03/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

El insaciable impulso hacia el arte

01/09/1983
De algún modo, en algún tiempo, la llama encenderá de nuevo James Wang, es un ejecutivo y también un ávido coleccionista de arte. En sus viajes de negocios siempre trae algún recuerdo del extranjero. La sala de su decorado apartamento podría ser doble en tamaño que un museo si no fuera por el juego de sofá de madera tallada y un costoso equipo de sonido instalados allí. Pero dentro de los artefactos exhibidos, ninguno es más atractivo que una pintura de cuero grabado y repujado de un vivo dragón. Cuando llegan sus amigos de visita, siempre le preguntan: "¿Quién hizo esta pieza?" Es el trabajo de un hombre joven de Lukang -de la parte central de Taiwan. Su nombre, Hsu Chin-yi. A Chin-yi a sus dos hermanos les gustaba la pintura desde que eran estudiantes de la escuela primaria. Después de graduarse de la escuela secundaria, quiso entrar a una academia de bellas artes, pero abandonó tal idea cuando sus hermanos le aconsejaron que "no es fácil ganarse la vida por medio del arte." Finalmente, estudió en una escuela de ingeniería -para aprender una artesanía como medio de ganarse la vida. Durante los días de colegio, Chin-yi reprimió sus anhelos por el arte, mirando en las librerías para comprar los álbumes. Un día, encontró un libro traducido sobre el grabado y repujado en cuero; leyéndolo, despertóse su interés por "practicar el arte." Practicó de día y noche por cuatro años y finalmente se convirtió en un consumado artista del cuero. Aplicó como temas de diseño las artes folklóricas encontradas en su pueblo natal. Durante los años de aprendizaje, apenas podía mantenerse por sí mismo. Siempre se dijo, "Debí haberles hecho caso a mis hermanos." Pasaron cuatro años de arduo estudio y práctica y sus pinturas al cuero se han convertido en los objetos de colección para los coleccionistas tanto de arte como de cuero. Ya no tiene que preocuparse por su situación económica. En el mundo moderno, Tailandia y Japón son consideradas como las precursoras de las artes en cuero. En China, los artistas empezaron a tallar las hojas y cortezas de los árboles para convertirlas en figuras de títeres de sombra tan temprano como en la Dinastía Han, poco después de los años del comienzo de China. Debido a que las hojas y cortezas son perecederas, el cuero se convirtió en el material reemplazante para dicho propósito y China desarrolló así una antigua tradición. Hsu Chin-yi basó sus diseños en los tallados encontrados en los templos, en el maquillaje usado en la ópera de Pekín y en las pinturas chinas. Para coleccionar tales materiales, el joven artista pasa mucho tiempo en Taipei durante los fines de semana, yendo a teatros y exhibiciones. Lleva una cámara y toma fotografías de los diseños y patrones que más le atraen. En el teatro de la ópera de Pekín se prohibe el uso del flash y muchas veces, Chin-yi ha sido expulsado de tales lugares sólo por el hecho de que, momentáneamente se olvida de dicho reglamento, al estar absorto estudiando una escena teatral. También ha introducido innovaciones relacionadas al teñido de los diseños de cuero, agregándole más sabor chino. Debido a estos contínuos esfuerzos, su trabajo se ha convertido más y más chino tradicionalmente y es cada día más y más popular. Se le invitó a dar clases en la Asociación Cristiana de Jóvenes de Taichung, en la parte central de Taiwan, en el Centro Cultural de Taichung y en los Cuerpos Juveniles de China. Debido a su éxito, al cuero grabado y repujado se le ha concedido una mayor importancia en las exhibiciones de artes folklóricas, lo que le ha estimulado a él también. El dragón es el símbolo de China y Chin-yi siempre dedica una pieza entera de cuero de ganado para hacer un dragón. Sus imágenes son tan vivas que los visitantes sienten que los dragones están a punto de salirse del cuero. Algunas de las deidades conservadas en los templos de Lukang están dentro de sus temas favoritos, especialmente "El Hombre con los Ojos Telescópicos," el cual se encuentra al lado del Buda. Chin-yi ha hecho una miniatura de esta deidad de una pequeña pieza de cuero y la conserva en una pequeña caja de cuero. Mientras abre lentamente la caja frente a un extraño, el visitante siempre se impresiona por la mirada inquisitiva de la figura. Los Tres Hermanos Juramentados es una historia muy conocida por los chinos y Chin-yi ha materializado las tres figuras en un rollo de cuero de un metro de largo. El diseño está basado en una antigua pintura de la colección de un comerciante de Lukang, pero las figuras aparecen mucho más vivas que dicha pintura. Esto es por la esotérica destreza de Chin-yi en dibujar las pupilas. Cuando se dibuja un dragón, el toque final consiste en pintar las pupilas, lo cual les da vida. Chin-yi es considerado como un gran maestro en la aplicación de dicha técnica, no solamente por la pintura de los dragones sino también de otras figuras. Por esta razón, todas son muy vivas. Algunas veces, pasa un día entero estudiando dónde y cómo aplicar el vital toque final, a menudo, con un solo trazo; el pez dorado también es un tema favorito; dos de tales peces en una pieza de cuero parecen estar vivos en una pecera. Sin embargo, Chin-yi debe compartir su fama con otra dama, Liu Pi-hsia, quien también se ha hecho muy famosa en dicho campo. Liu empezó su carrera de artesanía como una fabricante de flores de cinta. Empezó a interesarse por la pintura de cuero después de conocer dicho arte en las revistas japonesas. Hace cinco años, se fue al Japón para asistir a un corto seminario sobre artesanía en Tokio. En el Japón, ya había pasado de moda el arte del grabado en cuero, pero algunos antiguos artistas han mantenido esta primitiva artesanía. Se le pone más énfasis a la decoración de artículos prácticos: cinchos, bolsas y llaveros. Estos pueden ser impresos con un molde, pero no son apreciados por los coleccionistas de arte. Liu ha enfocado sus esfuerzos en decoraciones de pared y relieves. "Las pinturas en cuero," expresa, "se parecen mucho a las ordinarias pinturas chinas. Los principiantes deben empezar por copiar y luego, crear sus propios diseños únicamente después de haber dominado las estructuras de las piezas maestras." Antes de hacer pinturas en cuero, Liu copió los trabajos de los maestros chinos contemporáneos de pinturas tales como Pu Hsin-yu y Huang Chun-pi. Transcribió tales pinturas a piezas de cuero con el uso de un martillo de madera. Después que dominó el arte, empezó a embellecer sus trabajos con pájaros y flores. Según Liu, el reto más difícil está en poder expresar fielmente el agua y las rocas en una pieza de cuero, no obstante, estos son los elementos más comunes en las pinturas chinas. Todos los componentes pueden ser grabados o repujados en el cuero tan bellamente como pueden ser representados en la pintura china. Al hacer relieves en cuero, los colores deben ser llamativos, mientras en la tradicional pintura china, se usan solamente colores suaves, agregó. □

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