04/05/2024

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Arte incomparable de las manos de un maestro

01/11/1982
Emocionado -abriendo un baúl de hierro­ el maestro Chi saca el trabajo de arte venerado con sumo cuidado. Después de exponerlo al aire fresco y al sol, la Corona de Fénix parece brillar con nueva vida Habiendo pasado casi toda su vida en las artes manuales de la ópera de Pekín -cortando, pintando, pegando o hilando durante día y noche- el maestro Chi ha creado un pequeño mundo. Ha gastado la mayor parte de su vida haciendo coronas para "emperadores" y "concubinas," cubiertas de perlas y otras gemas. Chi Shao-shan, un miembro de la Compañía de Opera Ming-Tuo, es famoso en los círculos de la ópera china por su exquisita destreza. Muchos destacados actores y actrices prefieren usar sus cascos y coronas. Después de los altibajos de varias generaciones, su habilidad ha ganado más madurez. Desde que el maestro Chi formó parte de la Compañía de Opera Ming-Tuo a los once años, ha habido una relación muy estrecha e íntima entre la ópera china y él. Preguntado sobre las coronas, el maestro Chi toca su cabeza calva, sonríe, y dice: "¡Nunca en mi vida he hecho una corona para igualar a esta! " Su propio interés lo llevó al estudio entusiasta de las caretas y coronas. "La Corona de Fénix es únicamente para las reinas, así como el Casco de los Nueve Dragones es solamente para el rey ... ," dice, y agrega: "No existe ninguna excepción en cuanto a los reglamentos," explicando así los requisitos de la ópera de Pekín con gran respeto y estimación. No importa si la corona es compleja y elaborada o pequeña y sencilla, el maestro Chi debe pasar por lo menos 30 días elaborándola. Algunas le toman alrededor de dos meses para ser completadas. Comparando su trabajo con las coronas tradicionales hechas en el continente chino en el pasado, el maestro Chi elimina los competidores inferiores -"demasiado pesadas" y "demasiado apretadas." El usa el cartón y el satín como materias primas, y para una buena ventilación, cambia la estructura sólida a la liviana y vacía. Wang Chung-li, quien recientemente se graduó de la Escuela de Opera de Foo Hsing, señala: "Me gusta usar la corona de Fénix del tío Chi; es confortable y fresca." Las coronas, tan delicadas, no pueden ser completadas sin una extrema paciencia. Las partes más pequeñas se cortan por separado y después se pegan una tras otra; algunas perlas son tan pequeñas que difícilmente se pueden agarrar firmemente con la mano. La parte más difícil consiste en exprimir un pigmento de cal y cola en las orillas de las partes componentes, y después bosquejar el pigmento seco en oro. Las perlas son atadas bajo la mirada fija de sus rasgados ojos. Aguantando la respiración, concentrándose mentalmente, mantiene sus manos fijas, y así nacen las coronas de belleza incomparable. Sorprendentemente, el maestro Chi aprendió su arte sin ninguna enseñanza. Después de probar y buscar a tientas por años, encontró su camino y, aún más, superó algunas inconveniencias ya existentes, y mejoró la calidad de las coronas. En el pasado, el maestro Wang Chin-jung era el jefe del arte de hacer coronas. Después de su muerte en 1950, él dejó todos sus instrumentos y trabajos al maestro Chi. Aunque el maestro Chi ha revisado todas las coronas y se ha convertido en el "nuevo jefe" de las artes manuales de la ópera de Pekín, siente una gran humildad delante del legado del "Señor Wang." Firmeza, durabilidad, brillantez y color son las características principales de los trabajos tan fascinantes del maestro Chi. Sin embargo, su trabajo es delicado y no es fácil de conservar. Debido a las materias primas básicas de las coronas, el cartón y pegamento deben ser guardados en lugares secos para prevenir la putrefacción. De vez en cuando, el maestro Chi las saca al exterior para que se asoleen un poco. Revisando las coronas y los cascos de hace 15 años, nos damos cuenta que el maestro no ha escatimado ningún esfuerzo, ya que todavía estas obras son magníficas y coloridas. Como en otras habilidades, este arte se enfrenta a una crisis familiar: la falta de sucesor. Aunque el director de la Escuela de Opera de Foo Hsing, señor Liu Po-chi, ha asignado el "Aprendizaje del Arte" como un curso electivo, ninguno se ha inscrito con el interés, la paciencia y el deseo de dedicar todo su tiempo como el maestro Chi. La destreza se ha convertido en una parte indispensable en la ópera china; el producto es extraordinario. Si se le pregunta al maestro Chi, "¿Por qué pasa tanto tiempo cuidando todas las piezas viejas?" El se frota sus ásperas manos y sonríe abiertamente sin decir nada. Actualmente lo único que el maestro Chi puede hacer por las coronas es preservar cuidadosamente los excelentes trabajos anteriores, ya que debido al problema de su vista, se ha encontrado impedido de hacer uso del cuchillo y las tijeras para los trabajos delicados. □

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