Desde épocas remotas, en la antigua China, aquéllos que se preparan para los exámenes del servicio civil oran y veneran al Soberano Imperial Wenchang, el Dios de la Academia, o Dios de la Literatura, llamado también comúnmente el patrono de los intelectuales. Asimismo, los examinandos rinden honor a Confucio, el Maestro de los Maestros, al que muchos templos están dedicados.
A partir del establecimiento de pruebas de aptitud académica para ingresar al bachillerato y la universidad en Taiwan, la popularidad de los templos dedicados a Wenchang se ha acrecentado.
En la actualidad, en la época previa a los exámenes, los padres y jóvenes abarrotan los templos dedicados al Dios de la Literatura, con sus ofrendas y esperanzas de que la deidad les dará suerte y los ayudará a recordar los conocimientos adquiridos; consecuentemente, logrando pasar con éxito las pruebas.
Los devotos no sólo oran, sino que también llevan ofrendas, consistentes en artículos cuyos nombres son homófonos a palabras en mandarín tales como inteligencia y dedicación; por ello, ofrecen cebollinos, apios y nabos a la deidad. También queman incienso y escriben tarjetas con sus nombres y datos para que Wenchang no cometa ningún error al seleccionar a los que aprobarán los exámenes.
Rezar no necesariamente significa que lograrán el favor celestial de aprobar los exámenes, pero según las creencias religiosas tradicionales, el ritual brinda confianza y tranquilidad espiritual; preparando mentalmente a los fieles a tomar las pruebas con optimismo y seguridad, lo que resulta en mejores calificaciones.
Los fieles estudiantes suelen llevar objetos que usarán en los exámenes al templo, y los hacen girar sobre el incensario de la deidad Wenchang para atraer la buena suerte. (Foto de Chin Hung-hao)
Jóvenes de secundaria estudian hasta entrada la noche antes de tomar los exámenes para ingresar al bachillerato en un colegio en Nuevo Taipei. (Foto de Chin Hung-hao)
Entre las ofrendas que llevan los jóvenes y padres a Wenchang se encuentran artículos que simbolizan buena suerte o son homófonas con los caracteres en mandarín que significan inteligencia o dedicación, así como ropas y uniformes que usarán el día del examen. (Foto de Chin Hung-hao)
Aparte de llevar ofrendas a los templos para pedir por buenas notas en los exámenes, los estudiantes realizan ritos tradicionales como caminar por encima de una cocinilla con carbones encendidos, que tienen como fin alejar la mala suerte. (Foto de Chin Hung-hao)