05/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

El Teatro-Ballet de Taipei a la vanguardia en la danza

01/11/1985
En las cercanías de Tienmu, todas la mañanas, los bailarines bajan de los autobuses y motocicleta y suben las gradas que comunican hacia el tercer piso en donde se encuentra el estudio. "Aquí el alquiler es más bajo -confiesa uno de los bailarines- agregando, no nos gusta perturbar la tranquilidad de los vecinos con ruidosos golpes cuando efectuamos nuestros saltos." "Cuando llegamos aquí, era un lugar inhabitado -recalca otro- antes de poder empezar a danzar, tuvimos que salir a buscar madera para cubrir el piso de concreto, puesto que éste destruye los pies del bailarín. Primero instalamos un piso de madera elástica y luego lo cubrimos con una estera de hule. Obtuvimos algunos espejos para las paredes y fijamos unos tubos plásticos o conductos de electricidad que nos servirían como barras de práctica. Algunos sofás usados nos permitieron tener un lugar donde desplomarnos después de los ensayos. Ahora todo marcha muy bien; aunque el espacio es un tanto angosto." Habiendo sido fundado hace solamente 4 años, en abril de 1981, el Teatro Ballet de Taipei (TBT) ha presentado ya seis temporadas de danza en esta ciudad; visitó algunas otras ciudades de Taiwan y recien acaba de ofrecer su séptima temporada. Durante los primeros años, Marsha Wales Brown, directora co-artistica del TBT impartió activamente clases diarias al grupo. Actualmente Jennifer Lee, conocedora a fondo del ballet y Joseph Liou, director co-artístico, enseñan en lugar de ella. Ahora le toca el turno a Jennifer, quien oprime el botón del tocacintas, el elemento principal de la música, para dar inicio a su combinación. Muy despacio va creando una mini-danza, uniendo varios pasos básicos del ballet. Medio de­ mostrando y medio catalogando los diferentes pasos, muestra la forma: coupé, passé, développé, devant... Mientras va llamando, pequeños grupos de bailarines se turnan en combinaciones de danza, a través del piso del estudio. Lleva hora y media, casi dos horas de intenso trabajo para hacer parecer al ballet fácil y libre de esfuerzos. Pero las gotas de sudor se deslizan por los cuerpos de los bailarines. Luego la rutina termina con una señal de satisfacción de Jennifer y una ronda de elogiosos aplausos por parte de los bailarines. Estos contienen la respiración, beben algunas botellas de soda, cargadas de sal, para poder recobrar la sal perdida por el sudor de las prácticas y a trabajar de nuevo. Las presentaciones en público se programan en corto tiempo y deben ensayarse las danzas hasta alcanzar la perfección. Joseph Liou, en espera del ensayo de "Telaraña" la danza que le corresponde, se sienta en el suelo contra el espejo y cuando los bailarines se encuentran en posición, hace una señal para que comience la música. Quizás a los miembros más conservadores del auditorio les parecerá difícil llamarla "música", pero el fuerte ritmo suministra el impulso vital para los movimientos de los bailarines. Ahora, primero los hombres y luego las mujeres, se mueven individualmente o en número de dos o tres y los hombres son atrapados lentamente entre la telaraña femenina. Joseph, estrujado contra los espejos, casi es atrapado y aporreado por los pies de los bailarines, conforme ellos van pasando. Desde mucho antes de su llegada a la República de China, Marsha Brown estaba destinada a pertener al TBT. "Soy casi china. Nací en Singapur donde mi padre trabajaba con unos mercaderes chinos de caucho. Apenas tenía 3 años cuando asistí a la primera presentación del ballet 'El Lago de los Cisnes' con Margoth Fonteyn, como estrella invitada." Marsha todavía recuerda que su madre creyó que se dormiría, "pero fue mi madre la que se durmió." De lo único que Marsha hablaba en ese entonces era de ballet, hasta que finalmente, dos años más tarde, se iniciaron sus clases. "Mi madre me inscribió en la Academia Royal de Danza de Singapur, encabezada por Maudreen Yap, quien había sido la primera bailarina china solista en el Ballet Real de Inglaterra. Esto fue por el año 1950 y los bailarines chinos ya danzaban con algunas de las mejores y más grandes compañías del mundo." Finalmente, Marsha abandonó el Asia para trasladarse a estudiar a los Estados Unidos, recibiendo a la vez, clases de danza. "Quería estudiar la historia de Asia -recuerda- esto constituía buena parte de mi herencia personal. En seguida me convencí que fue la disciplina de las filosofías y tradiciones de Asia las que me mantuvieron en mi propósito de danzar, mientras que otros se daban por vencidos." Después de su graduación, empezó a trabajar para obtener un doctorado sobre estudios del Asia en la Universidad de Yale. Luego, cuando únicamente le faltaba escribir su tesis, murió su padre. Posteriormente consiguió una oferta del Ballet de San Francisco y concluyó sus estudios. "Necesitaba dinero -confesó­ así que también decidí que ya era tiempo de regresar a lo que realmente quería hacer: danzar." "San Francisco era ideal. Ahí teníamos de todo: danzas foklóricas de China y Rusia, Opera de Pekín, ballet clásico y hasta el Kabuki y Noh japonés. En aquel tiempo, los artistas de San Francisco se encontraban haciendo más innovaciones que los artistas de Nueva York." Pero San Francisco no era Asia y Asia constituía su primer amor; así que en 1979 partió junto con su esposo -un ejecutivo de seguros- para Hong Kong y luego en 1980, llegó a Taipei. "Cuando recién llegué a Taiwan -recalcó- busqué a Lin Huai-min, fundador del Grupo de Danza Puerta a las Nubes y padre de la danza moderna en la República de China. Me observó durante una clase de ballet con una de las maestras locales y decidió que era una buena bailarina. 'Lo que aquí necesitamos -dijo- es una buena compañía de ballet; Puerta a las Nubes necesita el estímulo y la inspiración que nos pueda ofrecer otra compañía.' En lo íntimo de mis pensamientos tenía ya decidido formar una compañía de ballet aquí en Taipei." El bailarín de Puerta a las Nubes Joseph (Shao-lu) Liou y su esposa, Maura Yang, en ese tiempo habían instalado un pequeño estudio para su uso personal en su apartamento de Tienmu, poniéndolo luego a disposición del TBT. Presentaron también a Marsha con un buen número de bailarines de Taipei, así como a Denise Lee, la primera maestra del TBT. "Planificamos llevar a cabo nuestra primera temporada aproximadamente nueve o diez meses después de dar inicio a los ensayos diarios. Las danzas debían ser coreografiadas especialmente para bailarines chinos: Una vez que Lin Huai-min pudo probar que los cuerpos de los chinos podían ejecutar danzas modernas -observó Marsha- mucha gente aquí seguía creyendo que 'los chinos no podían bailar ballet'. Cuando llegué a Taiwan hace 5 años, sabía que ésto no era así. Mi primera maestra, una antigua solista en el Ballet Royal, era china y yo había danzado con otros bailarines chinos en Singapur en 'Coppelia' y 'La Bella Durmiente'. Los bailarines chinos de aquí podían hacerlo y yo quería de­ mostrarlo -continuó-. Por ejemplo, durante años, la gente trató de imponer la 'técnica inglesa' en los cuerpos altos y delgados de los norteamericanos, pero no resultó. Aquí en Taipei necesitamos encontrar las técnicas que se adapten a las proporciones y límites de los cuerpos chinos y con una forma de entendimiento de acuerdo a la evolución de la danza, tanto en la sociedad china como en nuestra compañía." "Con el TBT empecé con la técnica rusa, que fue con la que fui adiestrada en Nueva York y Leningrado -agregó Marsha- Había hecho maravillas con los bailarines adiestrados al estilo ruso que desertaron a los Estados Unidos provenientes de grupos de danza de China comunista. No hace mucho tiempo, mostré a los reporteros de Taipei, fotografías de un bailarín chino que desertó y danza actualmente en Houston. Ellos observaron las fotografías y tuvieron que admitir que estaban equivocados acerca de los bailarines de ballet chinos." "La danza autoritaria y realmente delicada de nuestras bailarinas como Helen Hsu, Joan Lee, Angela Sung y Jennifer Lee está reforzando esta aceptación. Los bailarines del sexo opuesto actualmente en la compañía, danzan con una precisión y fuerza masculina como nunca antes se había visto en los bailarines de Taiwan." La verdadera estrella de la sexta temporada fue el estreno en Taipei, de una de las piezas más grandiosas del ballet moderno "Apolo" de George Balanchine. Colaborando en forma muy estrecha con el compositor Igor Stravinsky en 1927-28, Balanchine obtuvo un efecto que posteriormente la crítica compararía con los frescos de Miguel Angel de la Capilla Sixtina. Edward Denby agregó: "'Apolo' expresa la belleza de la danza clásica cuando ésta es sincera y correcta; como la fuerza de la poesía crece en nuestra naturaleza... Balanchine pudo convertir realmente estas grandes ideas tan modestamente como le fue posible, por medio de tres muchachas y un joven danzando juntos durante unos momentos." También fue notable la nueva fuerza potencial con que contó la compañía, cuando Liou Shao-lu firmó aceptando ser el director co-artístico de la misma. "Conocí a Liou hace varios años -recordó Marsha- lo vi danzar y como se identificaba con la gente, estudié algunas de las coreografías que él había arreglado y más tarde, decidí que él era la persona con más posibilidades para compartir las responsabilidades artísticas y de organización del TBT." "A partir de la segunda temporada, la Fundación Cultural de la Comunidad Internacional de Taipei, bajo la dirección de Jeffrey L.S. Koo ha sido nuestra patrocinadora y ahora que se ha dado cuenta que somos serios y dignos de confianza, ha empezado a extendernos su ayuda, tanto financiera como administrativa. El Consejo para el Desarrollo y Planificación Cultural del Gobierno, está también tratando de ayudarnos activamente... haciendo lo posible por abrirnos las puertas y recomendarnos dónde y cuándo sea necesario." "Los bailarines se han integrado -agregó- y dejaron ya de ser un grupo de individualistas. Esto le da a nuestro grupo de danza un poder simple y directo que ha abrumado a nuestros auditorios y a algunos críticos del extranjero". La danza más reciente del TBT, "Tzigane" (Gitano), fue creada especialmente por Marsha Brown, para la séptima temporada del TBT. Los trajes para "Tzigane" son ligeramente gitanos, no chinos. Pero muchos de los pasos son más que familiares para los conocedores de la danza china; para los chinos y para los gitanos, las danzas comparten contribuciones comunes provenientes del Asia Central. "La mayoría de estudiantes que se han aventurado entre los orígenes de la danza china del norte y los movimientos de la esgrima china, coinciden en que las influencias más semejantes eran del área conocida como Turquestán. Así como ciertos puristas del ballet puede que desacreditan o condenan la idea -afirmó- casi la mitad del vocabulario del ballet debe su orígenes a lo movimientos gitanos tradicionales; algunos tan lejanos como del exterior de Mongolia y ésta es también la relación con los chinos." "Los brincos y saltos del ballet, estilizados y refinados por los maestros del ballet como Petipa y Vaganova, todos tienen sus raíces en la danza característica de los gitanos. En 'Tzigane', el auditorio se encuentra muy ocupado y confuso tratando de averiguar' ¿Es o no es chino, o... quizás gitano?'" La apertura de la séptima temporada del TBT forma ahora parte de la historia. ¿Qué nos tendrán preparado para la próxima? □

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