05/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Una antigua tradición: Los teatros de títeres

01/03/1984
"Admito que los títeres pei kuan reemplacen a los nan kuan, pero lo que no acepto es que los ostentosos títeres modernos quieran reemplazar a las representaciones tradicionales chinas." En un escenario en miniatura, vestidos con los tradicionales trajes chinos, moviéndose al compás de un tambor, hablando en fingidos tonos humanos de voz, reviviendo las obras históricas chinas, los espectadores podrían entrar y salir durante una representación, puesto que los títeres son indiferentes al ir y venir de las multitudes. A través de los-siglos, las representaciones de títeres manuales han constituido una valiosa herencia. Los títeres en sí, constituyen un objeto de arte, una combinación de escultura, por su cabeza; de pintura, por su cara y de bordado, por sus trajes. Al ser manipulados con los dedos, un títere mueve la cabeza, saluda, se inclina, encoge los hombros, aplaude, salta, brinca, se sienta, cabalga y escribe; dos títeres, al igual que los humanos, se acarician, chocan, persiguen, discuten, pelean... y pierden la paciencia. Los gongs, tambores e instrumentos de cuerda chinos dramatizan los gestos de los títeres; sus diálogos son líricos y poéticos y tienen por marco las epopeyas y guerras. Sus argumentos son casi siempre de amor e intrigas. En Taiwan, las representaciones de títeres manuales generalmente encuentran su público en calles o templos donde actúan en pequeños escenarios al aire libre. Con el advenimiento de la televisión, empezaron a fusionarse dentro de la "caja mágica," atrayendo a los espectadores con un sabor diferente. Se cree que los títeres manuales llegaron a Taiwan procedentes de la provincia de Fukien -el centro de las presentaciones de títeres- junto con los emigrantes a Taiwan, durante los siglos XVIII y XIX. Fukien, al otro lado del Estrecho de Taiwan fue famosa por su producción de madera y pintura, elementos básicos para la confección de los títeres. La historia de las representaciones de títeres, según cuenta una leyenda, surgió como resultado de los repetidos intentos de Liang Bin-lin -un nativo de Fukien- por aprobar los exámenes de servicio civil en la dinastía Ming. Una noche, luego de orar en el templo, soñó que una divinidad había escrito en la palma de su mano: "Laureles de las palmas." Liang interpretó esto como el anuncio de que la próxima vez tendría éxito en los exámenes. Sin embargo, fracasó. Un día le intrigó una marioneta, pero al no poder manipular las cuerdas, las quitó y manipuló el títere con los dedos. Su destreza, agregada al encanto de la historia y la literatura en sus últimas presentaciones de títeres, le conquistaron "laureles de las palmas." Esa es la razón por la cual la historia cuenta que las representaciones de títeres manuales empezaron a ser llamadas "representaciones de palmas." Las representaciones de títeres en Fukien variaron de la forma individual a los expertos equipos de titiriteros. Gradualmente, dichos grupos fueron dividiéndose en músicos (colocados en el fondo del escenario) y manipuladores (inmediatamente detrás del escenario). En la mayoría de los casos, cinco o seis miembros interpretan la música por medio de tambores, flauta e instrumentos de cuerda. Uno de los dos manipuladores servía de protagonista (el manipulador principal y el cantante). A principios de este siglo, dichos grupos fueron invitados con frecuencia para actuar en Taiwan. Los títeres manuales llegaron finalmente a enraizarse en Taiwan atravesando varios cambios, especialmente en la música. El acompañamiento musical prevaleciente en Fukien, nan kuan, siguió a los lentos y delicados movimientos revelados en canciones cadenciosas y sentimentales y acentuaron el diálogo en argumentos clásicos y rítmicos. Lentamente empezó a cambiar al pei kuan, la música popular local de principios de siglo. Resultó caro contratar a los músicos nan kuan para actuar en Fukien. Fue difícil también para los protagonistas locales cantar algunas de las canciones clásicas de nan kuan. Por consiguiente, alrededor de Taiwan (el centro norte de la isla para los títeres manuales), los tonos rápidos y los instrumentos especiales de pei kuan empezaron a cambiar en las representaciones. Las producciones locales estuvieron orientadas hacia la acción. También fueron representadas muchas escenas de guerra y los títeres saltaban de las ventanas, disparaban flechas y se batían en duelos. El cambio hizo que los espectadores locales desearan apartarse de las historias clásicas y prefirieran argumentos más fáciles de entender. La coexistencia de nan kuan y pei kuan -la competencia entre 10 delicado y 10 emocionante, 10 tradicional y 10 innovador- dio lugar al aumento de protagonistas de cada forma, varios de los cuales son considerados como "maestros" por sus cientos de seguidores actuales. Un buen protagonista debe manipular los títeres con la punta de los dedos, incluyendo los diez tipos de títeres, cada uno con sus propios y característicos gestos y movimientos. Al manipular dos títeres hábilmente, el manipulador debe ser capaz de hacerlos pelear. Al mismo tiempo que relata la historia, cambiando la voz para cada personaje, debe también buscar el diálogo y el ritmo apropiados. En el área de Taipei, la Compañía Hsiao-hsi-yuan, organizad a en 1917 por Hsu Tien-fu, fue una de las más famosas. Hsu mezcló música de pei kuan y de la ópera china e innovó el espacio entre bastidores, por ejemplo, acompañado a una dama joven con instrumentos de cuerda de la ópera china en lugar de la flauta vertical de nan kuan. En general agregó también más duelos, batallas y guerras a los argumentos. Los saltos mortales y la esgrima implicaron nuevas proezas para los títeres, los cuales se dice que son su especialidad. Hoy, el maestro más antiguo de títeres manuales es Wang Yen, quien fue manipulador ayudante de Hsu. Dicho grupo permanece activo y está considerado aún como el mejor grupo de pei kuan en Taipei; el hijo de Hsu es ahora el director. Wang Yen recuerda que Hsiao-hi-yuan era tan sólo uno de los grupos de pei kuan. Fundó su propio grupo en 1922, actuando en las comunidades de las afueras de Taipei. Confrontando la inmensa popularidad del pei kuan, los, grupos nan kuan invitaron en 1936 o 1937 a dos de los más famosos protagonistas de Fukien para actuar en Taipei. Chen Po, un afamado maestro de expresión poética actuó como protagonista en Wan-huan y las multitudes se concentraron alrededor de su escenario. Aunque los gongs y los tambores retumbaran, la fama de Chen impresionó a los actores regulares y aceptó a un joven voluntario para actuar como su manipulador ayudante. Este fue Li Tien-lu, llegando a ser conocido más tarde, como un maestro famoso internacionalmente. Huang Hai-tai fue un reconocido maestro en el sur de Taiwan. Uno de sus hijos revolucionó posteriormente las representaciones de títeres manuales en Taiwan al introducirlas a la televisión. El estallido de la Guerra Sino­ Japonesa en 1937 presagió el fin de las representaciones de títeres en Taiwan. El régimen japonés prohibió todas estas actividades, temeroso de que podría incitar al nacionalismo chino y que las actuaciones podrían estimular a las multitudes hacia actividades anti-japonesas. En 1945 cuando Japón fue derrotado y Taiwan devuelta a China, los títeres manuales renacieron con fuerza arrasadora y los nan kuan desaparecieron por completo. Ahora, los pei kuan cuentan con la enorme cantidad de 500 grupos en toda la isla y los títeres manuales están en su apogeo. Delante de un templo o de una pagoda, en el sitio de un accidente o de un desastre recién ocurrido, en un festival o en otra celebración particular, éstos fueron los escenarios de las representaciones de títeres. En una plataforma alta de 1.6 metros colocada en una área especial se encuentran los instrumentos en orden y los títeres desnudos. Frente al auditorio puede verse un letrero con el nombre del grupo, tal vez Yi-wan-jan, organizado por Li Tien-lu, después de la guerra. Un pabellón en miniatura de dos pisos sirve como fondo para la historia. Jóvenes y viejos, hombres y mujeres, ricos y pobres se agrupan alrededor del escenario. Desde lo lejos se escucha el estruendo de los tambores, de los instrumentos de cuerda, de los gongs, el canto de los protagonistas y los aplausos del público. La ronca voz de Li hace recordar: "El tiempo fue lo fundamental de los títeres manuales. Mis historias especiales "El Romance de los Tres Reinos" e "Historias de la Dinastía Chou del Este" se presentaron durante dos años en los pequeños escenarios." Interpretó algunas de las canciones de las óperas chinas y modeló los gestos de sus títeres en los precisos y delicados movimientos de los actores de la ópera china. "Cada movimiento tenía un elemento de danza y cada diálogo parecía una canción", dice Li. El grupo Hsiao-hsi-yuan de Hsu ocupó también un lugar preferente entre los grupos de títeres. Hsu Wang tuvo más éxito que su padre, inventando nuevos argumentos, por lo cual continuó disfrutando de gran popularidad. Una de sus historias "El espadachín de la espada dorada" fue presentada durante 12 años. Hsu recuerda que las historias adaptadas de las novelas de kung fu fueron populares durante un tiempo. Antes de la guerra, una presentación de títeres manuales, al igual que otros tipos de títeres fueron en adición a las actividades religiosas y a los festivales. Muchas historias trataban sobre los dioses, implorándoles buena fortuna y pidiéndoles protección de los espíritus malignos. El promotor de la actuación podría requerir generalmente, una cierta representación para la ocasión. Pero, después de la guerra, la repentina popularidad de las representaciones las convirtieron, cada vez más, en entretenimientos carentes de mensaje, lo que testimonió un cambio de las historias por ejercicios de artes marciales. Luego aparecieron las representaciones en serie para mantener el interés del público, la mayoría de ellas se centraba alrededor de los monjes marciales del Templo de Shao lin. Hsu dijo que luego, las historias fueron originales, nacidas puramente de la imaginación, centralizadas en los personajes de kung fu y dotados de poderes sobrenaturales. Las luces multicolores y los efectos especiales de la escena acompañaban tales argumentos. Al mismo tiempo, los grupos al aire libre fueron invitados por los teatros para actuar dentro de ellos. La iluminación más sofisticada y otros accesorios estaban ahora a la mano y los manipuladores empezaron a inventar historias en base a las disposiciones técnicas más que a la capacidad de movimiento de los títeres, puesto que esto último era ahora secundario para los efectos especiales. En los años 50, algunos grupos empezaron a construir títeres más grandes -el tamaño original era de 40 cms. de largo por 20 de ancho­ así como a reducir los gastos del teatro, reemplazando a los músicos por música grabada. Los experimentos posteriores para la escena interior diseñados por Huang Chung-hsiung, hijo de Huang Hai-tai dieron lugar a la segunda innovación de los títeres de Taiwan. En 1967, Huang, de 33 años, adaptó sus ideas del lujo de los night clubs. Luces ostentosas, micrófonos y ecos así como música grabada de películas enfatizando el esplendor de la antigua Grecia y Roma sirvieron para que los títeres aumentaran dos veces su tamaño original, poseyendo ahora ojos y labios movibles. Se mejoró la forma de manejar los enormes títeres. Una sensación de "representaciones ostentosas de títeres" como algunos grupos las llamaron, se extendió por toda la isla. Huang y su grupo Chen-wu-chou-yuan llegaron a ser más famosos. Pero su éxito sólo marcó la decadencia del pei kuan. El éxito que alcanzó Huang en el escenario no le satisfizo. Emprendió la producción fílmica e hizo tres películas de títeres en 1970; más tarde fue contratado por la Televisión de Taiwan. Sus presentaciones de títeres para la televisión dependían de deslumbrante iluminación y música contemporánea, adecuándose a la expectativa del público en masa. La obra de títeres "Caballerosidad del pueblo de Yun" atrajo a millones de televidentes. Huang pronto cambió el viejo e inmóvil pabellón por un escenario artificial movible. Aumentó la cantidad de títeres y más personas tomaron parte en su manipulación. Sus títeres empezaron a aparecer en tres dimensiones, dejando atrás la monotonía del escenario. A ella siguieron otras tres obras, desplegando el aumento de innovaciones en cuanto a habilidades para la cámara. Huang habla en taiwanés, pero la atracción de sus obras de títeres atrajo a personas que hablan mandarín y otros dialectos, venciéndose así las barreras del lenguaje. Huang Chun-hsiung opera un estudio de cine en su pueblo natal, Yunlin. Con el personal de aproximadamente 30 personas, produce una película de títeres completa, compone la historia y selecciona la música de fondo. Graba primero los parlamentos de todos los personajes de sus obras y luego, al estar terminada la grabacion, se hace la representación de acuerdo con lo grabado. Hsu Wang, de 48 años, ha mantenido la tradición desde la muerte de su padre en 1957. Sin embargo, ha habido cambios. Uno de ellos es el reemplazo del pabellón en miniatura por telones de fondo pintados; el tamaño de los títeres, los músicos atrás del escenario y la experta manipulación de los títeres. Hsu habla muy lenta y modestamente en la entrevista -una marcada diferencia con la forma como canta, narra y recita en escena- y luego, majestuosa, vulgar y ... quizás hasta afeminadamente. Mencionó la fidelidad del público, atribuyéndola a su padre. Pero los 280 libretos que ha adaptado de novelas y de la ópera china o de su propia imaginación y su dedicación a la calidad tradicional obviamente, han tenido significativa influencia. Recientemente, los títeres manuales de Taiwan han despertado nuevo interés en el extranjero. Hace poco, Hsiao-hsi-yuan fue invitado para actuar en Japón y Canadá, asímismo, Li Tien-lu ha sido invitado también. Li fue quien primero extendió el arte de los títeres manuales de Taiwan al extranjero. Varios franceses estudiaron bajo sus enseñanzas, llegando a dominar el taiwanés y estableciendo su propio grupo en Francia. En 1978, Li se fue para allá y se unió a uno de ellos en la representación de una historia china en Europa. Aunque sus títeres sobrepasan la barrera del idioma, Li ha estimulado a sus discípulos franceses a actuar en francés. "Los títeres se acomodan a cualquier idioma, siempre que la actuación sea buena," dice. Hsu, por su parte, siente que las presentaciones de títeres manuales en otros idiomas "pierden algún sabor." El ritmo y las connotaciones del lenguaje son parte de la esencia de nuestro arte de títeres, asienta. Li, Hsu y Huang están de acuerdo en que los títeres manuales han ido en decadencia. Cuando los deportes, el cine, la televisión, los juegos de computadoras, etc., compitan en cuanto al tiempo dedicado al entretenimiento de las personas se refiere, los títeres han ido perdiendo terreno. Aunque existen cerca de 400 grupos, solamente algunos de ellos actúan profesionalmente. Las representaciones de títeres manuales en la televisión ocupan ahora el lugar de los cinco espectáculos más populares. Aunque han sido criticados no sólo por haberse desviado de lo tradicional sino por haber descendido de su original calidad y habilidad, sobresalen entre la mayoría de presentaciones de televisión. En este aspecto, se ha hecho evidente una actitud -ya sea de rechazo o de aceptación- para la mayoría de manipuladores de Taiwan que están actualmente tomando parte en las competencias de televisión de títeres manuales. □

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