28/04/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

LA BELLEZA DE LO IRRECONOCIBLE

01/03/2013
Dos pinturas de “Forma sin Forma”, la mayor exhibición de arte abstracto realizada por el Museo de Bellas Artes de Taipei el año pasado. La muestra desplegó las obras de pintores y escultores taiwaneses desde la década de los sesenta.

En su búsqueda por la libertad, los artistas de Taiwan adoptan lo abstracto.

Para los amantes del arte, resultó particularmente emocionante estar en Taiwan el verano del año pasado, con dos exposiciones de arte abstracto: una gran muestra en el Museo de Bellas Artes de Taipei (TFAM, ­siglas en inglés) y un evento más pequeño pero significativo en el Espacio de Arte Da Xiang en Taichung, en la parte central de la isla. Durante casi dos meses a partir del 7 de julio el TFAM proporcionó un banquete de 68 obras de arte abstracto hechas por 32 pintores y escultores provenientes de Taiwan, dando una visión general de los principales artistas que trabajan en este estilo desde los años sesenta. “Cada uno de ellos crea obras con un lenguaje y estilo artístico único, y en conjunto constituyen una parte importante del ­desarrollo del arte moderno de Taiwan”, afirmó Liu Yung-jen, el organizador de la exposición “Forma sin Forma - Arte Abstracto Taiwanés”.

La exposición presentó a artistas de todas las generaciones, desde Lee Chun-shan (1912-1984), a quien generalmente se considera el pionero del arte abstracto en Taiwan, hasta Wu Tung-long, de 36 años, el artista más joven incluido en la exhibición del TFAM. Con el fin de ofrecer a los espectadores una representación justa de los artistas, Liu mostró al menos dos obras de cada uno de ellos, la mayoría de las cuales fueron creadas durante los últimos cinco años. La exposición también dividió a los artistas en dos categorías de expresión: la abstracción racional y la lírica. Liu, un pintor abstracto, hace hincapié en que la dicotomía debe ser empleada con ­precaución, puesto que una obra de arte puede contener elementos de ambos estilos. Las obras de abstracción racional, o “fría”, destacan formas geométricas, mientras que los artistas abstractos ­líricos emplean una forma de expresión “caliente”, que es relativamente orgánica y “apasionada”.

 
No. 028
Por Lee Chun-shan
Acrílico y óleo en tela, 1978
90 x 64 cm

El arte abstracto es una tradición arraigada en Occidente, y no llegó a Taiwan sino hasta unos 40 años después de que apareció por primera vez en el extranjero. Los movimientos artísticos del fovismo y el cubismo que surgieron en la primera década del siglo XX allanaron en forma conjunta el camino para el nacimiento del arte abstracto. El primero concedió la libertad a un artista en el uso del color y la segunda en el concepto de la forma. A Wassily Kandinsky (1866-1944), un teórico del arte y pintor ruso, se le atribuye la creación de las primeras obras totalmente abstractas en el mundo en 1910. Conforme el estilo abstracto empezó a influir a más artistas en Occidente, los de Japón también comenzaron a tomar nota de ello, ya que dicho país se estaba abriendo a la cultura y las ideas occidentales más profundamente que la mayoría de Asia en ese ­momento. A su vez, los artistas de Taiwan, que mantenían estrechos vínculos con Japón, comenzaron a interesarse en el arte abstracto en los años de la década de 1950.

Lee nació en China continental, viajó a Japón para estudiar arte en la década de 1930 y se trasladó a Taiwan cerca de 1949 cuando el gobierno nacionalista se trasladó a la isla. “Me impresionó su enfoque no académico a la enseñanza de los estudiantes. Siempre me decía que debía ser creativo”, recuerda uno de los discípulos de Lee, Ho Kan, quien también participó en la exhibición del TFAM. Ho añade que su mentor en realidad aprendió el arte abstracto en un club de pintores en Japón, más que de la educación ­formal que recibió allí. Ho afirma que Lee fue fundamental en su propio desarrollo como artista, ya que poco a poco descubrió la alegría de la expresión abstracta bajo la ­tutela de Lee en la década de 1950, a pesar de que estaba estudiando el arte figurativo y técnicas de pintura como estudiante de arte en una ­universidad de Taipei en ese momento.

Al igual que Ho, el experimentado artista abstracto Chen Cheng-hsiung, de 77 años de edad, quien fue parte de la exhibición en el TFAM, comenzó su exploración del arte de la pintura figurativa. Un día en 1952, cuando el artista autodidacta era estudiante de secundaria, un periodista japonés que alquilaba habitaciones en la casa de la familia de Chen le dio un libro sobre arte moderno de Japón. El libro llevó a Chen a iniciar su larga búsqueda de la belleza de la “forma sin nombre”, como Kandinsky llamaba al arte abstracto.

 
Cielo y Tierra 1, al fondo
Cielo y Tierra 2, al frente
Lee Mao-chung Cerámica, 1995
166 x 45 x 36 cm, 173 x 50 x 49 cm

La segunda muestra del verano pasado fue titulada “Explorando el páramo - los ocho salteadores de caminos del Oriente” y se realizó en el Espacio de Arte Da Xiang, una galería que abrió sus puertas en 2007. El espectáculo rindió homenaje a los ocho miembros principales de la Asociación de Arte Oriental, un grupo fundado en 1957, apadrinado por Lee, y que incluye a Ho y a Hsiao Chino. El título del espectáculo refleja el espíritu pionero del grupo en el campo del arte moderno.

Un nuevo enfoque a la tinta

La Asociación de Arte de Mayo, que también fue fundada en 1957, igualó a la Asociación de Arte Oriental en cuanto a la influencia en esa época, principalmente debido a su experimentación con la pintura en tinta. Encabezada por Liu Kuo-sung, otro artista que se trasladó a Taiwan desde China continental a finales de la década de 1940, el grupo reaccionó contra las restricciones tradicionales sobre el contenido conceptual, al mismo tiempo que “refinaba sus imágenes trayéndolas al núcleo espiritual de la abstracción”, explica Liu Yung-jen, quien también estuvo a cargo de organizar la exposición en Taichung.

El rico legado cultural de la pintura en tinta ha sido un arma de doble filo para los artistas abstractos locales; ya que ha tomado mucho tiempo para que los espectadores acepten cambios drásticos en la tradición, señala Liu. Sin embargo, además de las exhibiciones de este año en el TFAM y Da Xiang, Liu Yung-jen supervisó una gran exposición de pinturas en tinta china contemporánea, la gran mayoría de las cuales eran puramente abstractas, en 2009 en el TFAM. Esa muestra incluyó a 15 taiwaneses y 12 artistas de China continental. De hecho, conforme el mundo comienza a prestar atención a todo lo ­relacionado con la cultura china, las obras abstractas en tinta reciben cada vez mejor acogida, señala el director de la galería Da Xiang, Chung Ching-hsin.

 
Conjunto 1-8
Ho Kan
Oleo en tela, 2009
240 x 280 cm

No obstante, no fue fácil sobrevivir como artista abstracto en la ­década de 1960, recuerda Liu Yung-jen. De hecho, en el entorno sumamente ideológico de la época, no sólo era el ­Gobierno el que no se fiaba de un estilo tan revolucionario, sino en la sociedad en su mayor parte muy cerrada, el ­público en general podía ser muy duro con los artistas, a menudo etiquetando sus obras como sin sentido. Aún así, como un desarrollo artístico nuevo, el arte abstracto tenía su encanto, y la mayoría de los pintores de Taiwan trataron de crear obras en un estilo abstracto en la década de 1960, revela Hsiao Chong-ray, profesor de historia del arte en la Universidad Nacional Cheng Kung, en el sur de la isla.

En la década de los setenta, sin embargo, el arte abstracto no figuraba tan destacadamente como antes. En parte, ésto se debió a los reveses políticos de Taiwan en la comunidad internacional, lo cual conllevó al surgimiento del nacionalismo cultural. En 1971, la República de China ya no era miembro de las Naciones Unidas y el final de esa década fue testigo de la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos. Como resultado, una tendencia introspectiva surgió en la sociedad e influyó en el desarrollo de las bellas artes y la literatura. “El arte abstracto no desapareció. Solamente tomó una posición menos evidente”, explica Liu Yung-jen.

Taiwan vio otra era vibrante para el desarrollo del arte abstracto en la década de 1980, con la creciente cantidad de artistas que regresaron a la isla tras estudiar en el extranjero, como Tsong Pu, que viajó a España; y Chu Teh-i, quien probó suerte en Francia. Estos artistas “de media generación” comenzaron a llamar la atención. Se les unieron Ava Hsueh, pintora y teórica abstracta educada en Estados Unidos; Jun T. Lai, pintora y escultora; y Chen Hsing-wan (1951-2004), cuyas obras destacan por el uso de diferentes materiales, de tela a alambre. Hsueh, Lai y Chen Hsing-wan, nacidas todas en la década de 1950, fueron las únicas tres mujeres artistas incluidas en la exposición del TFAM del año pasado. Los artistas de la misma generación que empleaban la tinta también empezaron a causar una gran impresión, incluyendo líderes como Wang Jia-nong, más conocido como ­Mi-li-tsun Nan. El artista residente en Kao­hsiung es conocido por sus obras de abstracción racional. Liu Yung-jen señala que las obras de abstracción ­racional son menos comunes que las de ­abstracción lírica en Asia, especialmente en pinturas en tinta.

 
Ventana
Chen Cheng-hsiung
Técnica mixta en tela, 2009
112 x 162 cm

El arte abstracto recibió una atención creciente en la isla cuando el Museo Nacional del Palacio, el museo más importante de la República de China, decidió en 1983 adquirir la obra abstracta del artista Richard Lin (1933-2011) Díptico Pintura en Relieve, que se convirtió en la primera pieza de arte contemporáneo incluida en su colección. El TFAM, el primer museo público de Taiwan dedicado a las artes plásticas, fue ­fundado ese mismo año. Al año siguiente, se realizó el primero de los concursos de arte anuales del TFAM (ahora conocido como el Premio de las Artes de Taipei), siendo los ganadores del primer premio Tsong y Chen Hsing-wan. Los resultados del concurso también pusieron de manifiesto la importancia de la nueva ola del arte abstracto en la isla.

Hoy en día, los artistas de Taiwan dejan su huella en el extranjero, como lo han hecho desde hace décadas. El artista Chen Cheng-hsiung, residente en Taipei, ganó el Premio a la Carrera y Trayectoria en la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Florencia en 1999. Ho se trasladó a Italia en 1964 y estableció un punto de apoyo firme ahí. A sus 80 años, el artista ha regresado a Taiwan con más frecuencia en los últimos cuatro años con el fin de crear y exhibir nuevas obras. Otro artista abstracto de Taiwan que disfruta de la fama en el extranjero es Lee ­Mao-chung, quien, según Liu Yung-jen, es una figura crucial en la historia del arte local, porque promovió el uso de la cerámica en la expresión abstracta a principios de la década de 1970. El ­pintor al óleo Liao Shiou-ping, a quien muchos también consideran el padre del grabado moderno en Taiwan, ha realizado exhibiciones en Nueva York, París y Tokio.

 
Interacción
Liu Kuo-sung
Tinta en papel, 1964
92 x 60 cm

Influencia en la China co­nti­nental

En la década de 1980, el arte abstracto también comenzó a surgir en la China continental, y los artistas taiwaneses ya han ocupado un lugar destacado allí. Lee Mao-chung y Liao son reconocidos como quienes introdujeron la cerámica moderna y el grabado, respectivamente, a los círculos artísticos en el otro lado del Estrecho de Taiwan. Desde que pronunció un discurso sobre el arte abstracto en la Academia Central de Bellas Artes de China en Pekín en 1994, Chen ha dado conferencias y ha exhibido obras en importantes instituciones y museos de China continental. “Y Liu Kuo-sung ha tenido un papel importante en la ­promoción de la pintura de tinta moderna y abstracta en China continental, que comenzó en la década de 1980”, afirma Liu Yung-jen. Liu Kuo-sung, de 80 años de edad, visitó China continental en 1981, siendo la primera vez desde que se trasladó a Taiwan unos 30 años antes, y sigue siendo un artista muy respetado allí.

En casa, estos artistas mayores inspiran a los de las nuevas generaciones, a diferencia de la década de 1950 cuando los aspirantes a artistas abstractos ­podían aprender de sólo un par de maestros en el campo o del libro de arte ocasional importado de Japón. “Muchos de ellos tienen una influencia directa en los artistas jóvenes, mediante la enseñanza en las escuelas”, manifiesta Wu, quien recibió una maestría en artes plásticas en 2004 de la Universidad Nacional de las Artes de Tainan, donde Hsiao Chin, Hsueh y Tsong han ocupado cargos docentes en los últimos años. Por otra parte, Wu revela que la tendencia se ha alejado de la pintura y opta por el diseño en técnicas mixtas, arte de instalaciones, y ahora el arte digital y la animación. En consecuencia, considera que una ­menor cantidad de artistas optan por convertirse en pintores, mucho menos en pintores dedicados exclusivamente en la pintura abstracta.

En vista de este fenómeno, las recientes exposiciones de arte abstracto organizadas por el TFAM y el Espacio de Arte Da Xiang son especialmente significativas, ya que tienen como ­objetivo educar al público en general sobre el estilo de arte. Por otra parte, los coleccionistas de arte en Taiwan están desarrollando un gusto más fuerte por el arte abstracto, afirma Wu, quien ha logrado trabajar a tiempo completo como pintor durante los últimos cinco años. Liu Yung-jen hace eco de la opinión de Wu, diciendo que los coleccionistas “pueden descubrir que entre más tiempo observan una obra de arte abstracto, más les gusta”. Con esa capacidad, el arte abstracto definitivamente tiene el potencial para ganar una mayor atención a nivel local, conforme los ­artistas taiwaneses siguen expresando sus ideas y sentimientos en el mundo de lo irreconocible.

(Traducido por Silvia Villalobos)

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