extranjero terminará en el estancamiento económico mientras aumentan las desigualdades en la distribución de los ingresos. Esta experiencia también repudia la pretensión marxista de que las naciones subdesarrolladas están subdesarrolladas simplemente debido a la explotación por parte de las naciones capitalistas". Taiwan, al igual que Japón, demuestra el valor de la ayuda a pueblos con una rica ética de trabajo.

Entre la variedad de informaciones y descripciones sobre el panorama económico de Taiwan, el octavo y último discurso (pronunciado el año pasado en Houston) es especialmente relevante sobre el palpitante asunto del desbalance comercial entre la República de China y Estados Unidos. Si bien la cifra sobrepasa los US$13.500 millones, el diferencial es considerablemente menos que lo reflejados por las cifras. Por ejemplo, las ganancias de los bancos y otras industrias de servicio norteamericanas no figuran en las estadísticas comerciales; vastas cantidades de las reservas de divisas extranjeras de la República de China han refluido a bancos de EE.UU.; una considerable porción del desbalance comercial proviene de la exportación de productos hechos por firmas norteamericanas tales como la Ford Lio Ho Motor, los laboratorios Wang, Corning Ware, GTE, y la IBM; y, como lo dijo un ministro del Gabinete de la República de China, más de 60.000 de los mejores estudiantes de Taiwan han elegido quedarse en EE.UU. tras sus estudios avanzados, contribuyendo a un "déficit de potencial cerebral". Análisis como este dan más claridad a las complejas cuestiones.

Este volumen trata de transformaciones: los significantes cambios en la calidad de vida de Taiwan, y la creciente importancia de Taiwan para ambos, la región Asiático-pacífica y el mundo. Los discursos de Chang hacen también un llamado para la transformación en la forma cómo las otras naciones libres miran el crítico papel que desempeña la República de China en la preservación de la paz y estabilidad internacional. □

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