02/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Ecos de regocijos y melancolías

01/07/1986
Foto de Chen min-jeng Instrumentos de viento chinos de la colección de Cheng Chi-min.
Los tonos alegres y tristes de la flauta cautivan a los que escuchan y llevan un mensaje del sentir del pueblo chino.

Antes de que los seres humanos pu­dieran comunicarse por medio de la escritura, tuvieron que aprender a deleitar a otros y expresar sus propias emociones por medio de instrumentos musicales, hechos de materiales naturales que fuesen disponibles.

Los antiguos chinos, sin excepción alguna, dividieron finalmente sus instrumentos musicales dentro de ocho categorías, "los ocho cuerpos sonoros", de acuerdo a los diferentes materiales de los que fueron inventados: seda, bambú, madera, cuero, piedra, tecomate, arcilla y metal. Dentro de estos ocho, los instrumentos de bambú son los más antiguos y más importantes.

En China, el bambú crece casi en todas partes y está considerado como una parte esencial en todos los jardines. Un proverbio chino dice: "En cada patio familiar debe haber bambú, como carne en cada comida".

El bambú se ha convertido en un símbolo del "verdadero caballero", significando particularmente integridad, porque el carácter chino para la palabra "uniones" del bambú (節) es el mismo que para "integridad" (節) símbolo de modestia, por su sencilla apariencia; de rectitud, por su erecto tronco y de persistencia, por su eterno verdor, aún en las estaciones más frías.

De acuerdo a los Archivos Históricos (史記), la flauta china de bambú se originó aproximadamente en el año 2700 a.C., cuando el legendario emperador Huanti le pidió a Ling Lung, músico de la corte real, cambiar los diapasones por medio de los cuales otros instrumentos musicales pudieran tener el mismo tono. Ling Lung cortó piezas de bambú cosechado en un cañón de la montaña Kunlun y produjo flautas de doce notas de la escala musical "imitando el canto del ave fénix". Esas flautas fueron llamadas posteriormente hsiao (蕭) o ti (笛).

El sonido del hsiao está descrito en el ensayo "Sobre el Chih Pi" (赤壁賦), escrito por Sun Tung-po (蘇東坡), poeta de la dinastía Sung: "El sonido vibrante, como de lamento, de ansiedad y sollozos, persiste y revolotea en el aire, extendiéndose incesantemente, cual si fuese un fino hilo. Entristece al dragón en su valle y hace llorar a una mujer en su bote solitario".

Cuentan que la música patética del hsiao quebrantó la moral de un ejército de 8.000 soldados:

En el año 202 a.C., Hsiang Yu (項羽) y Liu Pang (劉邦), reyes de las dinastías Chu y Han, respectivamente, se encontraban peleando por la soberanía de toda China. En la última etapa de su guerra, el ejército Chu, derrotado una y otra vez, llegó finalmente a un pueblo, a orillas de un río. Ante ellos se encontraba un gran río y bloqueándolos por los tres lados se encontraba el poderoso ejército Han. Dicho ejército no atacó ni una sola vez, en lugar de ello, uno de sus generales compuso una melodía, "Cantos del pueblo de Chu" y ordenó a los músicos que la tocaran una y otra vez en el hsiao. En las frías noches, los soldados Chu, al escuchar una música tan melancólica, empezaron a pensar en la prolongada ausencia de sus familias, sus ancianos padres, sus devotas esposas y sus queridos hijos. Con lágrimas en los ojos, uno por uno, fueron abandonando el campo de batalla y el ejército Chu fue de­ bilitado y destruido.

Las flautas chinas de los tiempos antiguos, conocidas generalmente como hsiao o ti, pueden tocarse con los labios, ya sea vertical u horizontalmente. No fue sino hasta la dinastía Tang (618-907) cuando se diferenciaron en instrumentos separados: el hsiao, para tocarse horizontalmente y el ti, verticalmente. Desde entonces ha existido también entre las dos otra diferencia importante, el ti presenta un agujero adicional cubierto con una pequeña membrana, como un pedazo de hoja de bambú. Cuando se sopla aire dentro del ti, haciendo vibrar la membrana, da como resultado un sonido particularmente claro y brillante. Con esta innovación, el ti fue capaz de transcender la calidad de lamento del hsiao. Su variedad musical es más amplia y su timbre notable y etéreo, puede ser más expresivo: alegre, elegante, lleno de color. .. capaz incluso de imitar el relincho de los caballos o el canto de los pájaros.

La calidad y edad del bambú son factores decisivos en la fabricación de un buen ti, así como las técnicas especiales de fabricación. La calidad de la membrana desempeña también un papel importante: si no es lo suficientemente delgada, el sonido será apagado y aburrido. El material ideal es la membrana transparente que puede pelarse de la superficie interior de una caña.

Los sonidos del ti son controlados por la respiración, los labios, la lengua y los dedos de quien la toca, las técnicas de control de respiración son lo más importante y difícil. Si el aliento no se sopla dentro del agujero de la boca en el ángulo correcto, no se producirá sonido alguno y muchas de las variaciones de las formas musicales y de la calidad, son controladas por la fuerza relativa y la medida del tiempo de la respiración de quien la toca.

El intérprete debe pararse o sentarse con el dorso recto, los pies un tanto separados, para permitir que la respiración suba suavemente desde el diafragma. Es también muy importante que la persona que la toca, al hacerlo cultive una constante paz mental, para que así la respiración salga pareja.

Cheng Chi-min (鄭濟民), maestro moderno del ti, ha estudiado desde su infancia diferentes instrumentos musicales chinos; las variaciones del ti son su especialidad. Hizo su debut a los 14 años de edad y después de estudiar en la Academia de Música de Fukien, continuó sus estudios bajo la dirección de diferentes maestros de ti.

En 1969 se trasladó a Hong Kong, en donde llegó a ser el principal intérprete del ti con la Orquesta China del Consejo Urbano de Hong Kong, habiendo ofrecido varios conciertos con los miembros de dicha orquesta en Australia, Singapur, Japón y Corea.

En diciembre de 1985 fue invitado, junto con Wong On-yuen, intérprete del hu-chin y director de orquesta, para actuar en el Festival de Música Cardiff, con el acompañamiento de la Sinfónica Welsh de la BBC. La obra que interpretaron, "Concierto para ti, Er-hu" y "Orquesta", por John Manduell, compositor moderno británico, exigió muchos efectos especiales de tono; los que Cheng realizó a través de una variación especial del ti: sus seis agujeros originales fueron expandidos a diez. Al interpretarlo de esa manera, tuvo que extender todos los dedos, lo que exigía una técnica totalmente revolucionaria. Los británicos quedaron fascinados por él empleo de estos instrumentos tradicionales chinos que interpretaron tan bellamente una composición contemporánea occidental.

Cheng es profesor también en la Academia para la presentación de artes de Hong Kong, así como del Departamento de estudios extramuros de la universidad china de Hong Kong. Además, aparte de las 4-6 horas de ensayos diaeios con la Orquesta China del Consejo Urbano de Hong Kong, practica de 2 a 3 horas diarias en su casa, por su propia cuenta.

Es también un ávido investigador en cuanto a instrumentos tradicionales chinos en general, así como su fabricación y modificaciones.

Los instrumentos tradicionalmente chinos -indicó- están en su mayoría limitados en alcance y volumen, por lo que durante mucho tiempo, los músicos han trabajado en sus modificaciones, pero sin obtener mucho éxito. Cheng habla sobre los misterios no resueltos de los procesos de fabricación: usando los mismos materiales, dimensiones y técnicas, la calidad de la "voz" de instrumentos "similares" podría variar grandemente.

Hoy en día, luego de largos años de investigaciones y experimentos, Cheng ha alcanzado finalmente mucho éxito en la modificación de ciertos instrumentos. Ha reproducido también varias formas instrumentales de la antigua China que se habían "extinguido" hace mucho tiempo y eran desconocidas para sus contemporáneos.

En febrero de este año, sus instrumentos "perdidos" recientemente modificados y recreados, le inspiraron ofrecer presentaciones especiales en Taipei, en donde introdujo varios de los antiguos instrumentos y las variaciones del ti, especialmente para las minorías étnicas chinas.

El chih (箎), por ejemplo, es uno de los instrumentos de viento más antiguos de China. Aunque a veces aparece en los archivos históricos chinos, desapareció en substancia desde hace 1.000 años, durante la dinastía Sung (960-1279). Cuando en 1984, fueron recuperadas de un lugar histórico en la provincia de Hupei, dos piezas de un chih Cheng trabajó para hacer una réplica total del instrumento. Ambos lados del chih estaban sellados por tapones -afirmó- y la calidad de la nota y el grado de inclinación exigían más precisión que el ti, que tenía solamente un extremo sellado. Cheng trató y fracasó con docenas de réplicas antes de alcanzar éxito.

Los profanos podrían confundir el chih por el ti; Cheng indicó las diferencias obvias: como ya se indicó, los extremos son diferentes y el chih no tiene agujero para la membrana, finalmente, el agujero para la boca del chih, está en un modelo triangular con los cinco agujeros para los dedos; en comparación, el agujero para la boca del ti y sus seis agujeros para los dedos están en línea recta.

"En la antigua China -explicó Cheng- el chih se tocaba originalmente en la corte real. Para mostrarle respeto al Emperador, el intérprete tenía que sostener el instrumento hacia arriba, con las dos palmas y mantener dicha posición durante la interpretación".

Puesto que el chih no tiene membrana, su timbre, comparado con el del ti, es más suave, elegante y melancólico.

Durante su recital en Taipei el hsun era el único instrumento de viento que no era hecho de bambú. Este antiguo instrumento de barro acompaña siempre al chih; así como en chino "el hsun y el chih", quieren decir afecto fraternal.

Al igual que el chih, el hsun es también uno de los instrumentos musicales más antiguos de China, un antiguo hsun, de un agujero, recuperado en un lugar histórico de la provincia de Chekiang, ha sido determinado por los arqueólogos que tiene 7.000 años de antigüedad.

Aún el rutinario hsun es único dentro de los instrumentos en muchos aspectos. De forma ovalada, hecho de barro, tiene un agujero encima, por donde se sopla y varios agujeros para los dedos en el cuerpo para el control de notas. Su timbre es particularmente rico y melancólico. La amplitud musical del hsun es muy limitada, aunque el número de agujeros para los dedos ha sido extendido de uno a seis (y se ha quedado allí aproximadamente durante 2.000 años).

Muchos músicos han trabajado desde entonces en su mejora, sin éxito alguno, hasta que en los últimos años, Cheng experimentó con diferentes tipos de cerámica y diferencias en el proceso de horneado. Finalmente logró ensanchar felizmente el cuerpo para aumentar el volumen, agregando dos agujeros para los dedos, ampliando su extensión.

Las variaciones del ti que Cheng introdujo en el recital fueron excéntricas y fascinantes.

El tu liang (吐良) es un popular instrumento dentro de los residentes de la provincia de Yunnan. Su timbre es parejo y primitivo y su construcción, única: solamente un agujero, para soplar, en el centro de un tubo de bambú. El intérprete lo sostiene con la mano por la parte izquierda, el pulgar presionando la abertura y con la palma de la mano derecha deteniendo la abertura al otro lado. Sin agujeros para los dedos para el control de las notas, este instrumento exige técnicas exactas de control de respiración y delicados movimientos del pulgar y la palma.

El ba wu (巴烏), popular en la región sudoccidental de China, tiene una caña en el agujero para la boca y con un tono bastante diferente de la mayoría de instrumentos de bambú: suave y misterioso.

El hu lu ssu (葫蘆絲) es también un instrumento local de la provincia de Yunnan y consiste de un tecomate seco rellenado con varias flautas de bambú con cañas adentro. El intérprete sopla a través de la cabeza del tecomate, produciéndose la música, mientras que el aire hace vibrar las cañas. La flauta central produce la melodía principal y las que están a su alrededor producen los "acordes".

El pai hsiao equivocadamente ha sido considerado por muchos haber tenido sus orígenes en Romania; otros podrían atribuir su origen a la zampoña griega. De hecho, apareció en China hace aproximadamente 6.000 años, siendo el más antiguo de nuestros instrumentos de bambú. Se dice que fue evolucionando directamente de las diapasones que produjo Ling Lung para el empera­ dor Huanti.

El antiguo pai hsiao contiene doce o más flautas dispuestas en forma semitrapezoidal. Su timbre es amplio y extenso. Hace aproximadamente 1.300 años, fue desapareciendo gradualmente de China por razones desconocidas; algunos lo atribuye a las dificultades implicadas tanto en su fabricación como en las técnicas para tocarlo. Cheng venció ambos problemas y con mucho éxito construyó réplicas del pai hsiao de acuerdos a las evidencias de la antigüedad.

El ti, tan antiguo como la civilización humana, está realmente vivo. Con los esfuerzos que Cheng Chi-min y otros músicos entusiastas están realizando, el ti y sus instrumentos relacionados están deleitando nuevamente a los auditorios chinos. □

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