Taiwan Today

El arte abstracto de Chen Cheng-hsiung emana una energía positiva que salta del lienzo.

Durante el último medio siglo, el pintor veterano Chen Cheng-hsiung ha desarrollado un conocimiento único y complejo del atractivo del arte abstracto. “Tanto para los artistas como para los espectadores, el atractivo del arte abstracto es la libertad que ofrece en cuanto a la expresión, la imaginación y la interpretación. Le permite a los artistas transmitir sus sentimientos y pensamientos con sensibilidad, sutileza y estilo, y los espectadores puede interpretar el arte de la manera que sientan que sea mejor”, afirma Chen. “El arte abstracto está infundido con poder inventivo y un espíritu de descubrimiento. Es música visual, una especie de sinfonía del color”, opina Chen.

El estilo de arte abstracto, una tradición arraigada en Occidente, no llegó a Taiwan sino hasta unos 40 años después de que apareció por primera vez en Europa en el siglo XX. Muchos artistas locales, incluyendo a Chen, quien nació en 1935 en la ciudad de Taipei, se han dedicado a la creación de obras abstractas con sus respectivos lenguajes artísticos. La incursión inicial de Chen en la pintura fue en realidad con el arte figurativo, cuando de joven estudió pintura al óleo con Liao Ji-chun (1902-1976) y Lee Shih-chiao (1908-1995), dos de los pintores más conocidos en Taiwan. Sin embargo, en 1954, cuando Chen estudiaba en el colegio de bachillerato, un periodista japonés que alquilaba una habitación en la casa de su familia le dio un libro sobre el arte moderno. El regalo inspiró su objetivo permanente de expresar la belleza del arte abstracto.

Además de desarrollar sus habilidades como pintor, Chen se adentró en la teoría del arte visual occidental y estudió las ideas de los expresionistas abstractos. Desde entonces, ha publicado numerosos artículos y más de un par de libros explicando sus puntos de vista sobre el arte abstracto y sus nociones de espiritualidad en el arte. También ha mostrado un gran interés por el arte aborigen en Taiwan, así como las tradiciones de la vestimenta de la corte imperial china y de las minorías étnicas en China continental. El artista ha hecho cuantiosas investigaciones en estas áreas y ha coleccionado una serie de artefactos relacionados a lo largo de los años. Su apreciación de tales tradiciones culturales se evidencia por su influencia en su pintura.

Chen ha estado activo en las comunidades artísticas taiwanesas e internacionales desde la década de 1960, a través de sus pinturas, conferencias y exposiciones. También ha sido profesor y ha viajado mucho, participando en innumerables eventos artísticos. Por ejemplo, en 1988, recibió una beca Fulbright para convertirse en académico visitante y artista residente en el Instituto de Cultura y Comunicación en el Centro Este-Oeste, una organización sin fines de lucro en Hawaii. El Programa Fulbright, patrocinado por el Gobierno de Estados Unidos, está diseñado para promover los intercambios culturales y educativos internacionales; así como fomentar el entendimiento mutuo entre los pueblos de Estados Unidos y los de otros países.

“Soy fiel a mi visión interna y estoy firmemente comprometido con el arte abstracto, ya que es la forma más pura de expresión para la pintura. Ese es un compromiso que nunca voy a traicionar o ceder”, afirma Chen acerca de sus ideales artísticos. Efectivamente, el artista se ha dedicado a esta forma de arte a lo largo de su vida. Ha obtenido importantes reconocimientos dentro y fuera del país por sus creaciones abstractas, ganando una serie de honores, incluyendo el Premio a los logros de una vida Lorenzo il Magnifico para el arte contemporáneo internacional, en la Bienal de Florencia, en Italia en 1999 y nuevamente en 2001.

Las obras de Chen han sido exhibidas en el país, así como en Europa, Japón, China continental y Estados Unidos. La exposición más reciente y significativa de sus obras fue Retrospectiva de Chen Cheng-hsiung: 1953-2013, en el Museo de Bellas Artes de Taipei (TFAM, siglas en inglés) del 21 de junio hasta el 17 de agosto de 2014. En el evento se expusieron 75 pinturas junto con libros sobre la obra del artista y publicaciones de sus escritos sobre el arte abstracto.

Huang Hai-ming, director del TFAM, explica que el museo organizó la gran exposición individual de la obra de Chen a fin de expresar las múltiples dimensiones de la carrera del pintor. La dedicación de Chen a su arte, combinado con su conocimiento profundo del expresionismo abstracto occidental, el arte moderno y las culturas aborígenes de Taiwan, lo han convertido en una de las figuras más dinámicas de la comunidad artística local, no sólo como pintor y educador, sino también como crítico de arte y cultura, explica Huang. “Admiro la amalgama que Chen hace de las prácticas artísticas de Oriente y Occidente. Aún más, está creando constantemente nuevas obras y promoviendo el desarrollo del arte abstracto en Taiwan por medio de sus conferencias y escritos”, señala Huang. “Su trabajo es interesante y explosivo. Involucra sutiles matices de color y significado, por lo que el espectador siempre desarrolla nuevas e inesperadas ideas”, concluye el director del TFAM.

Huang se siente especialmente fascinado por el espectáculo visual y los ritmos animados que Chen produce a través de su mezcla de colores suntuosos con pinceladas sin restricciones. Huang ve un trasfondo de espiritualidad en la expresión espontánea y el contenido emocional de la abstracción lírica del artista. “El uso sensible de color agraciado y fluido, y líneas caligráficas tanto gruesas como delgadas por parte de Chen infunde una musicalidad visual en sus composiciones, al mismo tiempo que refleja la experiencia emocional y vitalidad interior”, asegura el director del museo. “A pesar de la ausencia de formas objetivas reconocibles, emplea las metáforas visuales para transmitir sus conceptos abstractos, lo que lleva al público en sus propios viajes de descubrimiento”, opina Huang.

Las innumerables posibilidades de expresión que Chen ha explorado a lo largo de su larga carrera en las artes, que abarca varias décadas, siempre se desarrollan creativamente en sus pinturas, indica Huang. Por ejemplo, el artista estableció su propio estilo mediante la integración de las audaces, firmes pinceladas de la caligrafía china y la pintura en tinta, con las perspectivas y métodos de composición occidentales. Es por ello que sus obras le han ganado fama internacional y han sido coleccionadas por museos, organizaciones y coleccionistas privados en el país y en el extranjero.

Liu Yung-jen, curador de la exposición en el TFAM, manifestó que un artista mayor y activo como Chen ha acumulado una colección abundante de pinturas y publicaciones en los últimos años. Su tarea consistió en presentar una selección sistemática de las obras artísticas y publicadas de Chen que proporcionaran un claro sentido de la evolución del pintor como artista abstracto. Por lo tanto, la exhibición mostró las obras que mejor representan las distintas fases de Chen. A partir de sus primeras obras incluyendo Al lado de la laguna (1954) y Paisaje en Jiufen (1962), pasando luego por la peculiar serie Ventanas, de la década de 1990; a la reciente serie Juventud osada a partir de 2013, la muestra ilustró su transformación estilística desde lo figurativo y formas semi-abstractas a técnicas totalmente abstractas. “El pintor merece reconocimiento por su entrega total a la creación artística con diferentes enfoques temáticos en varias series durante las últimas seis décadas”, afira Liu. “Esto es especialmente cierto cuando se considera que la mayoría de las personas tenía un bajo nivel de vida durante las décadas de 1950 y 1960, y que tomar el arte como una carrera era un camino particularmente difícil”, explica Liu.

Avances artísticos

Chen se graduó en Economía en la universidad, por lo que hablando estrictamente no recibió entrenamiento formal en las artes plásticas. En ese sentido, Liu cree que los logros artísticos del pintor y su comprensión global de la historia, la teoría y la práctica artísticas se derivan en gran parte de su entusiasmo y esfuerzos incansables. El artista también ha hecho grandes avances en cuanto a color, expresión y materiales en los últimos años. Chen comenzó a pintar al óleo, pero cambió a las nuevas técnicas de acrílico a mediados de la década de 1980, lo que generó diferentes efectos y texturas. Su serie Ventanas de la década siguiente pone en relieve un rectángulo en el centro de la composición con un collage de escritura cursiva china. Además, aprovechó sus estudios sobre la cultura aborigen y vestidos de la corte china e incorporó sus elementos coloridos en sus creaciones.

El uso de colores brillantes y aplicaciones de técnicas mixtas, junto con sus técnicas artísticas y perspectivas maduras por parte de Chen, le han llevado a producir arte que es diverso, vibrante y expresa la alegría de la vida, afirma el curador. “Las obras abstractas de Chen se representan con trazos rítmicos y colores diversos, generando una sensación generalizada de movimiento en la composición”, señala Liu. “Todo esto hace su arte visual agradable al mismo tiempo que dirige la atención del espectador hacia la interpretación imaginativa”, indica Liu.

Además, Liu siente que el trabajo de Chen es muy accesible, y que puede provocar una respuesta emocional, incluso en personas que saben poco sobre el arte abstracto. “Su obra es evocativa más que descriptiva. Al igual que la música, tiene el propósito de estimular sentimientos en lugar de describir las propiedades físicas de un objeto o contar una historia. Al mismo tiempo, es una expresión de las experiencias internas y la libertad [del artista]”, añade el curador.

Del mismo modo, Liao Jen-i, profesor asistente en el Instituto de Postgrado de Estudios de Museos en la Universidad Nacional de las Artes de Taipei (TNUA, siglas en inglés), afirma que la experiencia artística de Chen es especial, ya que a pesar de no haber recibido ningún tipo de educación formal en arte, ya sea en localmente o en el extranjero, es uno de los pocos taiwaneses que se convirtió en un artista de tiempo completo y desarrolló una presencia internacional en la década de 1970. Por otro lado, a diferencia de muchos de sus compañeros artistas, no se unió a un club de pintores tales como la Asociación de Arte Oriental o la Asociación de Arte de Mayo, los cuales ambos fueron fundados en 1957 y que ejercieron una influencia sustancial en la época través de su promoción de la pintura moderna. Los principales miembros de la Asociación de Arte Oriental fueron asesorados por Lee Chun-shan (1912-1984), considerado el pionero del arte abstracto en Taiwan, mientras que la Asociación de Arte de Mayo fue encabezada por Liu Kuo-Sung, nacido en 1932 y aclamado como el padre de la pintura en tinta china moderna.

El profesor Liao coincide con la declaración de Liu Yung-jen de que los logros artísticos de Chen son principalmente el resultado de su determinación, esfuerzo y perseverancia, y que merecen un capítulo en la historia del arte de Taiwan. “Chen combina los conceptos artísticos y técnicas que aprendió de mentores taiwaneses y homólogos extranjeros con sus propias ideas y comprensión. Ha establecido un estilo personal que es consistente pero que continúa evolucionando”, opina Liao. “Sus obras de arte son imaginativas, visualmente atractivas y atraen a un público más amplio”, señala este profesor de la TNUA.

Liao explica que Chen ha mantenido un estilo coherente en sus pinturas; a saber: una abstracción orgánica en contraposición a la forma geométrica. El artista puede capturar la esencia de un paisaje de primavera con el uso de colores cálidos y potentes trazos de pincel, indica el profesor de la TNUA. “La vitalidad de la naturaleza impregna la obra de Chen, lo que refleja su enérgica personalidad positiva y su actitud ante la vida, y dirige a los espectadores dentro del maravilloso mundo de su propia imaginación”, afirma Liao.

Las piezas de arte de Chen son bastante únicas y llenas de vigor y entusiasmo por la vida, señala Liao, quien agregó que también son distintas de las obras que otros artistas abstractos de su generación han creado. Por ejemplo, Lee y Liu Kuo-sung nacieron en China continental y se trasladaron a Taiwan a finales de la década de 1940 con el gobierno nacionalista. Probablemente debido a las muchas dificultades que enfrentaron, incluyendo la separación de sus familias, algunas de sus obras transmiten un estado sombrío de la mente y la pesadez de sus experiencias en la vida. “Las pinturas de paisajes abstractos de Chen ofrecen una visión inspiradora de la naturaleza que emana una sensación de alegría pura. Al apreciar su obra, el espectador puede imaginar que el artista probablemente haya estado cantando mientras pintaba”, declara el profesor. “Estas obras adoptan la dinámica de la exploración psicológica y la evolución espiritual”, afirma Liao.

Al hablar acerca de su desarrollo artístico, Chen hace hincapié en la importancia de la absorción y la “indigenización” de las culturas extranjeras. “Cada vez que usted está aprendiendo de una cultura diferente, se ve obligado a enfrentar su trabajo de una manera diferente, y pensar en lo que puede crear usando sus propios puntos de vista”, indica Chen. “Es esencial para un artista buscar avances constantes y desarrollar un estilo único. Inspirarse en otras culturas me ha permitido diversificar y enriquecer mis formas de expresión artística”, declara Chen.

Una apreciación de la naturaleza, revela Chen, le brinda una fuente inagotable de ideas para la pintura. Así ha creado diversas obras de arte eco-temáticas, que incluyen Un cielo de flores, La canción del otoño, Sueños de mariposa y Flores del melocotón, así como varias series; entre ellas Fragancia verde, Bosques rojos y Primavera en primavera. “A través de la disposición de los colores, las líneas y las formas, mi obra expresa la alegría y momentos espectaculares de la naturaleza”, relata Chen. “Ya hay suficiente sufrimiento en el mundo. Además de proporcionar el disfrute visual, me gusta ofrecer el lado brillante de la vida a través de mi arte y conmover sentimientos positivos en el espectador. Al igual que Ludwig Van Beethoven escribió la música para la Oda a la Alegría al componer la Sinfonía No. 9, quiero crear mi propia oda a la alegría en el lienzo”, explica Chen.