05/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

CULTURA RELIGIOSA EN FORMA CREATIVA

01/11/2011
Shen Fu desarrolla una variedad de piezas de vestir para las estatuas religiosas con diseños innovadores, incluyendo artículos para la diosa Mazu. (Huang Chung-Hsin)

Tres hermanos están creando productos bordados innovadores para continuar con el nombre familiar en un negocio que es virtualmente único en Taiwan.

Cuando era estudiante universitario, Zhou Rang-ting, de 27 años, disfrutaba con frecuencia de especialidades de toda la isla que le traían sus compañeros de clase al comienzo de cada semestre. Había pasteles de sol, un bocadillo hojaldrado redondo con un relleno dulce, procedente de Taichung, en el centro de Taiwan; fideos de arroz y albóndigas de Hsinchu, en el norte; y mochi artesanal, pequeños pasteles hechos de arroz molido, de Hualien en la parte este de la isla.

En su segundo año, Zhou quería devolver estos favores. Se le ocurrió que podía hacer pequeñas versiones de los productos de su padre –vestiduras bordadas usadas para “vestir” las estatuas de los dioses locales—y darlas como regalos. Zhou usó sus vacaciones en casa para coser varios “trajes miniatura para deidades” e incluyó dos hilos rojos para atar un amuleto para la buena suerte. Sus compañeros de clase quedaron maravillados y emocionados con los bonitos regalos, que también contenían la promesa de la protección divina. Las mini vestiduras se volvieron los regalos más buscados entre los compañeros de clase de Zhou.

En base a tradiciones religiosas chinas, una variedad de estatuas de deidades folklóricas tradicionales se colocan en los templos, donde son adoradas, o en el lugar de trabajo y hogares para otorgarle bendiciones. Se cree que las vestiduras colocadas sobre las estatuas traen suerte y apartan el mal. Por eso, los padres buscan las vestiduras antiguas de las estatuas de los templos para colocarlas en las camas de sus hijos, y los conductores las colocan en sus vehículos.

El negocio de los bordados en el pueblo de Zhou, la ciudad de Puzi en el distrito de Chiayi, en el sur de Taiwan, data de los años cincuenta, y los vestidos bordados para las estatus religiosas son algo como una especialidad local. Con su exquisita habilidad, el nombre “bordado Puzi” ganó fama tanto localmente como en el extranjero en los años sesenta y setenta, con una amplia gama de productos exportados incluso hasta el Oriente Medio.

Las vestimentas para ocasiones especiales

Durante el apogeo del negocio del bordado en Puzi, había más de 30 talleres haciendo artículos bordados para ocasiones, tales como el Año Nuevo Lunar, las nuevas residencias, los desfiles de festivales de templo, las ceremonias de bodas o inauguraciones, así como vestimentas para estatuas religiosas, títeres de guante y trajes para la ópera taiwanesa. Entonces, casi la mitad de los residentes locales estaban involucrados en el trabajo de bordado.

En la ciudad de Puzi en el Distrito de Chiayi, en el sur de Taiwan, se han elaborado exquisitos bordados desde los años cincuenta. (Cortesía de Bordados Creativos Shen Fu)

Yang Fu-shan, residente de Puzi, de 58 años de edad, aún recuerda aquellos días, y cuenta que cuando era niño, una multitud de fábricas de bordados operaban en la vecindad del Templo Peitian, un templo dedicado a la -adoración de la diosa Mazu, también conocida como la Diosa del Mar o la Reina de los Cielos. Los empleados trabajaban el bordado con máquinas y a mano sobre telas de brillantes colores. El concurrido escenario creaba una atmósfera festiva en toda la calle. “Antaño, los residentes en Puzi sólo podían ganarse la vida de las plantaciones de caña de azúcar. No fue hasta la era de la corte de la Dinastía Ching (Qing) (1684-1895) que los inmigrantes de la provincia de Fujian en China continental trajeron sus destrezas del bordado con ellos y la profesión comenzó a enraizarse allí”, dice Yang. “En esa época, las niñas generalmente se quedaban en casa después de graduarse de la escuela secundaria. Muchas comenzaron a hacer vestidos, zapatos, sábanas para camas, fundas para almohadas bordados, a fin de ayudar a mejorar la situación financiera de sus familias. Fue gracias a este oficio que nuestra villa pudo prosperar gradualmente”.

El abuelo de Zhou Rang-ting -diseñaba bien, mientras que su abuela sobresalía en el bordado, y establecieron un taller en 1955, desarrollándose el negocio por toda la isla. Debido a la calidad tanto del diseño como del -trabajo artesanal, la respuesta del mercado fue positiva y los pedidos de compra llegaron en grandes cantidades. A veces cuando la demanda del mercado era alta, la compañía comisionaba a 200 abastecedores que trabajaban en sus casas.

La poca competencia, altos márgenes de ganancias y bajos costos de mano de obra fueron sinónimos de buen negocio por muchos años. El padre de Zhou, Zhou Zhi-yun, se hizo cargo de la fábrica de bordados en 1985, pero en ese entonces, ya se estaban dando los cambios que impactaron el negocio. Los sueldos locales empezaron a aumentar con la promulgación de la Ley de Estándares Laborales en 1984, y un mayor número de hombres y mujeres comenzaron a proseguir educación superior. Por otra parte, la fiebre de la lotería de 1988 se expandió por la isla, mientras que el índice ponderado de la Bolsa de Valores de Taiwan superó los 10.000 puntos. Para algunas personas, eso creó la mentalidad de buscar “dinero fácil”, dado que mucha gente hizo fortunas de la noche a la mañana.

Todos estos factores llevaron a una falta de mano de obra crónica y -condujo a Zhou Zhi-yun a reubicar la línea de producción en el otro lado del Estrecho de Taiwan en la provincia de Guangdong en 1990. El retuvo solamente a algunos artesanos maestros en Taiwan para realizar la investigación y el desarrollo de los productos, así como a representantes de servicios al consumidor.

Aprovechando sus conocimientos, así como la mano de obra barata y los costos de material en el continente, Zhou Zhi-yun tuvo éxito con sus productos en Taiwan y acaparó casi el 70 por ciento del mercado local, convirtiéndose en el mayor suministrador de vestimentas para deidades y otros artículos bordados. A pesar de todo, un nuevo reto llegó en los años noventa cuando en las tiendas en Taiwan comenzaron a importar productos de bajo precio directamente desde China continental. Los cambios resultaron un duro golpe para el negocio de Zhou Zhi-yun, con el porcentaje del mercado decayendo a 40 por ciento en Taiwan. En consecuencia, tuvo que reducir el número de trabajadores en su fábrica en el continente de 1.000 a menos de 200 en 2005.

Enfrentando las importaciones

En 2006, Zhou Rang-ting se graduó de la Universidad y se unió a sus dos hermanos mayores en el negocio de su padre. Zhou Rang-ting pensó que para contrarrestar las importaciones baratas de China continental, era esencial crear una marca para la compañía, y diferenciar  sus productos de aquellos de sus competidores. Entonces, comenzó a investigar sobre la creación de marcas, buscó un diseñador profesional para crear un logotipo,  catálogo de productos y materiales de mercadeo, y también creó una página web.

Mini vestiduras diseñadas por Shen Fu como amuletos para la buena suerte que se utilizan como llaveros. (Huang Chung-Hsin)

Sin embargo, la creación de una marca no es una tarea fácil y al lanzar su propia marca la compañía comenzó a competir directamente con aquellos que habían suministrado previamente bajo contrato de fabricación. Finalmente, la medida rompió lazos con más de 1.000 distribuidores y detallistas con los que la familia Zhou -había trabajado por décadas. El joven dice que primero tuvo que pasar por “una revolución familiar” en la que él y sus hermanos tuvieron que convencer a su padre que los cambios eran necesarios. Le pidió a su padre diciéndole, “Esta es tu última batalla, pero es la primera para nosotros tres hermanos. Si no construimos nuestra propia marca, ¿cómo podemos -competir cuando el comercio a través del Estrecho se liberalice y los productos de China continental comiencen a entrar?”

Una vestimenta para deidad hecha en Taiwan sin adornos cuesta alrededor de NT$2.000 (US$70), pero los fabricantes en China continental pueden rápidamente hacerla y venderla por menos de la mitad de ese precio, entonces sin la ventaja de una marca no habría manera de sobrevivir, explica  Zhou Rang-ting. En 2007, después de obtener la aprobación de su padre, los tres hermanos establecieron la marca Shen Fu Bordado Creativo, y comenzaron a reformar las operaciones generales de la empresa. Las palabras shen fu aluden a la idea de hacer un cambio drástico en el negocio del bordado religioso.

En el pasado, el producto principal de la familia de Zhou habían sido las vestimentas para las estatuas religiosas y los principales clientes eran los creyentes individuales quienes los compraban para las estatuas que colocaban en sus negocios, casas o en los templos. Para mantener y expandir el negocio, Zhou Rang-ting sintió la necesidad de ampliar la línea de productos de la compañía y llegar a los clientes jóvenes, así como a los turistas.

Luego, Zhou recordó la popularidad que tuvieron las vestimentas miniatura que creó para sus compañeros de la universidad, y pensó que se venderían bien en el mercado. Entonces, a finales de 2009, Zhou y su equipo de investigación y desarrollo lanzaron una serie de mini vestimentas, de diferentes colores: “una vestimenta verde paz” para Guan Gong, el dios de la lealtad, justicia, integridad y coraje; “una azul prudente” para el dios de la tierra, y una “roja fortuna para el dios de la riqueza.

De hecho, hay textos históricos que indica que colores debe usar cada deidad y el tipo de patrones que deberían bordarse en sus vestimentas. Por ejemplo, el Emperador de los Cielos, el dios de mayor jerarquía, lleva amarillo; la diosa Mazu usa una vestimenta amarilla o naranja con un fénix bordado; el dios del matrimonio utiliza rojo; y el bodhisattva Guanyin, la diosa de la compasión, lleva un traje con flores de loto y ramas de sauce bordadas sobre una base roja, naranja, blanca o amarilla.

Hay excepciones, agrega Zhou. Algunas veces, los creyentes echan las tablas de adivinación para preguntarle a una deidad que traje o qué color prefiere. De este modo, se hacen modificaciones en algunos casos dependiendo del propio “deseo” de esa deidad.

Las mini vestimentas producidas por Shen Fu vienen en dos tallas, 5 ó 10 centímetros de alto y se venden como amuletos de buena suerte para llaveros o teléfonos móviles a NT$190 (US$7) cada pieza. Muchos clientes colocan talismanes o bolsitas de incienso de los templos locales dentro de las mini vestimentas para así alejar el mal y atraer paz y felicidad. Las vestimentas se volvieron populares en 2010, cuando se vendieron casi 100.000 piezas. El diseño más popular es la mini vestimenta de la diosa Mazu, que es la favorita de los turistas de Japón, Singapur y China continental, -quienes comprar amuletos de buena suerte como recuerdos de Taiwan.

Un dicho popular dice que “alabar a la dioses traerá protección”, mientras que los creyentes buscan a menudo a los dioses para el éxito comercial y -académico, en la obtención de riquezas, el matrimonio y la procreación de -hijos. Como recompensa a los dioses por los favores concedidos, los creyentes  les compran nuevas vestimentas o -accesorios, entre otras cosas. Zhou Rang-ting indica que hay más de 20.000 templos en Taiwan, además de las estatuas -religiosas en las casas o negocios, por lo que hay una demanda considerable aún en el mercado de las vestimentas para deidades.

Por ello, Shen Fu continúa desarrollando una variedad de artículos para las deidades con diseños innovadores, y se concentra en maneras de bajar sus precios, por ejemplo, de NT$5.000 a $10.000 (US$172 a $345) por vestimentas de calidad promedio a NT$3.000 a $5000 /US$103 a $172).  La compañía ha podido lograr los ahorros manteniendo su base de producción en China continental. Zhou Rang-ting espera que la estrategia acelere el índice en que los creyentes reemplazan las vestimentas de cada tres a cinco años a entre uno a dos años. Shen Fu también tiene planes de estimular más demanda introduciendo vestimentas según la temporada para que los creyentes cambien las ropas de sus deidades de estación a estación.

De igual modo, Shen Fu ha comenzado a incorporar el diseño de moda y nuevos materiales y tecnologías a sus productos. Por ejemplo, dado que el béisbol es un deporte popular en Taiwan, la compañía diseñó un uniforme de béisbol para la diosa Mazu, compuesto por una camiseta, una camiseta interior manga larga, una camisa manga corta, una vestimenta imperial, una capa y un sombrero con un diseño de fénix. Los artículos pretenden resaltar las destrezas en diseño de la empresa y no ha sido comercializado.  En la celebración del natalicio de la diosa Mazu en el Templo Peitian en 2008, los artesanos de Shen Fu cocieron 1.800 cristales de Swarovski a la vestimenta de cada uno de los guardaespaldas de la diosa Mazu: el General Chianliyan, quien puede ver hasta mil millas, y el General Shunfenger, conocido por su poderoso sentido de audición. La intención era hacer lucir a ambas estatuas más vistosas cuando participaran en la procesión de la estatua de la diosa Mazu. Los accesorios -llamaron la atención de muchos espectadores, y desde entonces, muchos creyentes adinerados empezaron a hacer pedidos de vestidos para deidades con cristales bordados.

Entre otras innovaciones de Shen Fu están los vestidos bordados adornados con capaz de encaje, que se han vuelto populares para las estatuas de deidades femeninas, así como artículos con luces LED incorporadas para las estatuas usadas en las procesiones nocturnas de los festivales. La compañía también ofrece servicios de trajes hechos a la medida, que incluye la selección de telas y accesorios para estatuas individuales.

Hasta ahora, Shen Fu ha sacado más de 1.000 diseños para estatuas de altar y títeres de cuerpo grande de dioses, además de artículos utilizados en los desfiles de los templos, tales como baldaquines, estandartes y banderas. Hay algunos 150 diseños de vestimentas en miniatura, y artículos de uso cotidiano como portavasos y sostenedores de palillos bordados. La mayoría de los productos de la compañía ahora viene con descripciones tanto en inglés como chino, que explican las creencias locales y las costumbres asociadas tanto para los clientes taiwaneses como internacionales.

“Frente a la competencia de los bajos precios de los fabricantes continentales, lo que podemos hacer para mantenernos a flote es producir a rápida velocidad artículos de alta calidad con diseños únicos”, dice Zhou Rang-ting. “Tratamos de desarrollar una vestimenta de deidad a la semana y tres productos que combinen bordado con un uso práctico mensualmente, para que así los competidores no nos alcancen”.

Shen Fu ha promocionado varios canales de venta, incluyendo ésta en una sucursal de la tienda por departamentos Sin Kong Mitsukoshi en Tainan, en el sur de Taiwan. (Cortesía de Bordados Creativos Shen Fu)

En cuanto a los canales de ventas, la compañía vende sus productos en su fábrica en Puzi, una tienda dedicada en la zona de Xinzhuang, en la ciudad Nuevo Taipei, y en su propia página web.  Shen Fu también tiene puntos de venta en la Librería Eslite, la cadena de librerías más grande de la isla; en la sucursal de Tainan de la tienda por departamentos Sin Kong Mitsukoshi en el sur de Taiwan; y en el Instituto Nacional para la Investigación y el Desarrollo de Artesanías de Taiwan en el Distrito de Nantou, en el centro de Taiwan.

Además, Shen Fu ha trabajado con el Buró para los Asuntos Culturales del Gobierno de la Ciudad de -Taichung para la peregrinación anual de la estatua de la deidad Mazu del Templo Jenn Lann. Durante los últimos años, la compañía ha celebrado una exhibición de bordado en el centro de arte del distrito local durante el evento anual. Este año, la compañía también ayudará en un proyecto cinematográfico, proporcionando los trajes tradicionales para los actores en un desfile de templo.

Asimismo, Shen Fu inauguró un centro de exhibición  para turistas en la anterior refinería de azúcar de la -Corporación de Azúcar de Taiwan en el Distrito de Chiayi. La exhibición -introduce los orígenes, el desarrollo y los procesos de producción de los artículos de bordado.  Algunas de las -vestimentas bordadas de las deidades han sido producidas en tallas grandes para que los visitantes puedan probárselas y tomarse fotos.

Wu Ming-ru, de 47 años, quien es director de asuntos generales en la Escuela Secundaria Nacional Tung Shih, dice que el bordado fue una vez una industria distintiva de la ciudad. El dice que está contento ver que Shen Fu está generando estilos y usos innovadores para la artesanía tradicional. Wu hizo el viaje a la fábrica Shen Fu para comprar regalos para el director de su escuela, quien visitará a la escuela hermanada en Japón. “Nos gustaría usar esa oportunidad para presentar la interesante cultura religiosa de Taiwan y las creencias folklóricas a nuestros amigos -extranjeros”, dice Wu. “Igualmente, queremos mostrar nuestro apoyo a Shen Fu, comprando sus productos. Con suerte, algún día el bordado podrá volver a ser una fuerza motriz del desarrollo económico local”.

Peggy Chen, de 22 años, dice que supo sobre Shen Fu a través de un amigo. Ella encontró productos creativos y atractivos en muchos colores en la página web de la compañía, entonces viajó de la vecina ciudad de Tainan a visitar la fábrica y hacer algunas compras. “Me gustan mucho los artículos bordados. Hay algo exquisito y muy ‘taiwanés’ en ellos. Es una lástima que no están ampliamente disponibles ahora”, dice Chen. “Lo que es especial sobre los productos de Shen Fu es que combinan tradición con innovación, así como creatividad con utilidad. Pretendo comprar algunos llaveros en forma de las miniaturas de las vestimentas para deidades, creo que son un buen regalo para obsequiar a mis amigos”.

Trabajadores locales con destrez

Actualmente, Zhou Rang-ting es responsable de la investigación y desarrollo y la promoción comercial en la parte sur de Taiwan, su hermano mayor está a cargo de la fábrica en China continental, así como del desarrollo del mercado internacional y su segundo hermano mayor lleva la promoción comercial en la parte norte de Taiwan. En sus esfuerzos para producir productos de más alta categoría, tienen planes de aumentar el volumen de producción en Taiwan del actual 10 al 40 por ciento en el futuro próximo con el fin de aprovechar las destrezas de los trabajadores locales del bordado.

Los tres hermanos tratan de sacar provecho de su creatividad para reinventar el negocio de la confección de vestimentas para deidades y emplearla como la base para nuevas oportunidades de mercado. Al mismo tiempo, parecen haber encontrado la manera de que una costumbre religiosa tradicional sea más atractiva a las generaciones más jóvenes de taiwaneses.

“Como la tercera generación del negocio familiar y la última fábrica de bordado en el pueblo, tenemos que enfrentar cualquier reto del mercado, y a pesar de ello, continuar. Esa es nuestra misión”, dice Zhou Rang-ting. “Creemos que trabajar para combinar la vibrante cultura religiosa de Taiwan con la creatividad nos ayudará a encontrar nuestro camino”.

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