29/04/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

"Pinturas"-- con aguja e hilo

01/05/1983
Cuando va a empellones por las calles bulliciosas y apiñadas de Taipei, el impacto que produce Lee Hsien-shu es único. Es toda redonda -su cara redonda iluminada por la benevolencia de una abuela; los ojos redondos llenos de inocencia infantil, y su nariz redonda que revela su sagacidad al mundo. Sus hombros también son redondos, por eso se le escurren de vez en cuando las correas de su bolso. La abuela Lee es toda redonda, de la cabeza a los pies. Lleva un gran marco de madera envuelto en un periódico. "¿Es esta anciana pintora? "Los transeúntes podrían dudar. No exactamente, pero casi. Muy diferente de otros artistas, cuyas telas o lienzos han de ser encoladas por pincelo espátula, el bolso de la abuela Lee está compuesto de agujas de bordado y coloridos hilos de seda. Los pasajeros podrían quedarse más sorprendidos si supieran que la abuela Lee llevaba un retrato de un desnudo en seda de la fallecida actriz Marilyn Monroe -una de sus ídolos favoritos del cine- para una exhibición de arte patrocinada por una iglesia. "Esto es arte, no sexo," acentuó Lee. "¡Qué bonita es Monroe!" "Ha visto Ud. su figura fantástica, sus piernas, su cintura... " siguió, ¡"Maravilloso, una obra maestra estupenda! Me gusta mucho este cuadro, pero no sé si la iglesia me permita exponerlo." El cuadro desnudo de la trágica actriz fue aprobado por la censura de la iglesia, sin embargo, por otros motivos, la exposición fue aplazada. "Es mucho mejor celebrarla más tarde, sólo tengo veinte obras listas por ahora. Después, podré bordar más," explicó la abuela Lee. Como la mayoría de los habitantes de la isla, es siempre tan optimista considerando el punto de vista más favorable de las cosas. El bordar lo posee de nacimiento la abuela Lee. "Mi pueblo- bueno, los bordados al estilo hunán son bien conocidos," dice jubilosa. "Cuando estaba en la escuela primaria, bordé mi nombre en los uniformes. Aun bordé mis zapatos de tela, e hice diseños en su superficie, también." La mano de obra de Lee llegó a madurar por la práctica. Cuando era joven, el bordado era para ella un pasatiempo o una afición. Después de casarse, esa habilidad se había convertido en un instrumento por vocación. Sin embargo, los diseños de su bordado le parecían demasiado monótonos y estereotipados, y se cansaba de ellos. "El bordado, al estilo hunán, es maravillosamente puro. Lamentablemente, no tiene vida," declara. Por tanto empezaba a preocuparse de cómo podría animar su trabajo de bordado. Por casualidad, descubrió una forma de bordado utilizando una estructura que consistía en sobreponer hilos sobre hilos en diferentes direcciones ­ totalmente diferente del ordenado bordado de Hunán. "¡Eso, eso!" Se entusiasmó. Perfeccionó su técnica nueva manteniendo lo esencial, pero la mezcló con su propio estilo. Después de dominar bien su técnica personal con su descubrimiento, Lee estaba ansiosa de encontrar un tema especial. Afortunadamente, posee la característica proverbial de Hunán - la testarudez. Aunque nadie había aceptado su trabajo, siguió con ello. "La falta de aplauso no significaba que mi obra fuera mala; poca gente conseguía el reconocimiento estando viva," se decía a sí misma. Profundamente concentrada en el bordado, la abuela Lee suele trabajar toda la noche. Sólo cuando se encuentra con dificultades -no puede captar la apariencia o el porte de una persona- deja el trabajo temprano. Lee se encontraba con innumerables dificultades mientras bordaba el retrato de Madame Chiang Kai-shek, la gran dama de China. Recuerda, "En 1957, todas las noches antes de acostarme, ponía una foto de Madame Chiang y mi obra sin terminar en una mesa precisamente enfrente de la cama. Mientras tenía los ojos abiertos, seguía buscando el parecido del modelo y mi obra. Si no lo hallaba, ¿por qué?" Cuando terminó el retrato, Madame Chiang estaba asistiendo a una reunión en Taipei. Llevando a dos hijos suyos, la abuela Lee subió a Taipei en un tren económico para entregar personalmente el bordado. Pero Lee no tuvo oportunidad de verla puesto que estuvo todo el tiempo ocupada en la conferencia y como los dos niños tenían hambre, abandonó al fin su intención de presentar el retrato por sí misma. Pero más tarde fue entregado. Fue una gran sorpresa porque, a Madame Chiang le gustó mucho la obra y luego recibió a Lee y le agradeció el regalo. "Madame Chiang entiende una obra de arte," la abuela decía todavía emocionada al mencionar este suceso. Existen dos técnicas de bordado que resultan vagamente similares a la de Lee Hsien-shu. Una es pintar primero en una seda blanca, luego, usando un color parecido, bordar a grandes trechos y con poca densidad sobre la pintura. Básicamente es un dibujo embellecido. La otra es bordar el hilo en la seda utilizando la máquina de coser. La obra de Lee está hecha toda a mano. En general, todos sus bordados están sujetos a tres procesos. Primero hace un bosquejo en la seda. Segundo, el hilo blanco es nítidamente bordado como base, y después, se usan hilos de diferentes colores junto con el blanco. Las puntadas van en distintas direcciones. El principio fundamental es: mientras más intersecciones hayan entre los hilos, más hermoso queda el bordado. Un tabú: no hay que resaltar las líneas paralelas, que hacen aparecer liso el bordado. "Esta especie de bordado debe ser vista con luces cruzadas para que el detalle de las hiladas sobresalga. Enfrentásdose directamente a la luz, puede uno ver sólo las líneas irregulares, las cuales no significan nada," explica. Inspirada por Madame Chiang, Lee continuaba bordando con aplicación. En 1959, realizó una exhibición. "Sin preocuparme de las consecuencias, mandé muchas invitaciones a mucha gente a quien no conocía nada. Lo hice simplemente porque creía que una exposición debía tener algunos visitantes. Sólo esperaba que vinieran algunos de ellos." agregó. "El primer día, vino muy poca gente. No obstante, después de una presentación hecha por la directora de una escuela femenina de Kaohsiung, vino mucha gente. La sala estaba tan llena como si fuera una población apretada en un refugio durante la guerra," decía con gracia, "aunque no vendía mis obras, pero sí las fotos de mis obras." El alquiler dirario de la sala era de NT$100 (US$2.50), una carga pesada para ella en aquellos tiempos. Afortunadamente, el ingreso de la venta de fotos cubrió el pago exigido. Pero debía favores a sus vecinas. "Durante la exposición, toda mi familia se quedaba en la sala. Mis vecinas me cuidaban la casa y nos preparaban la comida. Al tercer día, la multitud circulaba con­ tinuamente por la sala y nos pidieron prolongar la exhibición. Lamentablemente, no pudimos, estábamos agotados," parece que aún lo sentía mucho. Entre los cuadros expuestos, una obra- una niña criando las gallinas-era especialmente popular. Era la hija de Lee, Hsing-nan criando sus gallinas. En el cuadro sobresale la natural expresión facial de la niña. "Hsing-nan era inteligente. Aunque sólo tenía tres años, siempre enhebraba las agujas para mí. Ahora es madre de dos hijos y está demasiado ocupada para ayudarme," dijo. Sentada al lado de la ventana, llevando gafas pesadas y enhebrando una aguja, Lee está bordando un cuadro de una santa joven. Siendo católica, la abuela ha bordado muchos retratos de Papas y santos. "Es difícil bordar un retrato de cara completa del Papa Juan Pablo II, sobre todo con las gafas y el rosario," se rió tímidamente, como si temiera ofender al Papa. "El perfil del Papa es fácil de bordar - sólo un ojo, una mano y la boca sonriente con tres dientes visibles," explicó. Lee elabora los colores y detalles en cada bordado. Por ejemplo, el pelo negro de una niña puede estar compuesto de hilos de distintos colores -blanco, gris suave, gris oscuro, negro, castaño y aún el color de oro- y sus mejillas bordadas en los hilos de blanco, marrón, gris y rosado. Los adornos delicados, las expresiones del ojo, los hoyuelos, y un manojo de pelos por el frente son desafíos especiales para Lee. Acaba de terminar una obra de su nieta, mirándose en un espejo. Su cabello rizado y la frente abombada ciertamente molestan a Lee. "Lo más importante es captar el carácter entero y la expresión de la persona," explicó. No sólo borda retratos sino también paisajes. Muchas pinturas chinas de paisajes bien conocidas han sido sus temas. Habiendo trabajado varios años para su familia, la abuela Lee ahora borda para sí misma. Como va a celebrar próximamente una exhibición personal, continúa bordando como siempre -alegre y asíduamente, para las futuras exposiciones. □

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