05/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

DECLARACIONES DE ALGUNAS PERSONALIDADES DE IBEROAMERICA

28/09/2011
El Sr. José Corripio Estrada durante su visita al Monumento Conmemorativo a Chiang Kai-shek en Taipei. (Foto cortesía de José Luis Corripio Estrada)

En ocasión del Centenario, Taiwan Hoy entrevistó a tres importantes figuras en sus respectivos países a fin de conocer sus perspectivas después de visitar a la República de China.

Jose Luis Corripio Estrada, presidente de Grupo Corripio República Dominicana

Para mí ha sido un honor y una gran experiencia el haber sido invitado por el Gobierno de la República de China en Taiwan a visitar en compañía de mi esposa, ese lejano país tan cercano en solidaridad y cooperación con la República Dominicana. Fue una experiencia altamente honrosa y agradable ya que me permitió descubrir el secreto del progreso inusitado de ese pueblo que habitando en una relativamente pequeña isla ha logrado colocarse en el mundo entre los grandes países económicos por su desarrollo, consecuencia de la laboriosidad, el orden y la disciplina así como de la solidaridad de su pueblo que constituye un ejemplo a seguir por todos los países que quieran encaminarse por la senda del progreso armonioso de toda su población.

Pude apreciar y obtener muy positivos conocimientos de sus avances culturales, industriales y comerciales que han constituido la fuente de ese progreso, hasta el punto que Taiwan es uno de los países con mayor cantidad de reservas en divisas extranjeras del mundo.

Las impresiones que tuve en mis múltiples contactos con el pueblo y los funcionarios de la República de China en Taiwan fueron claramente los de un pueblo que estudia  y trabaja, y de funcionarios eficientes que se ocupan de sus responsabilidades con un alto sentido patriótico; pudiendo observar que en ellos impera por encima de todo el interés de su país como vehículo del mejoramiento personal e individual de sus habitantes.

En cuanto a las expectativas de la República de China (Taiwan) como miembro de la comunidad internacional creo que los países que mantienen relaciones con Taiwan son países que han recibido una alta solidaridad y apoyo en las medidas de las posibilidades y de sus requerimientos, ya que noté que una de las preocupaciones principales del Ministerio de Relaciones Exteriores era indagar en las áreas y en los aspectos que podían colaborar con la República Dominicana. Espero que con el transcurrir del tiempo se pueda establecer una satisfactoria relación internacional con Taiwan de acuerdo a sus necesidades y de las relaciones comerciales que sostiene con todo el mundo incluyendo a China continental, donde existe una muy estrecha colaboración y relación en diversos aspectos entre ambos gobiernos, pues no debemos olvidar la comunidad de intereses que tienen China continental y Taiwan.

Una de las cosas que me sorprendió es la capacidad de producción de alimentos que existe en Taiwan ya que muchos de los jardines de las casas y residencias de sus habitantes suelen ser sembrado con arroz pensando en la utilidad del mismo para el abastecimiento de este cereal, también me sorprendió y me agradó el viaje al Parque Nacional del Taroko, donde además de su majestuosa belleza confirmé la dedicación y el respeto por la naturaleza que tienen tanto el Gobierno como el pueblo de Taiwan y la importancia que le dan a la misma. Basta mencionar que con las enormes reservas de mármol a la vista en el Parque Nacional del Taroko, éste no puede ser utilizado con fines económicos o industriales y si es necesario el uso de este material suele ser importado de otras procedencias si no es abastecido internamente.

Por último, pero de extrema importancia, es la enorme cantidad de universidades y de institutos tecnológicos que tuve el honor de visitar en los cuáles el estudio, la formación teórica y práctica así como la investigación ocupan un primer lugar y la enorme cantidad de estudiante que asisten en las diversas disciplinas que enseñan, todo esto originado en que desde hace más de 60 años la obligación de la educación es impuesta por el Gobierno de la infancia para todas las familias sin excusa alguna, y por cuenta del Estado.

Finalmente deseo que todo aquel que quiera conocer un modelo de país organizado, desarrollado, solidario y en pleno progreso, haga una visita a Taiwan, asegurándole que ésta será una inolvidable y positiva experiencia.

Los sellos postales emitidos conjuntamente por la República de China y Paraguay para conmemorar el Centenario de la República de China y el Bicentenario de la Independencia del Paraguay. (CNA)

Dip. Víctor Bogado González, presidente de la H. Cámara de Diputados del Paraguay

Tuve la satisfacción de viajar en varias oportunidades a su país. Todas las veces han sido muy gratificantes, hemos podido compartir muchas experiencias, y, además de intercambiar vínculos legislativos y de amistad, también tuve la posibilidad de conocer, por lo menos en parte, la realidad, el pensamiento y el sentir del pueblo chino.

El pueblo de Taiwan es muy afable y, tanto mis pares, como los funcionarios de la República de China, son muy hospitalarios y grandes anfitriones, hacen sentir a gusto al extranjero. También tienen gran sensibilidad social, lo cual ha facilitado que podamos llevar en forma conjunta varios proyectos, entre ellos la modernización de nuestro sistema informático legislativo y la implementación del canal televisivo de la Cámara de  Diputados, entre otras cosas.

Como ciudadano de un país rodeado de grandes países, potencias militares y económicas del mundo, tengo una empatía muy grande con el pueblo de Taiwan, que ha sabido sobrellevar con inteligencia, astucia y tesón las contrariedades que debió atravesar. Considero que la situación que República de China (Taiwan) atraviesa en el concierto internacional de las naciones es transitoria y la comunidad internacional, muy pronto, también buscará facilitar una salida satisfactoria. De hecho, ya le es imposible dejar de observar las tantas adversidades que logró contrarrestar siempre airosa, por lo que, solamente el tiempo hará justicia y, todo aquello que falta corregir, será corregido

Durante mi visita a Taiwan, también pude conversar con muchos compatriotas que se encuentran estudiando, beneficiados por becas que le extendió su país, las cuales fueron ampliadas tras  una gestión realizada por mi gabinete. Esto es muy importante, para nosotros, dado que toda transmisión de conocimientos es fundamental para un país en vías de desarrollo, como el Paraguay.

Pero, lo más interesante, es que pese a nuestras diferencias culturales, históricas o económicas, pude encontrar la misma hospitalidad que la gente de mi país, y en sus autoridades pude encontrar el mismo deseo de superación. Los países podemos parecer muy diferentes, podemos tener realidades muy singulares, pero las soluciones generalmente pasan por el mismo tipo de proceso: tener la perspectiva adecuada, tomar la iniciativa y buscar el consenso por sobre el disenso y la diferencia de intereses. Y en este aspecto, creo que la República de China (Taiwan) tiene mucho por enseñar al mundo.

El Sr. Xulio Ríos Paredes fue entrevistado por los medios de comunicación locales durante su estadía en Taipei. (Foto Cortesía de Xulio Ríos Paredes)

Xulio Ríos Paredes, director del Instituto Gallego de Análisis y Documentación Internacional (IGADI), España

Visité Taiwan en los años 2002 y 2010. En la primera ocasión tuve la oportunidad de tomar contacto con la realidad académica, social, cultural, económica y política de la isla. Fue una experiencia muy enriquecedora y gratificante. En muy poco tiempo realmente, pude tomarle el pulso a la situación del país y establecer relaciones que aún conservo hoy día y que me han sido de gran utilidad no sólo en mi trabajo sino también en mi vida personal. En 2010 estuve directamente relacionado con la celebración de las elecciones municipales en Taipei, Nuevo Taipei (Xinbei), Taichung, Kaohsiung y Tainan. La distancia temporal entre ambas visitas me permitió calibrar la singular estabilidad de la vida taiwanesa pese a que a veces los medios de comunicación transmiten  la idea de una crispación permanente.

Respecto al contacto con la gente y los funcionarios de la República de China, en ambos casos las impresiones son muy positivas. Esa capacidad para conjugar modernidad y tradición, cuidando del ambiente y procurando una convivencia juiciosa que exalta el valor de lo diferente, con disposición tanto a reconocer los errores del pasado como a explorar con responsabilidad los caminos del futuro, me parecen actitudes muy loables. Advierto un civismo cada vez más comprometido con la identidad y flexible a la hora de adaptarse a los cambios que exige una realidad internacional en constante movimiento. El dinamismo de la sociedad taiwanesa, por otra parte, es sorprendente. Como también lo es su viva pluralidad, todo un ejercicio constante de lealtad democrática que contribuye muy activamente a mantener la salud del sistema y a enraizar valores positivos. Siempre he querido y podido tener conversaciones con  diferentes actores que profesan distintas maneras de pensar, a veces muy contrapuestas, percibiendo con claridad que siempre existe una preocupación sincera por el bien común.

Por otra parte, Taiwan tiene una gran significación a nivel internacional, aunque pesa en ello, sobre todo, su dimensión económica que siempre concita mucha admiración en todo el mundo. No obstante, considero que sus aportes en otros campos, de facilitarse su proyección, también gozarían de igual reconocimiento. En la medida en que mejore el clima en las relaciones a través del Estrecho, quizás ello pueda permitir que la sociedad internacional, especialmente la sociedad civil, encuentre en Taiwan aportaciones singulares. El difícil momento que atraviesa la comunidad internacional reclama el concurso de todos. Prescindir de alguien, y en este caso de una potencia en tantos sentidos como Taiwan, es un lujo que ni la región ni el mundo puede permitirse.

Durante mis estadías en Taiwan,  disfruté mucho del contacto con la vida cotidiana. Guardo un especial recuerdo de un momento en primera visita en los alrededores de Taipei, en un lugar apartado de las montañas que bordean la capital, donde pude saborear un té buenísimo mientras la lluvia humedecía suavemente la tierra. Una sensación de calma y paz inolvidable.

Finalmente, me parece esencial fomentar el contacto y el conocimiento mutuo. La sociedad civil, en sus diversas manifestaciones, desempeña hoy un papel de gran influencia, mucho mayor al conocido en épocas anteriores. Esa apuesta por el intercambio y la puesta en común le da sentido a una alianza cívica que puede aportar ideas y propuestas de cierta transcendencia para frenar los intentos en boga de supeditarlo todo a la voracidad insaciable de los mercados, lograr sociedades estables y un mundo más justo y próspero. Taiwan debe participar en dicho proceso.

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