Taiwan Today

El artista Chiu Chien-jen explora nuevas posibilidades en el arte tradicional de la pintura al óleo.

Un día, casi a finales de 2013, en el Museo de Bellas Artes de Kuandu, el artista Chiu Chien-jen se encontró invitando a los visitantes a mirar más detenidamente su obra al óleo Señal del Sur (2012). La obra era parte de la exhibición “La Decadencia del Angel” que tomó su nombre de la última novela del -escritor japonés Yukio Mishima (1925-1970). El Museo de -Bellas Artes de Kuandu está ubicado en el campus de la Universidad Nacional de las Artes de Taipei (TNUA, siglas en inglés) en el distrito de Beitou, al norte de la ciudad de Taipei. En la pintura se observa una escena familiar de dos turistas -posando para una foto, en este caso frente al Faro del Cabo Eluanbi, ubicado en el extremo más al sur de Taiwan. Sin embargo, en lugar de una representación -realista típica, la pintura está llena de salpicaduras y gotas de pintura que chorrean.

“Mis obras presentan a menudo considerable fluidez o incertidumbre”, dice Chiu sobre su estilo de pintura. “Yo trato de crear un efecto visual cautivador que cuenta con un arreglo de elementos que fluyen, y al mismo tiempo, son controlados”. Con fondos de la Fundación Nacional de la Cultura y las Artes, la exhibición de Kuandu fue organizada por la Asociación de Pintura Contemporánea, que fue establecida en 2013 y está formada en gran parte por egresados de la TNUA como Chiu, quien ahora dirige al grupo de alrededor de 30 artistas.

Chiu trata de pintar con un estilo artístico individual y estimulante. En 2004, durante su tercer año de estudios de pregrado en el Departamento de Bellas Artes de la TNUA, él obtuvo el primer lugar en los Premios de las Artes de Taipei, del Museo de Bellas Artes de Taipei (TFAM, siglas en inglés), como reconocimiento a sus obras de arte con un estilo único y que reflejan la cultura moderna. “Quiero que mis obras brinden un mayor -estímulo visual a los observadores”, dice Chiu, refiriéndose al premio a comienzos de su carrera. “Un concursante debe por lo menos saber cómo llamar la atención de la vista del juez”. Chiu, quien nació en el distrito de Pingtung en el sur de Taiwan en 1981, fue uno de los primeros estudiantes en participar en las clases ofrecidas exclusivamente a los estudiantes de arte del Colegio Nacional de Bachillerato Feng-Hsin en la actual ciudad de Kaohsiung, que está ubicado justo al norte de Pingtung.

Recordando el período de su propia formación, Chiu dice que los jóvenes estudiantes pueden desarrollar sus destrezas a través de la formación estándar en temas de arte regulares, tales como el bosquejo, la acuarela y la caligrafía, antes de ir a niveles superiores de estudio en las universidades. Sin embargo, él señala que la calidad desigual de la educación artística significa que los estudiantes de arte en el nivel de secundaria “podrían recibir educación inapropiada desde el mismo comienzo”.  Por otra parte, algunos estudiantes nunca reciben educación artística intensiva pero aún progresan sin tener que recuperarse de un conjunto de fórmulas establecidas, agrega. Después de entrar en la TNUA y ver que se abría un nuevo horizonte delante de él, Chiu logró apartar la influencia de su formación artística anterior. “Me enfoqué en apartar mi entrenamiento durante los tres primeros años de la universidad”, recuerda. “Experimenté un proceso de liberación del pasado, y eso no es fácil”.

Antes de entrar en el programa de maestría de la TNUA, Chiu presenció el declive del mercado del arte en Taiwan, cuando muchas galerías que habían prosperado con el auge de la bolsa de valores en la década de los noventa, tuvieron que cerrar. Sin embargo, recientemente el próspero mercado del arte en China continental ha tenido un impacto en el entorno artístico local, con artistas taiwaneses que han encontrado una tendencia general hacia el alza en la apreciación artística.

Una agencia, la Galería Lin & Lin, en Taipei, ha establecido una oficina y un espacio de exhibición en Pekín. “Su presencia en China continental es una de las razones por las que elegí tener una relación comercial con la galería”, dice Chiu. Sus obras han sido mostradas en varias exhibiciones individuales o conjuntas tanto en su país como en países extranjeros, tales como Francia y Corea del Sur, y son coleccionadas por establecimientos tales como el TFAM y el Museo Nacional de Bellas Artes de Taiwan en la ciudad de -Taichung, centro de Taiwan.

Torrente de conciencia

La aparición de Chiu como artista del óleo indica que una generación de artistas más jóvenes está explorando nuevas posibilidades dentro de la forma artística tradicional. Como ejemplo se puede citar la presentación poco convencional de una serie de pinturas, como si se tratara del guión gráfico de una película, en la exhibición del TFAM 2007, titulada “La vida continúa”, de manera que un conjunto de 40 pinturas seleccionadas de un total de entre 70 y 80, fue exhibido en una sola pared.

Chiu también basa frecuentemente sus obras en fotos tomadas en su vida cotidiana o durante sus viajes. “Mis obras presentan generalmente no sólo paisajes, sino personajes humanos que parecen estar narrando una historia”, dice Chiu, una historia, que se sugiere sólo indirectamente y requiere de la reacción del observador. “No ofrezco claves sobre qué o quién trata la pintura y la historia detras de esta, cosas que me pueden haber ocurrido a mí, o que pudieran ser ficticias”, señala el artista. “El objetivo es que la obra desencadene la narración de las propias historias del observador a través de la proyección de sus experiencias de vida en la obra”. En otras palabras, no es el pintor sino la pintura la que está narrando una historia a -todos los que la observan. “A pesar de nuestros antecedentes diferentes, todos tenemos algo en común como humanos”, agrega.

Comentando sobre diversos conjuntos de obras de Chiu, el crítico de arte Wang Chia-chi indica que el artista utiliza una estructura narrativa ambigua y sin secuencia. “A pesar de exhibirse como parte de una serie, cada una de sus obras es una pieza independiente y tiene una asociación libre con otras obras en una recombinación de trozos casuales de la vida”, dice Wang. “En lugar de seguir una cronología, son más bien como una mezcla de fragmentos de recuerdos o un torrente de conciencia sin una relación causal o linear dentro del conjunto o entre sus componentes”. Además, los personajes humanos en las pinturas de Chiu, señala Wang, están presentados generalmente como figuras oscuras, dificultando a los observadores explorar un estado mental o el contexto de la pintura. Como resultado, “aun cuando una escena cotidiana parece familiar, está lejos e inaccesible al mismo tiempo”, dice el crítico. El indica que las imágenes humanas de Chiu parecen aún más vagas y distantes cuando aparecen sobre un fondo amplio y “opresivo” de gotas que chorrean de óleo blanco.

La innovación de Chiu como un pintor moderno es evidente en cómo crea pinturas aplicando el óleo para que gotee sobre el lienzo. “Es en gran medida un acto espontáneo, y de hecho no puedo reproducir exactamente el mismo efecto”, dice el artista. “El resultado es una obra de arte absolutamente única”. Wang explica que el estilo propio de Chiu es el resultado de agregar solventes volátiles al óleo, y que Chiu deja que la pintura fluya sobre el lienzo mientras controla la dirección en la que fluye, por lo tanto se producen  “trazos controlados pero evidentemente impredecibles”.

Chiu dice que sus pinceladas bruscas no están hechas para crear representaciones meticulosas de un objeto. “Hay muchas definiciones de ser realista”, indica. “Cuando mis obras se miran durante largo tiempo pueden considerarse eventualmente más realistas que aquéllas de otros artistas”.

Inestabilidad fortuita

Ante todo, el artista trata de crear una dimensión temporal en sus obras a través de elementos “inestables” como el marcado contraste de luz y sombra, así como una acumulación espontánea de áreas o puntos de colores simples –pero principalmente sólo el negro y el blanco. El cree que estos elementos son la parte más destacada de la pintura moderna y contrastan con la representación tradicional de una naturaleza muerta o retrato humano, que tiende a existir en un momento particular. “De hecho, la pintura al óleo tiene una calidad temporal inherente en el proceso requerido de acumular capas de pintura”, dice Chiu. Wang piensa que las pinceladas abstractas de Chiu, el goteo de pintura y las repetidas pinceladas bruscas, dan a la pintura estática original una profundidad asociada con el paso del tiempo y los recuerdos. Las huellas sobre el lienzo imparten un “toque profundamente sentimental y melancólico”, dice el crítico, refiriéndose a la tendencia del artista a lamentar la osadía y la incertidumbre en la vida.

Esencialmente, la búsqueda artística de Chiu representa un esfuerzo audaz a fin de reconsiderar y reconstruir la validez o efectividad de la pintura como un género artístico entre los diversos medios artísticos y expresiones visuales en la sociedad moderna, según Lin Hong-john, crítico de arte y profesor asociado en la TNUA. Esta línea de pensamiento queda manifiesta en la exhibición de 2009 “Pintura Débil”, que se presentó primero en el museo de Kuandu, y luego, en una galería privada en Taichung. Ampliamente considerado uno de los mejores eventos de su tipo en los últimos años, “Pintura Débil” contó con obras de Chiu y otros 14 pintores jóvenes taiwaneses y extranjeros. La exhibición llamó la atención hacia la noción de “débil” al expresar el sentido de que la pintura ya no era un género principal en las exhibiciones de arte importantes, y que la misma naturaleza de la pintura estaba siendo cuestionada o examinada en las obras innovadoras de los jóvenes artistas.